el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 26 de diciembre de 2013

26/ 12: ¿DONDE ESTA EL POLACO?

Hace casi tres años, cuando estábamos muy cerca del final de la primera temporada del blog, me topé con una novela gráfica escrita por Fabio Zurita, que a priori no prometía gran cosa. Una vez que la leí, me pareció alucinante y empecé a ponerle fichas al siguiente trabajo del guionista. Muchos meses después, por fin lo tengo en mis manos.
¿Dónde está el Polaco? es una novela gráfica mucho más ambiciosa que El Pollo. En sólo 48 páginas (interrumpidas varias veces por carátulas innecesarias), Zurita se propone contarnos la historia de la hinchada del Deportivo Morón, con énfasis en el período 1973-1984, años en los que –postula el autor- cambia radicalmente el perfil de este grupo de fieles seguidores del Gallito. Por supuesto, también cambia radicalmente el contexto socio-político de nuestro país, porque en el medio pasa nada menos que la más feroz dictadura militar de nuestra historia. Zurita no se resiste en lo más mínimo a la tentación de entrelazar estos dos relatos: de pronto, la práctica cotidiana de los hinchas de Morón se choca contra un nuevo estilo de represión policial y lo que era una violencia chiquita, de entrecasa, pasa a ser una violencia omnipresente, que regirá de ahí en más todos los actos de las barras y de la policía.
Obviamente en 48 páginas no se puede desplegar el andamiaje teórico, la investigación de campo y los datos duros que hacen falta para comprobar este postulado claramente sociológico que propone Zurita, y ese es el punto débil de la novela. Si tuviera 100 páginas, se entendería mucho más que el autor le dedique varias a explicarnos qué crímenes cometió la dictadura, qué iban a hacer las Madres a la Plaza, o cómo reaccionó la gran masa del pueblo cuando Galtieri anunció la recuperación de las islas Malvinas. En este contexto, en el que hay que apretar todo, por ahí eso no hacía falta. Lo cierto es que, entre lo que muestra, lo que explica y lo que sugiere, la novela transmite la sensación de querer abarcar demasiado.
Lo más interesante es, claramente, la temática. Nunca hubo (en Argentina, no sé si en otros países) historietas que se metieran a fondo con la problemática de las hinchadas o barras bravas del futbol. Nadie indagó a fondo en su configuración, en sus motivaciones, en los mecanismos de liderazgo... y en ese aspecto es donde Zurita logra convertir los goles por los que esta hinchada lo ovaciona. El guionista apuesta a meterse en la psiquis de un grupito, el “núcleo duro” de la barra, a mostrarlos en una dimensión realmente compleja, por momentos muy humana y por momentos muy primal, muy salvaje. El Polaco al que alude el título no es ni por asomo el personaje más trabajado. Es apenas el hincha al que Zurita elige como hilo conductor, para contar varias cosas que le suceden entre los ´60 y el presente y que son relevantes para esta crónica de la evolución de la hinchada de Morón, pero no desde la óptica del propio Polaco, sino desde afuera. Sin duda, lo mejor que hace Zurita es no plantear la trama en términos de buenos vs. malos, sino mostrar esta escalada de violencia de modo muy realista y en un contexto dominado por la marginalidad, pero que también tiene espacio para vínculos más solidarios, más sólidos que la mera pasión por una camiseta.
El dibujo de Francisco Baron acompaña muy bien al guión. Tiene el grado correcto de expresionismo, sabe resaltar desde el grotesco ciertos gestos y actitudes extremas de los protagonistas, muestra un buen equilibrio entre masas negras y espacios blancos, y lo más difícil: se banca dibujar muchos cuadros por página, varios de ellos superpoblados por verdaderas multitudes de hinchas, policías, manifestantes, etc.. En las pocas secuencias en las que Zurita permite que el dibujo lleve adelante el peso del relato, Baron sale muy bien parado.
A mí, el tema de las barras bravas me produce bastante escozor y seguramente es uno de los muchos motivos por los que hace casi 20 años que no veo futbol en una cancha. Sin embargo, de pibe fui MUCHO a ver a Racing (y a Ferro, cuando Racing estaba en la B) y siempre me intrigó cómo se armaron y cómo funcionaban estos grupúsculos extremos, estos talibanes del tablón que –incluso para un boludo de 14 años- era obvio que no operaban con las mismas reglas que el resto de los espectadores de cada partido. Por ese lado me enganchó ¿Dónde está el Polaco?. La vertiente más socio-política del guión de Zurita, me atrapó un poco menos, tal vez porque uno ya leyó demasiadas historias sobre lo mal que la pasó la gente cuando gobernaron los milicos. Nunca Más.

2 comentarios:

franciscobaronugarte dijo...

Grande Andres, gracias por la critica y por el piropo a la parte grafica ¡un capo!

idealistaluis dijo...

Y leíste Barras Andrés? Me sorprende desde lo gráfico más allá de la historia...