Cuarto recopilatorio del Daredevil de Mark Waid y la verdad es que, si bien me parece que esto está bastante por encima del promedio de lo que es hoy el mainstream yanki, no me animo ni drogado a calificarlo de genialidad. El primer tomo fue espectacular, el segundo buenísimo, el tercero medio flojelli y este está bien, pero no es para revolearle premios Eisner por la cabeza a nadie.
El primer episodio es un “emparchemos rápido el bolonki del arquito anterior”, una vuelta para atrás de lo sucedido en Latveria, que nos permite tener a Daredevil de nuevo operando al 100% de sus capacidades. ¿O no? ¿O de tanto manoseo mental quedó medio chapita? Eso se indagará más adelante. Estas primeras páginas le reservan un rol muy interesante a Hank Pym, al que Waid aprovecha para trazar un paralelismo entre él y Matt Murdock definido con habilidad maradoniana. Iron Man y el Doctor Strange, en cambio, están un poquito desaprovechados.
De ahí hasta el final del tomo, se vienen un montón de sacudones para el Cuernitos, que tienen que ver básicamente con sus vínculos afectivos. Foggy Nelson, la fiscal Kirsten McDuffie, una chica ciega llamada Milla Donovan que está internada en un neuropsiquiátrico y que alguna vez (creo que en los números de Brian Michael Bendis que tengo ahí, sin leer) fue esposa de Matt Murdock... todo el entorno se vuelve en contra de Daredevil, en parte como consecuencia de cagadas, negligencias y ganas de no ver la realidad, y en parte por el accionar de un nuevo villano, el Coyote, que hace un uso muy original del poder de teleportarse y mover cosas a través de agujeros negros.
Lo mejor es cómo Waid logra ensamblar la lucha de Daredevil contra el villano con el caso que tiene que resolver Matt para que la Justicia no condene a una inocente. Acá queda claro que sólo Matt Murdock puede ser Daredevil. No da, como dio con Iron Man, Batman, el Capi América, o –hasta hace muy poquito- con Spider-Man, para poner a alguien más abajo de ese disfraz. Y eso es mérito de un guionista que le pone todo al personaje, que lo define a la perfección porque lo entiende a la perfección. Después, las sagas en sí, van y vienen, hay mejores y peores. Lo que no se le puede discutir a Waid es eso, el amor por el personaje y las capas de complejidad que le puede añadir simplemente por el hecho de quererlo y comprenderlo como si fuera un amigo de toda la vida, no un héroe de papel y tinta.
Una vez más, Waid la rompe en un flashback, más precisamente el episodio ambientado en los primeros días de funcionamiento del estudio de abogados de Matt y Foggy. No quiero contar nada de la trama, pero está tan bien llevada que uno quisiera releer toda la primera etapa de Daredevil reversionada por Waid. Por supuesto suma fantastillones de puntos el hecho de que estas páginas estén dibujadas como los fuckin´ dioses por el ídolo Mike Allred, que pela unos ángulos y unas composiciones realmente magníficas.
En los cinco episodios restantes tenemos a Chris Samnee en un muy buen nivel, un poquito más “careta”, menos personal que en otros trabajos suyos. Incluso cuando renuncia a ese claroscuro que era su marca de fábrica y le salía tan bien, Samnee se muestra siempre cuidadoso en la narrativa, generoso para dibujar fondos y afiladísimo para las expresiones faciales, que acá –al girar todo en torno al posible desequilibrio mental del protagonista- tienen muchísimo peso. Y lo de “menos personal” tomalo con muchas pinzas. Al lado de la gran mayoría de los simios amaestrados para llener 20 páginas por mes en los títulos de Marvel o DC, estamos ante un artista con una personalidad avasallante, con una impronta fuerte y reconocible, a años luz de los clones de los dibujantes de moda o de los infinitos Juan Carlos Flicker. Samnee no es Allred, ni David Ajá, pero felizmente la rompe sin repetir, sin soplar y sin tirarse a chanta en un título lleno de escenas muy difíciles de pilotear.
No me acuerdo si tengo más tomos de Waid sin leer. Pero completé lo de Bendis y no veo la hora (diría Matt) de entrarle a esos dos TPBs gordísimos, con bocha de números de una etapa de Daredevil muy querida por los fans. Excelsior!
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8 comentarios:
Andres ¿se consigue BLACKSAD, en Capital Federal?
¿Algún libro sobre John Kricfalusi ? Saludos, estupendo tu blog como siempre :)
No conozco libros sobre Kricfalusi, y eso que fui MUY fan suyo en los ´90.
En la comiquería de mi barrio se consigue Blacksad, sí. No el último tomo, pero sí los anteriores.
Pregunta: Alguien sabe si se consigue el primer tomo de criminal?
Me falta nomas ese y soy medio reacio a leer scans
Gente, se murió H. R. Giger. Dejo una pequeña galería que encontré recién.
http://imgur.com/gallery/zW3KA
Los primeros tomos de Criminal escasean bastante. A mí me faltaba el Vol.3 y me costó un huevo encontrarlo en EEUU.
Ahora están saliendo reediciones (creo que en hardcover) que traen de a dos tomos.
Con respecto a Criminal:
"(Brubaker) revealed that he got just got the rights back to Criminal a week ago and will be moving the series over to Image."
http://comicsbeat.com/tcaf-panels-in-audio-brubaker-phillips-robbins-johnston-beaton-and-more/
Hola Andrés. Leiste el Omega El Desconocido de Lethem? Qué te pareció?
Leí un fragmento, nomás. Me pareció raro, me generó un cierto interés. No descarto, algún día, comprarlo y leerlo en su totalidad.
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