¿Alguna vez pensaste que en un comic de Marvel ibas a oir hablar de conceptos tales como la Ciencia Mayor, la Matemática Muda, la Verdad Silente, las Artes Ocultas, la Alquimia Secreta, la Iluminación Total, la Muerte del Caos o el Motor de la Máquina Humana? No, verdad? Y menos en profundidad, en serio. Si encima te digo que los protagonistas de esta serie son Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Nostradamus y Nikola Tesla, supongo que me recomendarás enfáticamente que deje de consumir drogas duras, por lo menos los días de semana.
Lo cierto es que, gracias a la chapa acumulada en otras series, algún demente dejó que el maestro Jonathan Hickman hiciera acá lo que se le cantaran las bolas y pocas veces la aplicación del criterio lírico-genital dio mejores resultados. Gracias a un personaje-trampa (pensado para atrapar al lector, captar rápidamente su atención y meterlo de lleno en una trama complejísima) Hickman se da el lujo de explorar toda una faceta inexplorada de la Historia de la Humanidad, hábilmente mezclada con la mitología del Universo Marvel. ¿Alguna vez se te ocurrió que los antiguos egipcios podrían haber repelido una invasión de los Brood? ¿O que Galileo Galilei pudo haber encontrado una forma para que la Tierra zafara del hambre de Galactus en el año 1582? A Hickman se le ocurrió todo eso, más una logia a nivel mundial más antigua que Cristo, una ciudad oculta por sobre Roma y un pichón de Celestial traído a nuestro planeta desde el sol por el propio Da Vinci y con eso (más un montón de pistas grossas de lo que pasará en el Vol.2) armó una saga de 12 números cuya primera mitad es memorable.
Lo más raro es que no hay gancho. Casi no hay acción, no hay personajes reconocibles para el lector habitual de Marvel... esto va para otro lado. Lo más ganchero deben ser las secuencias en las que Howard Stark (papá de Tony) y Nathaniel Richards (papá de Reed) se enfrentan a Nikola Tesla, también conocido como “Night Machine”, y padre a su vez de Leonid, el chico con el que Hickman nos invita a identificarnos. El resto es runfla, conspiraciones, data muy elaborada acerca de para qué sirve el conocimiento, hacia dónde evoluciona la Humanidad y cómo evitar que se termine el mundo. Hay malos, hay buenos, hay sutiles referencias a otras ideas ya vistas en el Universo Marvel, pero la posta es que nunca leíste nada parecido al SHIELD de Jonathan Hickman. Y andá a saber si alguna vez Marvel vuelve a publicar un comic tan jugado y tan distinto a todo como es este.
El dibujo corre por cuenta de Dustin Weaver, un excelente dibujante al que ayudan mucho la dupla de coloristas integrada por Christina Strain y Justin Ponsor. La puesta en página de Weaver es formidable y no hay un sólo cuadrito en el que no se rompa el culo para sorprender con algún fondo, máquina, vestimenta, arma o vehículo alucinante. Visto así, a color y con todos los efectos gráficos que te puedas imaginar, esto es genial. Yo sospecho que en blanco y negro, el dibujo pelado de Weaver debe ser más... no quiero decir “del montón”... menos impactante. Por ahí sería una especie de Brent Anderson más moderno, más jugado a la hora de la composición de las viñetas y las páginas. Es raro ver a un tipo con un estilo tan ganchero, tan atractivo, en un comic no oscuro porque no es necesariamente dark, pero raro, totalmente inusual para el mercado yanki.
Y bueno, Hickman lo hizo. Un comic de misterio y conspiraciones, con un poquito de machaca, revelaciones increíbles y una apuesta muy riesgosa: la de crear dentro del mainstream (o casi) un comic inteligente, que invite al lector a pensar desde otra óptica tanto la historia del mundo como la del Universo Marvel. La palabra clave acá es “pensar”. Y eso hace de SHIELD un comic valiosísimo y sumamente recomendable.
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9 comentarios:
Andrés: Suena realmete interesante y loquísimo. Me recuerda un poco a Morrion en Doom Patrol y lo que he leído the The Invisibles. Un par de dudas menores Sale Nick Fury? y la otra es que Tesla es anterior a Howard Stark y Nathaniel Richards, al menos 20 años, no es que importe mucho en realidad nada, sólo quería señalarlo.
Andres, la posta es que hace rato le tengo leche a esta serie. El tema es el siguiente, hace poco arranque a leer comics en Ingles y quería saber si los diálogos son muy jodidos, o crees que se van a poder entender bien. Sino trato de pegar la edición de Panini.
Saludos!
Me cebaste Andrés, ahora tengo que conseguirlo! Suena realmente interesante. De Hickman había leído "Secret Warriors" y me voló el bocho. Tendría que buscar más material de este tipo.
Patricio: Nick Fury no aparece, al menos en esta primera mitad.
Nikola Tesla es bastante mayor que los padres de Tony y Reed, pero como hay constantes viajes y desplazamientos temporales, no se nota tanto.
Y no, no se parece casi nada a la Doom Patrol de Morrison.
Eibel, por la complejidad de esta serie, no recomiendo leerla en inglés si recién estás empezando.
Deimon, nunca leí Secret Warriors, a pesar de que me la recomendaron bastante. Me la baja un poco el hecho de que sean seis tomos...
Yo ya me compré un par de tomos de Fantastic Four de la etapa de Hickman y los voy a empezar cuando termine con lo de Waid y Wieringo.
Hola Andrés, una consulta, como funciona el tema de las paginas de muestra que se envian a Marvel o DC?
Me equivoco, o le choreraron la idea moore con su liga de caballeros extraordinarios?
Killer: no, nada que ver.
Anónimo: Si sos el que firma como RataMan en el sitio de Comiqueando, ya está posteada la respuesta en ese espacio.
Si, soy el mismo, gracias por responder.
andrés, hickman hace rato que viene con la misma onda en marvel. en secret warriors deja culo para arriba a shield y en pocos números se saca de encima los personajes creados por bendis (que eran adolescentes hijos de villanos) para contar la serie de nick fury "agente de nada" contra hidra, empieza muy bien y se desinfla al final.
los cuatro fantásticos esta un poco mejor lástima que no tiene un dibujante fijo, pero debe ser una de las etapas más imaginativas y sci-fi del grupo.
por lo menos debe ser el único autor marvel que se hizo cargo de anhiliation y secuelas, eso ya es un logro.
la comparación con morrison es constante, aunque para mí le falta para llegar al nivel del escoces loco, por ejemplo yo encuentro en hickman el problema que le achacan a morrison de no caracterizar bien (algo que siempre me pareció cualquiera) ya que sus personajes hablan todos igual y a veces no se los puede distinguir. chau.
D.L.
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