Con este comic estoy haciendo algo que hacía mucho que no hacía: lo leo capítulo a capítulo, con un mes de paréntesis entre uno y otro, a medida que hago las traducciones para el sitio de “tradumaquetadores” con el que estoy colaborando. Estoy en el medio de la traducción del cuarto capítulo, así que –cuando le tocó a este tomo ser reseñado acá en el blog- me faltaba leer sólo el quinto. La consecuencia más notoria de la lectura “paso a paso” (en homenaje eterno a Mostaza Merlo, obviamente) es que me encariñé más con los personajes. Siento que los conozco hace mil años, les escucho las voces, sé cómo habla cada uno (si no estudiás eso a fondo es casi imposible lograr una traducción fiel al material original) y hasta me permito intuir qué van a hacer en los episodios que no leí. Trataré de que ese cariño no vuelva demasiado subjetiva esta reseña.
Seguramente ya escuchaste hablar de la chapa de Ed Brubaker y Sean Phillips y de la magia que explota cada vez que se juntan para trabajar en un proyecto en común. Fatale no es para nada la excepción: de nuevo tenemos un comic donde realmente cuesta creer que no hay un único autor, sino dos, que se entienden a la perfección. La gran diferencia esta vez es que Fatale no es el típico policial negro, el típico hard boiled, que es el género en el que hace años se destaca la dupla. Así como en Incognito los autores le agregaron al hard boiled ciertos tópicos del género de superhéroes y algo de espionaje, acá se juegan con elementos fantásticos que tienen que ver con el terror, con ciertos visos lovecraftianos.
De pronto, la “femme fatale” a la que hace referencia el título esconde un secreto muy heavy que tiene que ver con sectas satánicas y asesinatos rituales en los que se invoca a oscuras deidades de ancestral poder. Todo muy sugerido, muy desenfatizado por Brubaker hasta ya muy avanzado este primer tomo. Pero las pistas están. Si leés con atención, especialmente los flashbacks, empezás a intuir que el pasado de Josephine y Walt Booker está manchado con elementos sobrenaturales muy jodidos, que obviamente los van a perseguir hasta el presente. En realidad, hasta uno de los presentes, porque la narración está planteada en dos épocas muy distintas: 1956 y la actualidad. Ambas ambientaciones serán atravesadas por la enigmática presencia de Josephine, que le recontra-complicó la vida en 1956 al pobre Dominic “Hank” Raines y en el presente se la va a complicar al también incauto ahijado de Raines, Nicolas Lash, que se pasa casi todo el tomo descubriendo azorado la crónica de su padrino acerca de su relación con Jo.
El clima de la serie es MUY hard boiled, en ningún momento amaga con convertirse en una machaca sobrenatural al estilo Hellboy. Y además es MUY truculenta. Hay destripamientos, mutilaciones, gente quemada, tiros, golpes, cuchillazos y un ritual satánico en el que la víctima es un bebé, arrancado del vientre de su mamá. Los propios personajes subrayan todo el tiempo lo espesos que se ponen la violencia y el gore, escena a escena y muerte a muerte. Estamos frente a un comic extremo no por el lado de la grandilocuencia, sino por lo fuerte que impactan las crueldades y las atrocidades que urde Brubaker.
Por suerte, a la hora de plasmarlas gráficamente, el maestro Phillips mantiene su característica sobriedad. Lo cual no significa que no haya secuencias tremendamente shockeantes. Phillips y el glorioso colorista Dave Stewart se ensamblan pefectamente para darle vida y verosimilitud a estos climas, constantemente enrarecidos por los asesinatos y por la presencia insoslayable de estos elementos fantásticos, en los que no conviene ahondar para no spoilear. La narrativa es impecable, la reconstrucción de la San Francisco de 1956 también y cuando Phillips echa mano a la referencia fotográfica la labura tanto y tan bien que no hace ruido para nada.
Fatale terminó o está por terminar de publicarse en revistitas y creo que van a ser cuatro TPBs. No sé si el balance final nos permitirá ponerla en la categoría de Obra Maestra de esta dupla infalible porque –claro- está Criminal, que es perfecta. Lo que sí sé es que esta serie arranca MUY arriba, con un argumento sumamente atrapante, muy bien desarrollado, con buenos diálogos, buenos personajes y un clima que la diferencia bastante de las otras obras de Brubaker y Phillips y que además la lleva en una dirección muy poco explorada por el comic en general. Da para bancarla a muerte.
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7 comentarios:
¿en que sitio de tradumaquetadores estas trabajando? :o
Dos cuestiones: si necesitan traductores me encantaría participar. Mi e-mail es drgonzaloiglesias@yahoo.com.
Segundo: Todavía me estoy reponiendo del desembolso de The invisibles y Akira y ya me cebé con Brubaker & Phillins. Este blog tendría que tener cobertura del SENARESO
La vi por lo de arsenio lupin...
Una gran deuda pendiente que tenbgo que saldar algun día... el señor brubaker
El segundo Anónimo ya mencionó el sitio para el que traduzo Fatale, primer Anónimo...
¿En serio? Hubiese creído que vos como editor, estarías del lado de Casanova, persiguiéndonos con picas
y antorchas como si fuéramos jerarcas nazis. Mis respetos hacia
vos por tan altruísta tarea.
No, ya lo hablamos varias veces, incluso en algún podcast de Comiqueando.
No comparto para nada la idea de que el comic digitalizado perjudique en forma directa al que lo edita en papel. Y además reivindico la libertad de que cada uno suba a la web lo que se le canta la chota y lo comparta con quien quiera, mientras sea sin fines de lucro.
Por ahí se debe a que yo dejé de ser editor hace ya casi 12 años y no tengo pensado volver a serlo...
Me sorprendiste Andrés... Pensé q el no leer de internet te alejaba de colaborar en ese medio ... Bienvenido pues entonces, ja
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