Este libro tiene un solo problema y es que se lee muy rápido. Son unas 80 páginas de historieta que te duran… 10 minutos si hacés el esfuerzo de leerlas lo más lentamente posible. Una contradicción absoluta, porque una de las cosas que más llama la atención es la inhumana cantidad de tiempo que el suizo Thomas Ott dedicó a la creación de cada una de estas imágenes, hilvanadas en estos cuatro relatos y la secuencia que los contiene. Por otro lado, lo que más jugo da a la hora de reseñar esta obra es el análisis del estilo pictórico del maestro, o la simple exégesis del mismo. Y eso ya lo hice el 14/04/11, cuando comenté una antología de historias cortas de Ott. Por eso, necesariamente va a quedar una reseña corta, centrada sobre todo en los argumentos que motorizan a las cuatro historias de Cinema Panopticum, más algún comentario más que quizás se filtre.
Todo el libro está planteado en base a una grilla de cuatro viñetas, centradas dentro de una página en la que bien podrían entrar seis. No es grave, nunca sentís que Ott se está tirando a chanta, o que te está mezquinando dibujos. Por suerte no se aferra ciegamente a la grilla de cuatro cuadros, sino que a veces –cuando el guión lo requiere- opta por tres o dos viñetas, obviamente más grandes y más laburadas.
La secuencia de enlace, con la nenita curiosa (y pobre) como protagonista es de una belleza infrecuente y transmite una ternura que no suele verse en los comics de Ott. La primera historia autoconclusiva, The Hotel, es una obra maestra. Tensa, hipnótica y con una vuelta de tuerca en el final totalmente sorprendente y genial. Esas 16 páginas valen lo que pagues por todo el libro.
En las 16 páginas de The Champion, el suizo se mete con la estética de los luchadores enmascarados, pero le da un giro a la temática para introducir conceptos metafísicos, más allá de la machaca entre chabones musculosos. El final pega muy abajo, donde duele un rato largo, y si bien no es del todo impredecible, es definitivamente conmovedor.
The Experiment está planteada en tono de comedia freak, con un humor bastante negro, bastante cruel, que no impide que el desarrollo de la trama nos ponga nerviosos. Probablemente sea la historieta menos impactante del tomo, la más fácil de leer y de digerir. Es graciosa, es macabra, tiene una curva dramática muy atractiva, pero no llega a ser brillante.
The Prophet tiene una página más que las otras (17) y está apenitas estirada. Acá, por debajo de la “aventura”, subyacen temas más profundos, que tienen que ver sobre todo con la alienación de la gente en las grandes ciudades, y cómo las boludeces cotidianas que captan toda nuestra atención nos impiden darnos cuenta de cosas más grandes que también suceden y que registramos cuando ya es muy tarde. De nuevo Ott le juega muchas fichas al final y este es sorprendente y redondísimo.
Ni hace falta agregar –me parece- que todo esto está dibujado como la hiper-concha de Dios por un genio fuera de control, un maestro con un estilo 100% personal, que maneja de taquito una amplísima gama de recursos técnicos, narrativos y expresivos tan únicos e increíbles que lo convierten en una especie de alienígena. Ver un par de viñetas de Thomas Ott significa enamorarse en el acto de este virtuoso del comic, insuperable en la ejecución, pero también infalible a la hora de plantear y desarrollar las historias.
No te meto más fichas para que te compres Cinema Panopticum por el tema que ya mencioné, que es lo rápido que se lee. Ahora, si lo que te interesa del comic son los dibujos o si –como yo- lo encontrás en oferta a buen precio, no lo dudes un segundo. Esto es papa finísima y por momentos roza la categoría de Historieta Perfecta.
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13 comentarios:
Esto es historieta muda, no?
para mí ninguna historieta que se lee en 5 minutos podría calificar de ''perfecta'', por muy buena que sea en intensidad o en técnica. Lo que pasa es que a mí me gusta estar pegado al menos 2 o 3 días, sumergido en una obra. Tipo un Epiléptico de David B. o un Libro de Insectos Humanos o MW de Tezuka, o un Black Hole de Burns. Historias de alta calidad pero que como plus, son unos tacazos de 500 o 600 páginas que te sumergen en otra atmósfera por varios días. Mientras no lees, andando por la calle, te sigue dando vueltas en la cabeza... (bueno esto al margen de que muchas fueron serializadas originalmente por enésimas entregas, de 12 o 24 páginas).
