Durante aquel fugaz pero intenso romance entre IDW y Timothy Truman, la editorial californiana republicó unos cuantos episodios de la fundamental Grimjack, dibujada por Truman y escrita por el maestro John Ostrander. Pero se guardó para otro TPB (este) los back-ups que incluía Grimjack cuando salía como comic-book mensual en la editorial First, allá por los inolvidables ´80s. Los back-ups eran historias autonclusivas que transcurrían en el Bar de Munden, propiedad de John Gaunt (Grimjack), ubicado en un barrio muy heavy de la hiper-heavy ciudad de Cynosure. La idea era trabajar casi sin personajes recurrentes, para poder cambiar en todas las entregas de equipo creativo. Por Munden´s Bar pasaron, además de Ostrander y Truman, un montón de talentosos artistas de aquella época, con estilos muy variados.
La gracia de estos back-ups era que acá podía pasar cualquier cosa, desde comedias zarpadas de borrachos y pendencieros hasta thrillers asfixiantes o historias de terror al filo de la pesadilla. A veces los sucesos estaban ambientados ahí, en el momento, con Gordon Munden y sus clientes como protagonistas, y otras veces la serie adoptaba el formato de las geniales Historias de Taberna Galáctica, esas que pelaba Josep Ma. Beá en las páginas de 1984, en las que uno de los bichos que están ahí escabiando le cuenta al resto una historia de la que puede ser protagonista o mero testigo. Todo funciona para darle variedad y para mantener impredecible a la serie.
Fuera de las historias que escriben Truman y Ostrander, hay una sola de Mike Baron (con un gran personaje secundario de Nexus) y unas cuantas en las que Ostrander forma equipo con un monstruo: el dramaturgo, comediante, guionista de TV, iluminador, actor y maestro de varias generaciones de actores (de Bill Murray a Steve Carell), el legendario Del Close, uno de los tipos más rupturistas e innovadores del espectáculo norteamericano de la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte en 1999. La alucinante química entre Ostrander y Close continuaría años más tarde en DC, con la gloriosa antología Wasteland, ahí sí, con menos comedia y más elementos cercanos al terror psicológico. Pero acá, en sus primeros trabajos conjuntos, hay muchísimas ideas brillantes, plasmadas en unitarios breves… que yo había leído hace menos de 20 años (cuando me armé por monedas la colección de Grimjack en revistitas) y no me acordaba para nada. La única historia que recordaba era una de Truman, dibujada como los dioses por John Totleben. El resto, me sorprendió por completo y –codo a codo con algún sapo menor de los que nunca faltan en las antologías- me encontré con papa muy fina.
De las historias de Truman, la mejor es esa, The Bargain, la que yo tenía fresca en la memoria. La de Mike Baron es muy buena. La que escribe y dibuja Phil Foglio también está muy bien. Y de las de Ostrander y Close es imposible elegir una, así que elijo tres: D.T. (con dibujazos de Stephen Bissette), Mother´s Calling (cátedra devastadora de un Brian Bolland que deja la vida en cada viñeta) y A Quiet Night at the Bar (con dibujazos de Hilary Barta), más virada a la comedia.
Ya mencioné a varios dibujantes grossos y sumo al elenco a algunas bestias más, como Rick Veitch, Joe Staton, Steve Rude, Jerry Ordway, Rick Burchett y William Messner-Loebs, que en esta época todavía era más conocido como autor integral que como guionista. El más flojo, el que desentona, es claramente Jim Valentino, con su aceptable labor cuando tiene que dibujar personajes cuasi-humorísticos y sus pifias grotescas cuando se juega por personajes con anatomía más o menos realista.
Esto es historieta ochentosa bastante adelantada a su época en materia de guiones, así que hoy se puede disfrutar sin ningún inconveniente. Y si no te ahuyenta esa tapa rarísima de Skip Williamson, adentro vas a ser muy feliz cuando te empiecen a bombardear las retinas todas esas imágenes extremas, bien idas a la mierda, que brotan de las plumas de ídolos como Totleben, Bissette, Veitch, Bolland, Rude, Ordway y demás. Sólo me quedé con la leche de ver un unitario dibujado por Truman, pero Munden´s Bar se inventó precisamente para llenar las páginas que Truman no llegaba a dibujar en la historia principal para que Grimjack pudiera sostener la periodicidad mensual… Y hablando de Grimjack, me dieron unas ganas de releerla…
sábado, 20 de junio de 2015
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2 comentarios:
Andrés, no pensé que ibas a escribir tan rápido sobre Grimjack cuando te pregunté hace casi un mes. Leí el segundo y tercer TPB de Grimjack que publica IDW y me pareció una genialidad (encima la estética bien ochentera me encanta…).
Ves, a mí lo que me pasa cuando leo un muy buen comic/TPB, intento seguir al escritor. Después de leer en revistitas la Suicide Squad + Mini de Deadshot (gol de mitad de cancha), me propuse ver que más podía leer de Ostrander y caí en los dos TPB de The Spectre…me tuvieron que venir a despegar de la pared. De ahí, pasé hace unas semanas a Grimjack y como resultado sinceramente yo a Ostrander lo pongo más arriba de Frank Miller…sabras disculpar mi ignorancia.
Ya que estamos, no puedo evitar preguntarte sobre este genio.
Hace poco se reeditaron los dos TPB de Martian Manhunter (1998). Los recomendas? Por lo poco que leí de críticas, dicen que es una joyita que pasó desapercibida.
Si bien me respondiste en el post de Jonah Hex que mucho no recordas de Grimjack, igual te pregunto lo siguiente:
Leiste/pensas leer Grimjack: Killer Instinct (2005)?
Por lo que pude averiguar, la mejor historia de Grimjack la escribió como novela gráfica: Demon Knight (1989). Te llegó algún comentario de este unitario?
En el 2007 Ostrander escribió Batman #659-662, aparentemente lo único que escribió sobre Batman en su extensa carrera. Vale la pena? Y lo que escribo en Firestorm?
Mil gracias de antemano por las respuestas!
A ver... vamos por partes...
Martian Manhunter está muy bien. No al nivel de The Spectre, que es sublime, pero muy bien.
Nunca leí Grimjack: Killer Instinct. Tendría que verla a buen precio, comprarla y ahí sí, con mucho gusto le entro.
Demon Knight es una magnífica novela gráfica. La tengo, recuerdo que cuando la leí me cebó mucho, pero tendría que releerla porque del argumento en sí no me acuerdo una chota.
Ostrander escribió algunas cositas más de Batman aparte de ese arco que señalás. Nada espectacular ni definitivo, aunque a mí me gusta mucho el one-shot Batman: Seduction of the Gun, del año ´93 (está editado en Argentina por Perfil).
Y lo de Firestorm... es probable que haya envejecido un poco, porque estaba muy anclado al contexto de su época (segunda mitad de los ´80), pero en aquel entonces fue una muy buena etapa para un personaje que DC publicaba medio por inercia, llena de ideas innovadoras, volantazos sorprendentes y un subtexto político muy interesante. Si lo ves barato, no lo dudes.
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