Uh, qué dejá vu (diría el poeta). Por segunda vez en la semana, agarro el Vol.2 de una serie cuyo primer tomo había leído antes de empezar con el blog, para descubrir que no entendía ni me acordaba una chota, y finalmente regresar al primer casillero, a releer el Vol.1. Esta vez me pasó con Bouncer, el impactante western de los maestros Alexandro Jodorowsky y François Boucq (a tacharlos de la lista de ilustres próceres del Noveno Arte a los que este blog nunca les había dedicado ni una mísera reseña), una obra extensa iniciada en 2001 por esta dupla que en algún momento, cuando estaban haciendo Cara de Luna, se peleó para el orto, dejándola inconclusa. Pero pasaron los años, los grossos se reconciliaron y no sólo terminaron con muchas pilas Cara de Luna, sino que se reunieron para una nueva epopeya, que es esta.
La idea de que Jodorowsky y Boucq pudieran encarar un western ya era, por lo menos, atractiva. Bizarra, sorpresiva, potencialmente llena de sorpresas. Y la verdad es que el primer tomo cumple ampliamente con las expectativas que genera. ¿Querías sorpresas? Hay miles. ¿Querías un western que no se pareciera a los miles que ya existían? Esto es exactamente eso. El primer tomo sirve para presentar a los que –yo sospecho- serán los tres personajes centrales de la saga. El que más chapa acumula (y más secuencias protagoniza) es el tuerto Ralton, sin dudas el villano central de Bouncer. Los otros dos son el hermano de Ralton, quien además de haber perdido un brazo, enterró su antigua identidad y se hace llamar simplemente Bouncer; y Seth, sobrino de Ralton y Bouncer, único sobreviviente de una de las varias masacres que le vemos perpetrar a Ralton, en la que decapita a su hermano Blake, padre de Seth.
La historia de los tres hermanos (Blake, Bouncer y Ralton) y su mamá Lola (una de las prostitutas más aguerridas del Oeste, que dio a luz a sus tres hijos entre los 12 y los 16 años) ocupa un tercio del tomo, un extenso y cautivante flashback que Bouncer le narra a Seth y que ojalá continúe en los próximos tomos. En este racconto aparece un elemento que sin dudas será central, porque tiene todo para convertirse en el eje de la confrontación entre Ralton (capitán del recientemente derrotado ejército de la Confederación) y Bouncer: el botín del más espectacular robo perpetrado por Lola y sus hijos, oculto hace décadas en algún lugar que hasta ahora nadie dice conocer. Pero en el flashback queda bastante claro que Bouncer probablemente sepa dónde están escondidos los miles de dólares y el majestuoso diamante de aquel sangriento asalto a un tren, que terminó con los hermanos enfrentados entre sí.
La codicia, entonces, pareciera ser el motor de esta siniestra trama enchastrada de asesinatos, saqueos, torturas, violaciones, mutilaciones y profanación de cadáveres, en un nivel muy heavy, incluso para los standards del Salvaje Oeste. Al lado de Bouncer, los comics más jodidos de Jonah Hex son para publicar en la Genios o la Billiken.
El dibujo de Boucq es glorioso. Trabaja mucho con viñetas alargadas, horizontales, lo que los yankis llaman “widescreen”. Casi todas las páginas tienen una o dos de esas, y algunas tienen cinco o seis. En las caras, vemos a un Boucq más realista, menos caricaturesco, más cerca de un comic de Hermann (ponele) que de los delirios grotescos que pelaba en Jerónimo Puchero. Por supuesto, a la hora de dibujar westerns, ningún dibujante francés puede zafar de la sombra, de la impronta omnipresente, del insuperable Blueberry de Jean Giraud, y Boucq no es la excepción. Todo el tiempo vamos a encontrar paisajes, angulaciones, trucos de iluminación, etc., que ya vimos en algún álbum del querido Teniente. Un detalle menor, pero notorio: Boucq trabaja acá con dos coloristas... y uno es Nicolas Fructus! La bestia salvaje, el grosso entre los grossos, autor integral de la saga de Thorinth, que ahora labura con Jodorowsky en la serie Showman Killer. Un lujo absoluto.
Bueno, acá hay pasta para disfrutar de una gran serie. Veremos como sigue y lo veremos bastante pronto, porque el Vol.2 está ahí, sobre la mesa. De hecho, me mira y me dice “¿Y, boludo? ¿Ya entendiste lo que antes te dejó descolocado? ¿Cuándo volvés a terminar con lo que empezaste?”. El Vol.1 lo tengo en francés y los siguientes en castellano, así que acá se juegan una parada importante también los traductores de Norma. Que no decaiga.
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1 comentario:
Que bueno que reseñaste este maravilloso comic Andrés, para mi a gusto personal de lo mejor que leí en genero Western, me encanta Blueberry pero Bouncer tiene algo distinto que te atrapa de principio a fin sin dejar un solo segundo de leer y admirar el tremendismo arte de Boucq que asombra, que es descomunal las perspectivas que utiliza, el dinamismo de los personajes, y Jodowrosky la tiene clarísima, yo había leído solamente de Jodorowsky Pietrolino y Los Borgia, y no dude en comprarme Bouncer, me gaste un dineral que me dejo seco pero valió la pena porque Jodorowsky hasta ahora no defrauda, es un excelente guionista, muy buena reseña!!!
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