Volví a leer manga, después de dos meses sin tocar un solo comic generado en Japón. Y volví con un manga muy raro, credao por Himaruya Hidekaz, quien empezó a escribir Hetalia Axis Powers durante una estadía en EEUU. El tomo incluye historietas cortas, tiras de cuatro viñetas verticales (que es como suelen publicarse en Japón las tiras cómicas, o gag manga) y muchísimas páginas en blanco, carátulas innecesarias, pin-ups innecesarios y pequeñas fichas de personajes con groseros masacotes de texto comprimidos en espacios muy chicos, casi sin interlineado, muy difíciles de leer.
Hetalia tiene dos atractivos muy gancheros: 1) el dibujo es muy bueno, y 2) es un manga sobre historia y política. ¿Se puede hacer un manga infumable con un dibujo muy bueno y una temática tan interesante? Lamentablemente, sí. Este tomo lo ejemplifica a la perfección. A Hidekaz le alcanza UNA idea brillante para mandar al descenso a un equipo lleno de figuras: el autor se propone contar la historia de Europa desde el medioevo hasta la Segunda Guerra Mundial (más o menos), con Italia como personaje central, con bastante protagonismo para otros países como Alemania, Inglaterra y Francia… a través de un sistema de alegorías. En este manga, cada país está representado por un muchacho de aspecto adolescente, o de veintipocos, y lo que la Historia nos contó como una interacción política o militar entre naciones, Hidekaz nos lo quiere contar como una comedia light en la que todo pasa por las relaciones entre estos muchachitos.
Así es como un relato potencialmente intenso, espeso, enroscado, se convierte en una sucesión de chistes pelotudos, diálogos livianitos, conflictos evanescentes y roscas volátiles entre nenes caprichosos. Esto es, realmente, muy difícil de leer, no sólo por el formato de cuatro viñetas verticales, sino porque se hace denso muy rápido. Además, al ser en blanco y negro, las diferencias visuales entre los protagonistas (y los secundarios) se hacen más arduas de identificar y terminás por confundirlos. Lo único redimible es que entre los chistes y los pasos (bastante torpes) de comedia, los diálogos y las situaciones hacen referencia más o menos veladas a hechos históricos importantes, o las costumbres y tradiciones de los países involucrados en las tramas. Entonces, el manga incluye permanentemente “llamaditas” en las que se explica de qué carajo están hablando los personajes/países. Esos textos, apretaditos debajo de las viñetas, sirven para darle un contexto histórico a lo que vemos “ficcionalizado” en las historietas de Hidekaz. Me gusta creer que probablemente sirvan para que muchos chicos y chicas que compraron Hetalia para divertirse un rato (y en su puta vida estudiaron historia europea), accedan a un montón de información valiosa.
El dibujo de Himaruya Hidekaz, como ya dije, me gustó mucho. Es un estilo clásico, fresco, simpático, con cercanías con el shojo y notable talento cuando coquetea con el chibi. Paradójicamente, en la breve historieta a color, no se luce tanto, queda un poco opacado por los efectos estridentes del Photoshop. Y obviamente en las tiras no se luce casi nada, porque dibuja viñetas muy chiquitas, a veces con mucho texto, en las que el dibujo se ve reducido a su mínima expresión. Donde realmente la rompe a nivel visual es en las historietas cortas, en las que puede jugar un poco más con la puesta en página, y especialmente con las tonalidades de gris. En este rubro Hidekaz nos regala matices deliciosos, algunos logrados con la computadora y otros con el lápiz puro, sin entintar. De los distintos segmentos que integran el tomo, el que tiene los mejores dibujos es el llamado América Limpia el Cuarto Trasero, siete páginas en las que Hidekaz deja la vida en cada viñeta.
Como te imaginarás, es muy poco probable que me aventure con un Vol.2 de esta serie… y andá a saber si alguna vez se publica en nuestro país. El Vol.1 salió hace seis meses y del 2 todavía no hay noticias. Lo cual no sorprende a nadie desde el momento en que este tomo incluye en su portada el loguito de Deux…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Esto tenía olor a producto lleno de cliches retardados del manga comercial y por eso ni me arriesgué por más que pintaba con una idea interesante. Una lastima. Espero leer algo de Kazuichi Hanawa en el blog. Ví la edición de Ponent Mon de En la prisión, y es maravilloso en todo sentido.
La verdad si tiene el logo de Deux es una garantía.
De que esta editado como el culo e incompleto, pero garantía al fin
A falta de calidad, buena es la consistencia
Publicar un comentario