La puta madre, cómo me ensarté! Agarré este libro convencido de que iba a leer el final de la saga que empezó en el Vol.1 (lo comentamos a fines del mes pasado) y me encuentro con que 1) Acá no termina la historia, sino que se corta en un cliffhanger jodido como enema de chimichurri. 2) En España nunca se editó el Vol.3. 3) El Vol.3 no existe, jamás se publicó en ningún lado. En Francia, la serie se reeditó en 2009 con otro nombre (A-Doll.a) pero nunca fue más allá del segundo tomo. O sea que hay dos opciones: o Delphine Rieu y Javi Rodríguez se están tomando demasiado tiempo para terminar el tercer tomo, o me cagaron como de arriba de un puente, con un sorete grandote, espeso, digno de un rotweiller empachado.
Me queda un consuelo bastante pelotudo, y es que este tomo está bárbaro. Me puedo colgar varios párrafos con elogios para Rieu y la forma dinámica y atractiva en la que hace avanzar las tramas, en la que define cada vez mejor a los personajes y en la que baja una línea muy filosa, muy a tono con el futuro distópico que presenta y a la vez muy jugada para el lado de la verdad, la memoria y la justicia.
También puedo hablar maravillas de Javi Rodríguez, de su increíble solvencia narrativa, la gran expresividad de sus primeros planos y esas viñetas en las que la cámara se aleja, vemos a los personajes de cuerpo entero y nos deleitamos con ese magnífico dominio del lenguaje corporal, claramente aprendido del maestro Beto Hernández.
En fin, hay mucho y muy bueno para rescatar de este tomo (y el anterior), pero no te quiero cebar al pedo, porque la recomendación es NO comprar por nada del mundo esta serie, por lo menos hasta que se edite el final. Una lástima que no la hayan seguido. Hasta acá venía muy, muy bien.
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1 comentario:
Jajjaa.
Buenísimo!
Me cague de la risa!!!
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