el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 12 de diciembre de 2011

12/ 12: GROO: DEATH & TAXES


Parece una joda, pero el año que viene Groo cumple 30 años! Tres décadas de excelencia pura, en las que el guerrero subnormal repartió espadazos por cinco editoriales distintas y Sergio Aragonés cosechó toneladas de premios a ambos lados del Atlántico. No es poco para una serie que empezó como una parodia de Conan...
Y lo otro que parece una joda son las propias historietas de Groo. Uno hojea el libro, ve los dibujos, y enseguida supone que va a leer una historieta cómica, que se va a cagar de risa un rato. Es así, por supuesto. Con este tomo (que recopila una saga de 2002 que yo nunca había leído) me reí mucho y en voz alta (en un bondi, encima). Death & Taxes tiene momentos muy, pero muy cómicos, orquestados con un timing y unos diálogos brillantes. Pero detrás de esa apariencia ingenua, el humor con el que nos convidan Aragonés y su eterno cómplice Mark Evanier es más negro que el ojete de Mike Tyson. Cuando te querés dar cuenta, te estás riendo de los pobres tipos que van a morir en una guerra absurda mientras los ricos y poderosos se llenan aún más los bolsillos.
Death & Taxes, en los papeles, responde la pregunta “¿qué pasa si Groo jura no volver a matar y cumple con su juramento?”. Obviamente la respuesta es graciosísima. Groo sin matar sería algo así como Macri sin mentir, algo a esta altura impensable. Pero eso es el plot, la consigna que guía la trama. El tema del que habla la historia es la guerra: cómo se financia, qué efectos tiene, a quiénes beneficia. Y da la casualidad de que esto se escribió a fines de 2001, justo cuando el “ataque terrorista” a las Torres Gemelas le dio al borracho-genocida-retrasado mental de George W. Bush la perfecta excusa para llevar adelante una nueva guerra, en la que miles de chicos murieron y en la que unos pocos avechuchos la levantaron en pala.
O sea que el atractivo es doble: hay una historia divertidísima de Groo, que sabés que va a terminar muy mal, y hay una bajada de línea inteligente, atrevida, punzante, que nos invita a reflexionar acerca de uno de los temas candentes de nuestros días. La última vez que visitamos a Groo (Octubre de 2010) nos encontramos con un manual que nos explicaba las crisis cíclicas del capitalismo, en Hell on Earth el tema es el medio ambiente y acá, los mecanismos económicos y financieros de la guerra. Parece una joda (repito mil veces) pero una historieta humorística de ambientación fantástica puede tocar esos temas y además lo puede hacer con altura, con clase, y sin resignar su comicidad.
Con casi 30 años a sus espaldas, el equipo de Groo está aceitadísimo: Evanier, además de asistir a Aragonés en el armado de los guiones, la descose en los diálogos. Tom Luth se luce a la hora de colorear los complejísimos y laburadísimos dibujos de Sergio, y el sensei Stan Sakai (al que conocimos este año en Mendoza) rotula todo a mano con una calidad con la que sueñan varios de los rotulistas digitales.
Por supuesto, por encima de todos está la sombra del Más Grande, de un Sergio Aragonés gigantesco que domina el dibujo humorístico con una solvencia cada día más impresionante. Lo más impactante son los detalles: esas escenas con cientos de soldados, cada uno con su uniforme, sus armas, sus cascos y escudos llenos de dibujitos, calaveritas, joyas incrustadas, detalles microscópicos que Sergio conserva y cuida viñeta a viñeta y que podrían tranquilamente no estar. Hace ya muchos años que el estilo de Aragonés no cambia, ni evoluciona, pero es que ya no hay nada por mejorar. Ya el universo de Groo es eso, se ve así y está perfecto. Así lo queremos, así lo sentimos, así nos parece creíble.
Death & Taxes no es Historieta Perfecta por un sólo motivo: si nunca antes leiste comics de Groo, no entendés un par de cosas importantes en la trama. Pero para los fans del errante, esta es una saga absolutamente imprescindible, gloriosa de punta a punta.

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