Sí, Anónimo. EStá todo narrado sin textos.
Ya por la pelotudez que decis se nota que muy "lector experto" no sos, primero relacionas el término "historiera perfecta" con el volumen de la obra en sí, para después desdecirte y reconocer (sos un cráneo), que ninguna de esas obras empezaron como libros de 500 páginas, sino que se recopilaron después, sin contar que con tu brillante definición dejas afuera Mafalda, Calvin & Hobbes, Fontanarrosa, etc etc, sos un vivo bárbaro...
Anónimo agresivo:
Baja tus revoluciones barra brava, yo me estoy expresando civilizadamente, trata de siquiera simular algo de nivel. ¿Por qué según mi definición dejaría fuera MAFALDA? Acá en mi estante tengo el TODA MAFALDA de de la flor, el hardcover gigantesco. Se lee también como una gran obra, porque Quino nunca se limitó -al menos con Mafalda- a la tira completamente independiente o autoconclusiva, en Mafalda hay una narrativa que trasciende las tiras y le da una continuidad a la obra. Luego dices FONTANARROSA, perdón, ¿hay algún cómic que se llame Fontanarrosa? o te estás refiriendo al autor. Aclara tu mente turbia antes de decir algo, porque aquí sí dijiste una estupidez.
Y así como hay obras extensas que fueron primero serializadas, hay otras como -por ejemplo- Blankets (que no la cuento entre mis preferidas, pero sirve para el ejemplo) de 600 páginas y que aparecen ''de tirón'' como novela gráfica original.
Y en ningún momento he dicho que la relación de la perfección está en el número de páginas, sino que YO disfruto más de una buena historieta, cuando ''me dura'' la lectura, y me deja varios días sumergido en ella, me transporta totalmente a otro mundo, y no me la leo en 5 minutos en un sillón y punto. A eso voy pobre diablo...
Y experto soy aunque te duela boludo porque he leído más que toda tu familia junta, barra brava.
La vuelta de Guido Cuadros!
Por la forma de mierda de redactar es claro que no es argentino, pero este enfermito es Guido Cuadros? Hubieran avisado asi no me gastaba...Y sigue mostrando ignorancia, si seguro, el ser experto o no depende de cuanto leiste...ajjaaj, todavía me sigo riendo del "poble diablo"...que pasa, te bloquearon de los blogs de tu país? Que país sorete era a todo esto?
Ojala te transporte a otro mundo y te deje ahi anormal...
Como le duele a alguna gente cuando uno tiene no digamos el talento, pero al menos la inteligencia, de hacer reflexiones y crítica creativa, desarrollar conceptos nuevos para la apreciación de los cómics, y no repetir las mismas ideas y formulitas una y otras vez (en reseñas o comentarios), porque el cerebro no les da para más. Simplemente no hay nivel.
Jjajaj, me mato lo de "no hay nivel"..quedate tranquilo, con la pelotudez que dijiste al principio de que ninguna historieta que se lea en 5 minutos se puede tildar de perfecta quedo clarisimo tu talento, tu critica creativa, bla bla bla ni hablar de que sos experto por todo lo que leiste...no me quedo claro, sos Guido Cuadros? por las boludeces que decis puede ser, y esta clarisimo que no sos argentino, o sos otro peruano resentido porque Aggordi no le agarro el fanzine?
Hola. No entiendo la mala onda. Para mi un comic se leé en tiempo que requiera y no importa la extensión.
Lo bueno es que lo podes reeleer facilmente. Y Ott es un artista brillante, único. No necesita texto ni historias ultra complejas a la grant morrison o Moore.
Si buscan autores de comics complejos, con obras para analizar, ya los tienen. Con Ott el chiste es hundirrse en su estilo y su atmosfera opresiva y maravillosa, como en su tiempo lo hizo el gran Breccia con muchas de sus obras
El problema lo tiene el anormal de arriba que se la da de experto y cataloga los comics segun el tiempo que tarda en leerlos, no tiene nada que ver con Ott, que es un grosso. Igual por la forma en que la usas, el adjetivo que quisiste usar para referenciar la obra de ciertos autores es "complicada", no compleja, son dos cosas diferentes.
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