el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 30 de julio de 2015

30/ 07: DIAS GRISES

Sigo mi recorrida por la historieta española actual y me encuentro con esta novela gráfica de 2008, íntegramente a cargo de Guillem March, hoy bastante conocido por su trabajo como dibujante en el mainstream de DC, principalmente en Catwoman.
A nivel gráfico, este es un March bastante más salvaje que el que se ve en Catwoman, un dibujante que se esfuerza menos por agradar a todo tipo de lector, que le busca la vuelta a la diagramación de la página sin caer en la estridencia y que aplica él mismo el color, con técnicas mucho más expresionistas, más raras y más diversas que las que se suelen ver en los comics de superhéroes. Días Grises, por su extensión, parece pensado para el mercado francés. Sin embargo, tiene una cantidad de primeros planos y planos detalle que los franceses no se fuman ni ahí. Quizás me equivoco y está hecho especialmente para el sello Dolmen, que es quien lo editó en España. Visualmente, es un trabajo muy sólido, muy consistente, con los saltos al vacío justos para que el lector no se aburra y tampoco se pierda en los vericuetos de un relato bastante arriesgado, poco convencional.
El guión de Días Grises nos propone sumergirnos en una pesadilla de obsesiones, paranoias, mentiras y cuernos, ambientada en el mundo real, en un suburbio cheto, de casas con jardín y pileta, como podría ser Martínez o La Lucila. O más lejos, porque en un momento dicen que para llegar a la capital hay que manejar varias horas. Lo cierto es que en esas casas tipo country se desarrolla la tragedia que involucra a David, Víctor, Martín y a las mujeres que los atormentarán. March nos cuenta toda la historia desde la óptica de David, el único personaje al que le permite narrar en primera persona… y el que se va a llevar no sólo el mayor protagonismo, sino también la peor parte.
Para simplificarla groseramente, podríamos decir que Días Grises es la historia de cómo David se vuelve loco. Pero por suerte hay más elementos interesantes: March habla de la pareja, de las expectativas de hombres y mujeres, de la fidelidad, de la presión que ejerce la cultura empresarial capitalista sobre sus adeptos… Es una historia en la que el sexo tiene mucho peso y aún así no hay escenas eróticas fuertes. A la inversa, March nos impacta con tremendas escenas de violencia, de las cuales muchas no suceden en la realidad, sino en la mente trastornada de David.
No quiero contar nada del argumento, porque es complejo y está muy bien sembrado con intrigas que se resuelven recién al final y que conviene no spoilear. Lo importante es que Días Grises, sin ser la gema del infinito que te va a cambiar la vida, es una buena historieta, con ideas originales, un desarrollo ganchero y buenos dibujos.
Ojalá en un futuro no muy lejano Guillem March apague la maquinita de hacer chorizos y resigne un poco de la facturación que le debe generar su laburo en DC para volver a probar suerte con obras más personales, donde se luzca más su impronta autoral. Días Grises da testimonio de que podemos estar ante una voz realmente interesante dentro de lo que es el comic de entretenimiento, sin demasiadas pretensiones pero con una efectividad muy notable.

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