Me quedaba sin reseñar este tomito de A1, que también recuperé tras haberlo perdido como un subnormal. Lo voy a repasar de atrás para adelante, para joder.
Alan Moore y Steve Parkhouse ofrecen un episodio de The Bojeffries Saga totalmente indescifrable, narrado en forma de ópera. Los personajes en vez de hablar, cantan… pero vos no escuchás la música. Y encima hablan de temas totalmente acotados a la vida cotidiana en los suburbios de Londres (creo). No me aportó nada.
Graham Marks y John Bolton vuelven con sus historias cortísimas en las que juegan a homenajear a artistas plásticos reconocidos. Esta vez se meten con la obra de Giuseppe Arcimboldo y no les sale perfecto, pero tampoco está mal. El dibujo, fastuoso como siempre.
Bill Sienkiewicz aporta una breve historia con guión propio, en la que busca una onda poética, en la que la belleza estética le gane al contenido e incluso a la narrativa. Lo logra, pero como pierde la narrativa, no me convence ni aunque el dibujo sea majestuoso.
James Robinson cuenta una historia familiar fuerte, jodida, mezclada con un toque de ciencia-ficción y bastante de política latinoamericana. Pareciera ser el prólogo a una historia más larga, pero así como está, funciona. El dibujo de Phil Elliott está bastante bien.
Glenn Fabry vuelve a dar cátedra de dibujo realista en una nueva entrega de Bricktop, la historia que continuaba de número a número de A1. Andrew Stickland y Richard Barker (a los que nunca había oído nombrar) aportan una historia muy cortita (apenas dos páginas) que tampoco me cerró, ni a nivel guión ni a nivel dibujo.
Alan Martin y Jamie Hewlett, los creadores de Tank Girl, ofrecen una historia titulada Hell City, que tiene 10 páginas… pero texto para 24. Esto mismo, contado en más páginas con los diálogos y bloques de texto mejor repartidos, sería excelente. Así como está, es difícil de leer. De todos modos, el dibujo de Hewlett la rompe.
Una tradición de A1 era la de incluir historias cortas de personajes que tenían su propia serie en otra editorial, material extra, que de alguna manera conectaba con sagas más ambiciosas y con muchos fans. Esta vez no hay una esas, sino TRES.
La primera es brillante. James Robinson y el grossísimo D´Israeli se mandan una historia corta de Grendel muy fiel al espíritu de Matt Wagner y ambientada en una etapa poco explorada del fascinante ciclo grendeliano. Jan Strnad retoma a Dalgoda, su personaje de principios de los ´80, para una historia en tono de comedia, muy divertida, con mucha acción, buenos chistes y los magníficos dibujos del ídolo Kevin Nowlan.
Y además, por primera vez en idioma inglés, acá aparece In the Heart of the Inexpugnable Meta-Bunker, la historia corta de Jodorowsky y Moebius que se desprende del Incal y da pie a lo que luego sería La Casta de los Metabarones. Un clásico instantáneo, que además forma parte de un dossier dedicado a Moebius, donde aparecen otras dos rarezas del genio eterno: ocho páginas de dibujos bastante inconexos (casi todos maravillosos) extraídos de uno de sus cuadernos, y Moebius Circa ´74 que no es otra cosa que una “historieta” de ocho páginas en las que el autor adapta al comic un fragmento de una entrevista que le concede a Numa Sadoul. Un Moebius todavía joven y bastante hippón contesta casi todo en joda y lo bardea al pobre periodista, pero entre toda esa payasada hay respuestas interesantes, que sumadas a los dibujos del maestro (hechos medio a los pedos, pero bue) dan un resultado positivo.
Como siempre, la combinación de papa fina, sorpresas, rarezas y nombres muy power hacen que cada tomito de A1 sea un clásico. Y un tesoro que vale la pena buscar y capturar, cueste lo que cueste.
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2 comentarios:
Hola, la portada es de Bisley o de un copion?...
Es del mismísimo Simon "la Bestia" Bisley.
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