Diez años tarde, me tocó leer esta precuela a Top 10 escrita por Alan Moore y dibujada por Gene Ha, esta vez sin la colaboración de Zander Cannon. The Forty-Niners (si bien está claramente dividida en cuatro capítulos) se publicó como novela gráfica, así, de un saque, sin pre-publicación en comic-books, y gracias a esa sabia decisión Ha se pudo tomar todo el tiempo del mundo para dibujarla él solito.
El resultado es nada menos que el mejor trabajo en la carrera de Gene Ha. Visualmente este comic es hermoso, es una exquisitez, un clásico inmediato. Buena parte del mérito le corresponde a Art Lyon, un colorista al que yo no conocía y que me sorprendió por su técnica (tremendamente europea) y por lo bien que se complementa con el dibujo de Ha. Los apuntes biográficos que vienen al final del libro nos revelan que en este trabajo fue asistido por su esposa Ellen, que es artista plástica. Y la labor de Ha es realmente magnífica: la dedicación que se ve en los fondos, el ingenio para crear una ciudad del futuro tal como se imaginaba que sería el futuro en 1949, la acción, las expresiones faciales, los diseños de los trajes de los “science-heroes”, la reconstrucción histórica de esa posguerra atravesada por una miríada de elementos fantásticos, que a su vez esconden referencias a comics, novelas y seriales cinematográficos de aquella época… todo está cuidadísimo. Y lo más loco: no sé cómo hacen Ha y Lyon, pero todas estas proezas visuales, toda esta fiesta para los ojos, no nos impide engancharnos con la historia, sino todo lo contrario: está 100% puesta al servicio de la narración.
En cuanto a la historia en sí, me parece que le faltó un poquito de fuerza. Digo, al conflicto central entre buenos y malos. El resto está perfecto: básicamente, lo que hace en esta graphic novel el Mago de Northampton es retro-injertarle un origen a Neopolis, la ciudad donde transcurre Top 10. Es un Top 10: Year One, en el que vemos cómo, por qué y quiénes apuestan por el desarrollo de Neopolis y cómo empieza a cobrar forma la fuerza policial que la va a patrullar, a la que 50 años después veremos (en la Top 10 original) funcionar al máximo de sus capacidades. El foco grosso está puesto en esos elementos y en una historia de amor entre un chico de 16 años y un señor de 30, muy bien llevada, sin morbo ni impactos baratos.
Obviamente, si tenés fresca la Top 10 original vas a pescar un montón de guiños puestos por Moore de forma totalmente deliberada. Repasá la saga original y seguro que cualquier personaje que en 1999 viste con más de 60 años, acá aparece joven. Héroes, villanos, personajes secundarios, lugares, todo el universo Top 10 acá se ve reflejado 50 años antes de la saga más conocida. Y la genialidad más sutil quizás sea el hecho de que en esta precuela casi no hay superhéroes (o science-heroes). Los que hay son veteranos que tuvieron su período de gloria en la Segunda Guerra Mundial, y ese tema sobrevuela bastante la novela gráfica: ¿qué hacemos con estos tipos y minas con superpoderes a los que ya se les terminó la época de esplendor? Esto me parece brillante porque es una prueba más de lo mucho que Moore tiene estudiada la historia del comic yanki. En 1949, buena parte de aquel primer boom inicial de los superhéroes se había ido a la B y en los kioscos sólo resistían unos pocos sobrevivientes, ya lejos de la hegemonía de la primera mitad de la década. Eso se ve (no en primer plano, sino hilando un poquito más fino) en The Forty-Niners y me encanta como apunte meta-textual.
De todos modos, no te quiero mentir: The Forty-Niners no está ni ahí entre las mejores obras del Mago, y si no sos fan de Top 10 lo más probable es que no te logre atrapar. Si te prendiste fuego con Top 10 y querés más, ahí sí, entrale con confianza que la vas a pasar bomba. Si sos completista y querés tener todas las obras de Alan Moore, también, se recontra-justifica comprarla, porque el Mago no tiene muchas obras ambientadas en ese período histórico, rara vez escribe precuelas de sus obras y creo que nunca había contado una historia de amor entre varones. Y si sos de los que compran comics por los dibujos, salí ya a matar, a robar, a tirar gas pimienta por la manga de estadios de futbol, pero no dejes pasar The Forty-Niners, porque lo que hicieron acá Gene Ha y Art Lyon es una cátedra definitiva, que te va a obligar a cambiarte la ropa interior varias veces en sólo 96 páginas.
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3 comentarios:
Probablemente el título haga referencia a la gran ola migratoria (nacional e internacional) de 1849 que llenó las tierras de California de buscadores de oro. Por la Golden Age y esas cosas.
Lo lei en su momento y coincido, es una obra menor pero no por eso menos disfrutable.
Da la impresión que Moore se da el gusto de visitar un mundo que le encanta para contar algo chiquito, sin mayores pretensiones que un medio tono muy logrado.
El problema es que esto esta unido a Top Ten que es una de las cosas mas geniales que escribió y todos le entramos como si esto fuera una secuela o algo similar. No lo es. Si el tipo en lugar de guionista fuera un kiosquero esto sería yapa, algo chiquito, casi de regalo.
a mi me gusto mucho, es una gran obra...pero la portada es malisima! muy saturada
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