el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 17 de diciembre de 2014

17/12: JOE KUBERT PRESENTS

Este masacote de más de 300 páginas reúne los seis números de Joe Kubert Presents, una antología coordinada por el veterano maestro, que se empezó a publicar días después de su fallecimiento, en Agosto de 2012. Por suerte Kubert y sus asistentes habían empezado a trabajar en 2009, con lo cual para la muerte del maestro estaban terminadas casi todas las historietas que componen la antología. Veamos qué hay.
El primer golpe que nos asesta el Viejo Joe es una historieta de 22 páginas en las que reformula el origen de Hawkman y Hawkgirl y nos cuenta una nueva versión de cómo llegan a la Tierra y cuál es su misión en este planeta. Obviamente esto no es parte de ninguna continuidad, pero es notablemente mejor que el origen de los ´60. Kubert escribe, dibuja, entinta y colorea una historia bellísima, que gana fuerza con el correr de las páginas y llega a un final que le hubiese encantado dibujar a Burne Hogarth.
Casi de keruza, de a poquitas páginas por número, Kubert también nos cuenta la historia de Spit, un chico huérfano, sumido en la miseria, que terminará embarcado en un buque ballenero de los que surcaban los mares a mediados del Siglo XIX. Se nota que es una historia pensada para muchas más páginas y que el maestro apenas logró esbozarla. Tiene un tono bien decimonónico, de novela de Charles Dickens, y casi todas las páginas están resueltas sin tinta, sólo con lápiz y algún efecto de iluminación logrado con témpera blanca. Visualmente esto es majestuoso, desde la reconstrucción de época hasta la expresividad a flor de piel que nos transmite ese lápiz bien crudo, bien salvaje.
En 1983, Kubert planificó una maxiserie de 12 números para DC que se anunció, pero jamás salió. Cuando el maestro la abandonó para concentrarse en otros trabajos, tenía tres episodios de The Redeemer terminados y acá por fin los podemos leer, más de 30 años tarde. El guión está bien, tiene una estructura muy clásica, barnizada con alguna idea más loca, algún vínculo sutil con el DCU y algún concepto que trasciende la mera aventura del bueno que le gana a los malos. Y el dibujo (de nuevo) te descoloca la mandíbula. Son 70 páginas al recontra-palo, con el Viejo dejando la vida en cada viñeta y en cada secuencia.
El Sargento Rock no podía faltar, y Kubert dibuja (como los dioses) una breve historia escrita por Paul Levitz, que funciona como doble homenaje: a los caídos en el Día D, y al propio Rock, como ícono del comic bélico.
Otro unitario lindo es The Biker, 13 páginas escritas y dibujadas por el prócer, que no desentonarían en una antología de terror, misterio o suspenso como las que cada tanto publica Vertigo.
Después hay otros dos unitarios cortitos, co-escritos por Kubert. The Ruby es una especie de pre-Secret Origin de Sargon the Sorcerer, muy raro, con muy buenos dibujos de Henrik Jonsson. Y finalmente, las 8 paginitas de Devil´s Play (co-escritas y dibujadas por el notable Brandon Vietti) funcionan como homenaje de Kubert al glorioso Jack Kirby, con Kamandi y Etrigan como protagonistas.
Y además de lucirse como guionista, dibujante, colorista, etc., el maestro Kubert invita a jugar a su revista a otros dos artistas a los que tiene en alta estima. Uno es Brian Buniak, un historietista muy dotado para la sátira al estilo MAD de los ´50. Buniak aporta una historia larga y dos cortitas de Angel and the Ape, una extraña comedia detectivesca surgida en los ´60, siempre en las márgenes del “canon oficial” del Universo DC. Y funciona, es todo muy gracioso y te deja con ganas de leer más.
El otro invitado es el veterano Sam Glanzman, habitual colaborador de las revistas bélicas en la época en las que Kubert era el coordinador. Glanzman explora dos vertientes: comics documentales repletos de data sobre barcos, submarinos y batallas de la Segunda Guerra Mundial (con el dibujo muy subordinado a extensos choclos de texto) y comics autobiográficos donde narra sus propias experiencias como marinero en un buque de guerra yanki durante dicho conflicto. A pesar de algún golpe bajo (y de un dibujo por momentos precario), estas últimas historias son realmente fuertes, impactantes y conmovedoras.
Aventura clásica de alto vuelo, misterio, guerra, comedia, drama, twists extraños a los orígenes de algún superhéroe… esto tiene de todo menos obviedades. Y como casi todo está dibujado a un nivel altísimo, por uno de los grandes maestros de la historia del Noveno Arte, hay que tenerlo, de una.

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