Otro tomo de Hellboy dedicado a recopilar historias cortas ambientadas en el pasado, cuando nuestro demonio favorito militaba en las filas del B.P.R.D., y otra vez con un elenco de dibujantes invitados que te hiela la sangre.
El que más participa es el maestro Richard Corben, con cuatro historietas. La primera en la que le da vida a un guión de Mike Mignola es la maravillosa Hellboy in Mexico: un guionazo de Mignola, dibujado como la hiper-concha de Dios por Corben, para lograr una historia realmente distinta, lejos de la media, con una intensidad y una onda que la despegan muchísimo de la típica historia del pasado de Hellboy. Como sucede muy de vez en cuando, estas 28 páginas valen lo que pagues por todo el tomo.
Hay más Corben en la inquietante Sullivan´s Reward, una historieta un poquito más “normal”, incluso con más puntos en común con lo que hacía Corben en los ´70, cuando la rompía dibujando breves unitarios de terror en los magazines de la editorial Warren. El guión no es la gloria, pero está muy bien. The House of Sebek tiene apenas seis paginitas, o sea que no hay lugar para mucho más que un poquito de machaca y un remate casi humorístico. Corben igual le pone todo al dibujo.
El gigante de Kansas dibuja también las 24 páginas de la historieta que le da nombre al libro, The Bride of Hell. Y acá sí, el guión es bastante remanido, bastante similar a varias aventuras de Hellboy que ya nos sabemos de memoria: leyendas europeas que tienen que ver con las Cruzadas, un monstruo que mata gente, un templo... La historia tiene mucho ritmo pero le falta sorpresa. Lo más grosso es que en esta historia Corben encuentra –aunque sea de a ratos- la forma de dibujar a Hellboy sin que parezca copiado de los comics de Mignola. Impresionante cómo el ídolo hace suyo al personaje prestado aunque claro, en un mundo perfecto, la infartante minita que está a punto de ser sacrificada en el altar tendría que estar en pelotas. Mientras las minas estén vestidas, nunca vamos a disfrutar de un comic 100% Corben.
Otro invitado de lujo es el gran Scott Hampton, a cargo del dibujo de la historia más extensa, una historia de vampiros que arranca muy jugada a los climas, pero termina demasiado jugada a la machaca, como si Mignola no supiera cómo aprovechar la sutileza y la maligna depravación de lo que plantea en las primeras páginas. Hampton cumple con las imágenes crepusculares, ofrece una puesta en página totalmente distinta a la que le gusta a Corben y a Mignola, peca –como tantos- de dibujar un Hellboy demasiado parecido al de su creador (casi parece un copy-paste) y si bien labura mucho con referencias fotográficas, encuentra la forma de integrarlas muy bien a la página, para que no parezca la Gran Juan Carlos Flicker.
El otro invitado grosso es Kevin Nowlan, dibujante del mega-carajo aunque con poca producción, que acá se fuma 24 páginas de uno de los guiones más flojos de la historia de Hellboy. Igual lo dibuja muy bien y le pone bastante de su propio estilo al protagonista. Además se copó y pidió colorearla y rotularla él mismo.
Y me queda una cortita, de 8 páginas, escrita y dibujada por el propio Mike Mignola. The Whittier Legacy tampoco tiene un guión demasiado inspirado ni demasiado original (tampoco se podía esperar un milagro en tan poquitas páginas) y su único atractivo es ver a Mignola dibujar de nuevo a Hellboy (cosa que hace varios años que hace poco) y dar nuevos testimonios de su imparable evolución gráfica, cada vez más orientada a la síntesis.
Y bueno, ya está. Suficientes historias cortas del pasado. El próximo tomo sí o sí tiene que retomar la epopeya actual, la que dibuja Duncan Fegredo y me tiene agarrado de las pelotas hace años. Es absolutamente imprescindible.
sábado, 7 de abril de 2012
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3 comentarios:
En un 2011 que tuvo joyas artísticas como el Daredevil de Marcos Martin o la Batwoman de JH Williams; no encontré ningún comic más bellamente dibujado que Hellboy: The Fury #3. Fegredo (junto con Dave Stewart) sencillamente la rompió. Mignola ha dejado de ser para mí el mejor dibujante de Hellboy después de leer esa historia.
Por supuesto que nadie se fijó demasiado o le dió la atención o las nominaciones a premios que Fegredo se merecía, pero no importa. Ya ha pasado a ser un grande.
El ultimo tomo, The storm and the fury es impecable.
La historia esta ok, aunque se va por las ramas de los mitos arturicos y deja de lado la fantasia nazi... que era en cierta forma el sello de hellboy.
Pero el que realmente demuestra lo que es ser un buen dibujante, es Duncan Fegredo que termina de perfeccionar esa sintesis con mignola que arranca en Darkness Call y la lleva a un nivel asombroso.
Realmente deberian haberle dado un Eisner por el laburo que se manda aqui.
Pronto lo voy a leer y lo vamos a reseñar acá en el blog.
Y sí, hasta ahora, el único dibujante de Hellboy que te hace olvidar a Mignola es Fegredo.
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