Sin dudas esta edición de Los Guardianes del Maser lanzada por Norma en 2004 es la más linda, la que más justicia le hace al trabajo del italiano Massimiliano Frezzato. En vez de seis tomos flaquitos, esta edición reúne toda la saga en tres tomos más power, en tamaño más grande y con lujosas tapas duras. Por supuesto, cada uno de estos libros vale un huevo y la mitad del otro, por eso yo, que tuve la suerte de capturar este tomo a un precio ridículamente bajo en una cueva donde no sabían lo que estaban vendiendo (o sabían, pero se lo habían chorado y tenía cero costo), antes de comprarme los dos tomos siguientes para decir “la completé”, me tomé el laburo de leer esta primera entrega.
Me encontré con un solo problema, pero grave: Frezzato no sabe narrar. Okey, son sus primeras obras, de 1996-97. Por ahí ahora mejoró un montón. Pero estos álbumes tienen tropiezos de principiante en todo lo que respecta a la narrativa. El armado de las secuencias es torpe; hay viñetas y viñetas de sobra, que sólo aportan confusión; buena parte de la acción (que tampoco es tanta) no se entiende; sobran los primeros planos; los cambios de escena llegan siempre en momentos chotos… básicamente esto está plagado de los errores más básicos, los que tienen que ver con la gramática del lenguaje del comic. Por eso, leer Los Guardianes del Maser se convierte en algo denso, proceloso, que requiere una paciencia infinita por parte del lector.
Una pena enorme, porque se nota que Frezzato imaginó un mundo muy interesante y lo pobló de personajes atractivos, bastante originales, y le dio a toda la saga una onda amplia, inclusiva, como para hacerla disfrutable no sólo para los hardcore fans de la aventura post-apocalíptica europea. Y por supuesto, lo que más me jode es que este guión fallido, accidentado, al que se le notan mucho los tropiezos, está dibujado por el italiano a un nivel superlativo. Por momentos, Frezzato amaga a dibujar como Simon Bisley, por momentos tiene composiciones que nos remiten a Katsuhiro Otomo y hay cosas de la anatomía y del color que parecen de Juan Giménez. A esto sumémosle un montón de hallazgos que son de la propia cosecha del autor, cosas que nunca le habíamos visto hacer a nadie, más yeites típicos de la ilustrtación, de esos tipos que dibujan artbooks de hadas, enanos y cosas por el estilo, y tenemos una faz visual realmente demoledora, que te deja babeando al grito de “¡Quiero TODO lo que dibuje Frezzato en su puta vida!”.
Y la verdad es que, si lo que te interesa de los comics es el dibujo, esto es absolutamente fundamental. Te lo tenés que comprar al precio que sea, ponerlo en el altar y rezarle todas las noches. Como dibujante y como ilustrador, no tengo dudas de que Frezzato es intachable, un talento bestial, de altísimo vuelo y altísimo impacto, y encima difícil de clonar. Yo me bajo acá de este trip a la fantasía futurista de Los Guardianes… sólo por un tema de que se me complica leer historietas con tantos errores en la narrativa. De última, si me pica el bicho de enterarme cómo se resuelve la saga, me pondré a buscar los álbumes restantes entre mi colección de Heavy Metal, que los publicó todos, complementados con historias cortas de otros autores, como hace siglos acostumbra la famosa antología yanki.
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1 comentario:
Coincido contigo en que es una obra irregular pero a la vez imprescindible para los amantes de la ci-fi.
No me queda claro si has leido el resto de la saga pero poco a poco va mejorando la historia y los dos capítulos finales son muy buenos...
en mi blog deje una entrada al respecto por si quieres verla:
http://luciolicinio.blogspot.com.es/search/label/Frezzato
yo creo que el resto de la saga es relativamente fácil de encontrar, el primer volumen es el más díficil...
Un saludo
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