Este es –hasta ahora- el mejor tomo de Hellblazer desde que llegó Peter Milligan. Al igual que el tomo anterior, arranca con un arco de cuatro episodios dibujado por el italiano Giuseppe Camuncoli y cierra con dos episodios a cargo de Simon “la Bestia” Bisley, que además ilustra todas las portadas.
La primera saga es redondísima: John quiere resucitar a... alguien que murió en una saga anterior (no se lo spoileemos a los que todavía no se engancharon con la serie) pero está muy manchado de atrocidades y necesita purificarse. Por eso viaja a la India, a la ciudad de Mumbai, un lugar extraño, en el que el plano espiritual anda medio revuelto y donde se va a encontrar con productores de Bollywood, gurúes truchos, sabios ancestrales y demonios de enorme poder.
Es una saga trepidante, repleta de momentos escabrosos, con los excelentes diálogos de siempre y con dos agregados muy notables: por un lado, el contrapunto entre la cultura occidental y la oriental. Constantine cree que los conjuros funcionan igual en todas partes, pero resulta que no, que en Oriente las cosas se hacen distinto, el viaje de las almas al Más Allá es distinto y de pronto nuestro hechicero de la B Metropolitana se da cuenta de que no la tiene tan clara como creía. Por el otro lado, Milligan no se olvida de lo otro que hace grossa a esta serie: la bajada de línea socio-política. Entonces vincula al villano con la época en la que India era una colonia del Imperio Británico y los milicos al servicio de Su Majestad hacían lo que se les cantaba las reales pelotas con los pobres hindúes.
Lo único medio inexplicable es cómo, de la nada, se aparece en Mumbai y se le prende de la... gabardina a nuestro ídolo Epiphany Greaves, la joven alquimista que hasta el tomo anterior era un personaje secundario y acá ya cobra un rol muchísimo más protagónico. Okey, la minita está caliente con el veterano, pero de ahí a irse a la India a buscarlo, es un poco demasiado. Por suerte se ve que Milligan tiene muy claro lo que quiere hacer con este personaje, o sea que suma mucho tenerla ahí, revoloteando alrededor de John, ya sea para darle una mano cuando la cosa se pone espesa, o para verduguearlo por su avanzada edad.
Y si a vos lo que te gusta es el aspecto socio-político de Hellblazer, la segunda saguita, con John de nuevo en Londres, te va a partir la cabeza. Acá, al maestro Milligan se le ocurre una nueva manera de contarnos lo intrínsecamente hijos de puta que son los conservadores ingleses y encuentra la forma de meter en el medio a Constantine, a Sid Vicious, a varias entidades místicas, a patotas skins y barrabravas y hasta un flashback a 1979, cuando John era joven y punk y se veía venir la oscura época de Margaret Thatcher como Primer Ministro del gobierno británico. Son 44 páginas brillantes, con violencia, drogas y recuerdos de otras épocas en las que los pibes escupían a los músicos a los que veneraban al ritmo de Anarky in the U.K.
Mínima mención al laburo de los dibujantes. Camuncoli, excelente como siempre. Una vez más, dibuja a Constantine demasiado joven, pero se luce al dibujar la India y sobre todo al demonio hindú, perfectamente coloreado (con colores planos y estridentes) por Patricia Mullvihill. Y lo de la Bestia ya está totalmente fuera de escala. Olvidate de Lobo, de Slaine, de Judge Dredd, de todo. Comparado con esto, todo lo que dibujó Bisley antes de Hellblazer es basura pochoclera con gusto a esteroides en mal estado. Acá aparece el Bisley definitivo, el más completo, el más maduro, el que mejor narra, el que mejor fluye. Okey, no entinta ni colorea. No hace falta, prefiero que lo coloree Brian Buccellato y que la Bestia se concentre en los lápices, porque nunca dibujó ni se vio mejor. Y además dibuja al ídolo como un cincuentón hecho crosta, como debe ser.
Si en algún momento dudaste de subirte al bondi de Hellblazer manejado por Milligan, no lo dudes más. Es un viaje de ida alucinante, jodido, hipnótico, doloroso, truculento y muy gracioso. Milligan ya está cerca de convertirse en el guionista que más números escribió de esta serie y donde te descuides, se puede llegar a convertir en el mejor. Te lo juro por Nergal.
miércoles, 25 de abril de 2012
25/ 04: HELLBLAZER: INDIA
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6 comentarios:
Me parece a mi o constantine dibujado por bisley es bisley?
Me parece que Bisley es más fulero...
Bisley es un gato
Tu reseña me convence al 90% de comprar este título, tengo los dos anteriores y Hooked me gustó especialmente. Lo que me había alejado de India eran varios reviews de compradores que la encontraron floja y hasta recomendaban saltarsela y seguir con el tomo que viene después. Milligan tiene el talento de mostrarnos un Constantine que es un hijo de puta , pero muy querible no sé cómo lo hará pero le sale.
garpa arrancar a leer hellblazer con la etapa de milligan, o no voy a entender un catzo?
Se entiende todo, maestro.
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