jueves, 29 de diciembre de 2011
29/ 12: CASANOVA: GULA
Hora de reencontrarme con esta adictiva serie de Matt Fraction, repleta de conceptos limados, acción al palo, referencias rockeras y meta-comiqueras, runflas malignas y garches de todos contra todos.
La principal particularidad de este tomo es que el protagonista, Casanova Quinn, casi no aparece. Está, pero no lo vemos. Y todo el foco de la saga está puesto en su hermana melliza, Zephyr Quinn, la perra lasciva y traidora que no tiene reparos en seducir, engañar, torturar o boletear a quien se interponga en sus siempre retorcidos planes. El tono del relato es claramente festivo. Si bien hay momentos dramáticos y heavies, la balanza se inclina irremediablemente hacia la joda, hacia la cosa bizarra, vertiginosa, frenética, en la que todo puede pasar (y de hecho, pasa).
En un comic en el que las lealtades (y hasta las identidades) son tan volátiles, meter muchos personajes puede significar un riesgo importante que –en una de esas- termine por marear o confundir al lector. Fraction asume ese riesgo a lo guapo, con una docena de personajes importantes, entre ellos buenos y malos de distintas organizaciones secretas, gente de otras dimensiones, del futuro, clones, muertos que resucitan, personajes ya presentados en la saga anterior, personajes nuevos... Pero aún así la magnitud del elenco no alcanza a confundir al lector, ya que la entrada y salida de escena de cada uno de estos tipos, minas y bichos está perfectamente justificada y –si hiciera falta- explicada.
Muchos de estos personajes se conocen de antes, y Fraction se luce muchísimo con los flashbacks, que interrumpen la narración “del presente” con muchísimo criterio y sin extenderse más de lo realmente imprescindible. Las relaciones entre estos personajes (viejos rencores, nuevos romances, etc.) están tan bien exploradas que por momentos le disputan el protagonismo a la trama de espionaje, acción y aventuras al límite. A veces fruto de esos romances y a veces meras trampas para engañar boludos, la trama de Gula está salpicada por unas cuantas escenas de sexo bastante zarpadas, muchas más que en cualquier otro comic editado por Marvel (recordemos que la serialización en comic-books corrió por cuenta de Image). Con minas como Zephyr Quinn o Suki Boutique, que le dan a lo que se les ponga adelante sin importar su genitalia, su edad o su alineación “ética”, el descontrol está garantizado y Fraction logra ese equilibro justo, en el que la historia no se basa en los garches, ni estos parecen forzados o traídos de los pelos. No es un comic porno ni erótico, pero si le sacás los garches, no es lo mismo.
El otro elemento muy notable son los conceptos limados que nombraba al principio: Fraction se tira de cabeza desde un piso 14 a una pelopincho con viajes temporales, espaciales y dimensionales, armas, agencias, mutaciones, chiches tecnológicos y hasta neologismos que podrían resultar totalmente descabellados si a) no estuviera todo en función de una historia atractiva y coherente por donde se la mira, y b) no se nos recordara permanentemente que esto es un comic con ínfima pretensión de realismo. Así como está planteado, todo cierra, todo suma, todo ceba más de lo que te descoloca.
La otra particularidad importante de Gula es que en vez de Gabriel Bá el dibujante es Fábio Moon, su hermano gemelo. Fábio es el más sutil de la dupla, el que mira más a Will Eisner que a Mike Mignola y eso se nota, aunque Fábio se esfuerce por no despegarse demasiado de la estética creada por su hermano en la saga anterior. Pobre Fábio, se rompió el culo para que la historieta se viera alucinante, pero se tuvo que fumar a un colorista, Cris Peter, que en el primer tomo dejó todo y en este tiene tiradas a chanta muy, muy evidentes. Lo mejor es dejarse llevar por la excelente narrativa de Fábio y olvidarse –en lo posible- del color, que tira un poquito para atrás. Lo más grosso a nivel visual es la historieta corta de Suki Boutique con la que cierra el tomo. Ahí yo sospecho que metió mano Gabriel Bá (probablemente en el entintado) y el color se parece un poco más al del primer tomo, que estaba mucho mejor.
Detalles mínimos al margen, Gula es una gran historia dentro de esta serie que se va haciendo adicción. Actualmente el sello Icon de Marvel está serializando una nueva saga (Avaritia) y ya cuesta un huevo esperar a que salga el TPB para leerla. Mérito irrefutable del pulpo Fraction y los Gemelos Fantásticos.
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1 comentario:
Creo que Cris Peter funciona mejor con Gabriel Ba que con Moon, al que le van mejores las acuarelas. Lamentablemente Marvel-Icon tuvo recortes de personal y le rajaron al editor-coordinador- o como se llame...asi que todo mal, pero aun asi propetieron mas de Casanova: Avaritia para 2012. Saludo!
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