el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 18 de diciembre de 2011

18/ 12: CRASH! Vol.13


Esta es una verdadera rareza. Durante varios años, en Bolivia se editó la revista-libro Crash!, que generalmente reunía trabajos de un montón de autores bolivianos, más algún invitado especial, que generalmente era un autor europeo o latinoamericano que había asistido o estaba por asistir al festival Viñetas con Altura. Pero en algún momento de 2006 salió este extraño tomo en el que el coordinador habitual de Crash! (el maestro Frank Arbelo) cedió su lugar a otra bestia del comic contemporáneo, el español Miguel Brieva, para realizar un número de la antología íntegramente compuesto por material de autores españoles, clásicos y modernos. Brieva seleccionó a un grupo de sus colegas y todos aportaron material ya publicado previamente en España, pero que no se conocía en Latinoamérica. Veamos con qué nos encontramos.
Abre la antología Darío Adanti, más argentino que el dulce de leche, pero residente hace muchos años en la Madre Patria. Adanti aporta una historieta de seis páginas y una de dos, ambas brillantes. La más larga tiene grandes chances de ser la mejor de todo el tomo.
El bizarro Paco Alcázar aporta un puñado de historietas muy breves, de las cuales la mejor, Destruir es Fácil, parece escrita por Gustavo Sala. Lástima que se nota demasiado que fue pensada para publicarse a color, si no también subía al podio.
Lo de Juan Berrio es elegante, pero también bastante frío. La primera historia naufraga en el mar de la intrascendencia y la segunda hace gala de un excelente manejo de un recurso muy original para narrar varios cachitos de historia en paralelo.
El propio Miguel Brieva aporta dos historias de cuatro páginas, ambas excelentes. La primera, Ultimas Noticias de Animalandia, es sencillamente genial y le disputa el primer puesto a la de Adanti, sin ninguna duda. Además el dibujo es perfecto, incluso cuando opta por una grilla de cuatro tiras de viñetas, con cuadritos muy chiquitos. Impecable.
El maestro Carlos Giménez, prócer indiscutido del comic español, también tiene dos historietas de cuatro páginas, pero ya las vimos en otra antología del madrileño, reseñada este año en el blog. Creo que fue en Sabor a Menta. Figurita repetida, pero finoli.
Le sigue otro monstruo que trabaja profesionalmente desde los ´80, pero al que nunca se le dio el reconocimiento que se merece. Keko (que de él se trata) se despacha con una de 8 páginas absolutamente brillante. Otra joya para el podio, de una.
Linhart era el único que no me tenía entre sus fans. Lo que mandó para Crash! me pareció visualmente atractivo (aunque muy derivado del estilo de Charles Burns), si bien los guiones me convencieron hasta por ahí nomás.
Otro clásico fundamental es Max, que acá aporta tres historias cortas de su personaje Bardín el Superrealista, una creación de gran vuelo poético, de mucha libertad, pero muy propenso a la fumanchereada que no se termina de entender. De todos modos, las historietas tienen textos exquisitos y unas imágenes devastadoras.
Miguel B. Nuñez también mete dos historias de cuatro páginas, muy jugadas a los guiones, que son inquietantes, sórdidos y repletos de buenos diálogos. En ambos casos los planteos son un poco ambiciosos para cuatro páginas, pero a Nuñez le queda muy bien el yeite de meter miles de viñetas en cada página, con lo cual pilotea muy decorosamente el poco espacio que tiene para desarrollar las historias.
Me entero gracias a los textos de esta antología que el alucinante Santiago Sequeiros nació en Buenos Aires. No da para considerarlo argentino, porque creo que vivió casi toda su vida en España y toda su obra se gestó allá. Acá, fiel a su costumbre, pela una historieta que se pasa de críptica, con unos dibujos de la reputísima madre, en un estilo que parece combinar a Miguel Gallardo con José Muñoz.
Y cierra Fermín Solís, un Dupuy + Berberian de la B Metropolitana que no dibuja bien, no cuenta nada interesante y no ofrece nada memorable, ni impactante, ni novedoso. No es irredimible, pero se nota que este laburo lo encaró con poquísimas pilas.
El promedio le da muy positivo a Brieva, que supo rescatar muy buen material de los autores españoles actuales y armar una mezcla que funciona tanto para darlos a conocer en un continente donde casi no se los edita, como para que el lector habitual de la Crash! acceda a una cantidad más que digna de buenas historietas. A mí, que soy hardcore fan de la historieta española, me sorprendió poco pero me gustó muchísimo.

2 comentarios:

Alex dijo...

Donde se puede conseguir?

Andres Accorsi dijo...

En Bolivia, supongo.
En Argentina no se distribuye.