Ayer contábamos acerca de los libros y revistas que se pueden encontrar a precios muy, muy accesibles en los stands de la New York Comic Con. ¿Y qué onda el merchandising?
Fuera de los comics, lo que más hay es muñecos. Y además los muñecos son el rubro en el que más varían los precios. El mismo coñemu puede estar a u$ 70 en un stand y a u$ 15 en el de al lado. Pero la gracia es recorrer, porque realmente se consigue de todo: figuras que en tu puta vida pensaste que podrías tener en la mano, están ahí, esperándote, ya sea en blister o sueltas. Cosas de los ´70, lanzamientos de esta semana, ediciones limitadas… lo que se te ocurra. Si entraste al vicio de los coñemus (yo, por suerte, lo miro de afuera) acá te volvés loco. Y el domingo, las bajadas de lienzos en materia de precios son importantes.
Otros rubros en los que se consigue mucha merca son remeras (con personajes de comics y dibujos animados) y juegos de mesa o de Playstation. Pero también te encontrás stands que venden vasos, platos, toallas, camperas, tiradores, calzoncillos, juegos de ajedrez, gorras y pelotas de béisbol… cualquier cosa a la que se le pueda meter una imagen de Batman o Spider-Man seguro existe y ahí te la venden. Y no me puse a revisarlos uno por uno, pero me animo a afirmar que TODOS estos productos tienen licencias oficiales (como en la Argentina Comic Con, no? ;). La flexibilidad en materia de precios varía mucho de stand a stand. Los que tienen los puestos de remeras más grandes, por ejemplo, no te bajan un centavo ni aunque compres remeras para vos y todos tus contactos de Facebook.
Volviendo a los comics, ayer contaba que en los stands de las editoriales no suele haber descuentos atractivos. ¿Cuál es el gancho, entonces? La presencia de los autores. Image te cobra el TPB de Lazarus a cara de perro, pero te lo llevás firmado por Greg Rucka y lo mismo se aplica a las otras editoriales, salvo Marvel, DC y Viz, que no venden nada al público. En todos los stands de las editoriales tenés a un montón de autores firmando y eso también, a veces genera colas muy zarpadas que te parten al medio el predio y complican la circulación. Este año, las firmas de Stan Lee (que estuvo sólo el jueves) y de Robert Kirkman tuvieron ese efecto.
Stan y Kirkman están entre los grossos que se presentaron en la Comic Con y a los que yo no vi. Sumo a esa lista a Frank Miller, Kevin Smith, Masashi Kishimoto, Darwyn Cooke, Jerome Charyn y Brian Vaughan. Después, entre los paseos por los stands, las charlas y las visitas al Artists´s Alley, pude ver a todos los autores a los que me interesaba conocer o con los que me quería reencontrar. Desde Humberto Ramos, al que me encontré en la cola para entrar el primer día, hasta Jean-David Morvan, a quien me encontré a última hora del domingo, cuando ya me estaba por ir a la mierda. En el medio, pude saludar o escuchar en alguna charla al ya mencionado Greg Rucka, Scott Snyder, Erik Larsen, Ben Templesmith, Chris Claremont, Peter David, Oliver Coipel, Tim Sale, José Luis García López, Jerry Ordway, Walt Simonson, G. Willow Wilson, Dan Slott, Yanick Paquette, Kieron Gillen, Amanda Conner, Simone Bianchi, Phil Jiménez, Peter Kuper, Charles Soule, Rob Liefeld, David Lloyd, Esad Ribic, Arthur Adams, Fabián Nicieza, Tom Mandrake, Matt Kindt, Joe Staton, David Mack y el All-Star Squadron brazuca, integrado por Fábio Moon, Gabriel Bá, Rafael Albuquerque, Gustavo Duarte, Will Conrad, Ivan Reis y Eddy Barrows, entre otros. Y ojo, que los argentos no eran pocos. Estaban el maestro Eduardo Risso, los melli Sebastián y Maximiliano Fiumara, Juan Ferreyra, Martín Morazzo, Mariano Laclaustra (dibujante de Dr. Who a quien no conocía), Pier Brito y Felipe Smith (ninguno de los dos nació ni reside actualmente acá, pero ambos califican como argentos) y hasta el glorioso cordobés Fernando León González. O sea que si la idea era interactuar con algunos de los nombres importantes del mainstream yanki, sin dudas la NYCC te daba la posibilidad de lograrlo con creces.
Me quedan algunas cosas en el tintero (frase anacrónica si las hay), más a modo de reflexión que de crónica, así que me guardo esa cuarta y última parte para el miércoles o jueves. Hoy me leí un libro que me dejó cebadísimo y mañana quiero publicar esa reseña, sí o sí.
lunes, 19 de octubre de 2015
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1 comentario:
Yo quiero ir una charla con Rob Liefeld para que me explique la relación de los Youngblood con Derrida y si la desconstrucción del superhéroe empieza por los pies que nunca dibuja
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