el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 18 de julio de 2015

18/ 07: LOS SURCOS DEL AZAR

No sé si Los Surcos del Azar es el mejor trabajo de Paco Roca, pero seguro es el más importante. El autor dedicó muchos años a investigar y varios a dibujar esta historia vibrante, conmovedora, basada en hechos reales tan grossos que parecen ficción.
Como Art Siegelman en Maus, Roca se convierte en personaje para coprotagonizar un montón de escenas que tienen que ver con las bambalinas de su extensa entrevista a Miguel Ruiz, el verdadero protagonista de esta epopeya. La relación que se va entablando entre Roca y Ruiz, los diálogos, la tensión, la complicidad, es una parte central de la novela gráfica. También como en Maus, las memorias de este viejito de 94 años serán las que le den su forma definitiva a la historia, las que aporten los detalles que Roca no encontró en los libros, porque la historia oficial los dejó afuera. En el rescate de esos detalles, en ese pase de magia que hace subjetiva, personal y cercana a la epopeya de estos soldados españoles está el alma de Los Surcos del Azar.
Y ya que estamos coqueteando con esa idea, me la juego y la tiro sobre la mesa: Los Surcos del Azar es el Maus español. Mil veces mejor dibujado, con el texto mucho mejor distribuído y sin ese artificio medio torpe de dibujar a los nazis como gatos, a los judíos como ratones y demás. Acá los buenos, los malos y los veletas se definen por sus actos, no por su aspecto. El resto es muy similar: el viaje por la memoria de un viejito que “sangra historia” y que sobrevivió a situaciones terribles entre 1939 y 1944, emprendido por un joven historietista convertido en personaje secundario.
Para mi gusto, el relato de Miguel Ruiz es más fuerte que el de Vladek Spiegelman, por dos motivos. Primero, porque no es una mera víctima. Ruiz la pasa muy mal (sobre todo en ese tramo desolador en el desierto africano), pero el tipo es un soldado, un luchador que no se come ni la punta, y que hasta último momento va a esperar esa chance de jugar la revancha, de responder a la crueldad con más crueldad. Buscando el desquite va a encontrar la gloria y ese trueque de padeceres por laureles me resultó brillante, sobre todo porque Ruiz no va por la vida mostrando el brillo de su chapa, sino que se repliega al anonimato.
Y el otro motivo decisivo: esta historia, la de los españoles que pelearon en la Guerra Civil de su país en el bando republicano, se tuvieron que ir con el culo muy roto y terminaron por integrarse a las tropas aliadas para combatir a los nazis en la Segunda Guerra Mundial, es mucho menos conocida que la del drama de los judíos en los campos de concentración del nazismo. Hay muchos menos textos, no sé si hay películas, casi seguro no había historietas sobre este tema… o sea que el valor documental del trabajo de Paco Roca es enorme y sirve para descubrir algo así como una aventura épica, oculta en los pliegues de la historia real.
Ni hace falta hablar del dibujo. La verdad es que visualmente este trabajo se asemeja bastante al anterior de Roca (El Invierno del Dibujante, reseñado el 27/07/11) y acumula más logros de los que se pueden enumerar en este espacio. Me quedo con otro aspecto de esta obra (acerca de la cual se podrían escribir libros enteros) que es su amplitud de espectro. Es una historieta documental, por momentos es una historieta bélica, por momentos gana el costumbrismo, por momentos crece una trama romántica, los tramos en el presente mezclan autobiografía con slice of life, la tensión dramática atraviesa de punta a punta las más de 300 páginas de la novela, los diálogos te tiran casi de keruza algún chispazo de humor aunque más no sea irónico… Acá hay realmente de todo y para todos.
Los Surcos del Azar, amigo viñetófilo, entra con holgura en la categoría de Historieta Perfecta. Si bien es un hardcover español de muchas páginas de esos que acá valen un huevo y la cáscara del otro, cada centavo que pagues por llevarte esta maravilla de Paco Roca a tu biblioteca será ampliamente compensado por una lectura sencillamente inolvidable. Y si sos español y todavía no tenés este libro, andá tramitando la nacionalidad malaya, sudafricana o neozelandesa…

1 comentario:

Sucubo dijo...

A mi el recurso de los animales de Maus no me resulta berreta. Me parece que obedece a una tradición de los funny animals de larga data y por otro lado impone un distanciamiento respecto del tema que lo evita caer en el melodrama y el golpe bajo a lo Benigni. Basta comparar el tratamiento que hace Spielberg del mismo tema con ese blanco y negro solemne como pedo de ingles para entender porque el dibujo funcional y las caras de gato funcionan para evitarlo.
Igual los surcos del azar es un libro de la hostia.