Ahora sí, con los personajes y las locaciones ya presentadas, esta vez André Franquin y Greg se juegan con un argumento mucho más elaborado para este segundo álbum solista del Marsupilami. La consigna básica es muy sencilla: un cachorrito de oso panda cae por accidente en la selva de Palombia y el marsupilami y los suyos deberán ocuparse de que no se muera de hambre… lo cual es bastante complejo porque el osito sólo come bambú.
Felizmente, Greg y Franquin se dan cuenta al toque de que con eso no llenan ni por accidente 46 páginas de historieta (franco-belga clásica, de la que tiene pocas páginas con menos de 10 viñetas) y entonces estiran para atrás y para los costados. El osito panda cae en la selva en la página 10, cuando ya pasaron un montón de cosas graciosísimas, en secuencias en las que no aparecen ni el marsupilami ni ningún otro personaje conocido. Ahí los autores presentan en clave satírica a la ciudad capital de Palombia, un pandemónium político y social en el que anidan toda clase de corruptos e inescrupulosos. Y de ahí sale el avión hacia la jungla, tripulado por dos chinos (que jamás explican de dónde sacaron al panda bebé) y piloteado por un alemán que funciona como un estereotipo tan cruel y tan políticamente incorrecto como el yanqui y el sudamericano que vimos en el tomo anterior. Entre estos tres personajes se logra una química muy efectiva, que dura poco, pero que hace que para cuando realmente empieza la aventura, uno esté totalmente enganchado con el álbum.
El alemán mentiroso y codicioso se verá enroscado en una tramoya con el hechicero de una tribu aborigen, casualmente la misma a la que los marsupilamis le robarán el bambú para alimentar al osito. Y ahí ya termina de cuajar la mezcla, ahí los autores encuentran la materia prima para combinar la comedia de enredos con la acción “dramática”, con los peligros que deberán afrontar nuestros héroes. Sobra un personaje muy raro, poco explicado (el pajarito orejón) y no queda espacio para explicar cómo sobreviven los chinos al estallido del avión. Tampoco importa demasiado. Por suerte, el avechuchesco Helmut queda vivo y no estaría mal verlo volver en otras aventuras. No sé qué tan probable sea eso, porque esta es la última entrega de la serie en la que mete mano Greg, quien a partir del próximo tomo será reemplazado, creo que por Yann. Pero ojalá veamos los regresos de varios de los personajes presentados en los dos primeros libros.
Por el lado del dibujo, Batem está más afianzado que en el primer tomo. Su línea imita cada vez mejor a la del maestro Franquin y ya hasta las caras de los personajes humanos le salen casi idénticas. Las páginas que transcurren en la ciudad muestran, además, la gran versatilidad del dibujante y su talento para llevar esa sensación de caos y descontrol tan típica de Franquin a otro tipo de ambientaciones, no sólo a la jungla amazónica. Un laburo hermoso de Batem, de nuevo muy bien complementado por un colorista de gran sutileza y gran eficacia.
Me queda por leer el Vol.3, que es el único que tengo en francés. La semana que viene casi seguro lo reseño por acá.
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7 comentarios:
Andrés, no tiene mucho que ver (bueno, al menos es franco-belga), pero te pregunto, ¿pudiste leer el nuevo de Asterix? Te lo pregunté el otro día en la comiqu, no sé si lo viste. Lo leí en un scan bastante choto, pero me gustó bastante (mucho más que los de Uderzo).
Hola Andres ¿sabés si la Blacksad de Díaz Canales y Guarnido se consigue en capital federal? Abrazo!
No, Luq, todavía no leí el nuevo Astérix.
Anónimo, si preguntás por el tomo de Blacksad que salió hace un par de semanas en España, no, no lo vi en ningún negocio de Buenos Aires. Los tomos anteriores sí, se consiguen en varias comiquerías.
Gordo, hace una nota de la protesta policial de todo el pais. Los soldados K donde estan gordo, por internet nomas ja ja ja ja ja
V los soldados K, son todos esos negros hijos de mil putas que salen a saquear, esa es la gente K, gente con mierda en la cabeza que se caga en los demás.
que raro porque las convocatorias en facebook para saquear son anti-K
Si, boludazo, las convocatorias son anti K para desestabilizar este gobierno tan democrático, no tiene nada que ver ni la inflación, ni la inseguridad, para nada, es todo una conspiración...que la Konchuda siga bailando con Sofia Gala mientras siguen matando argentinos..
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