Prometí entrarle pronto al Vol.2 de esta serie y acá estoy, cumpliendo y –en una de esas- dignificando.
Este tomo me gustó menos que el Vol.1 (reseñado el 21/12/14) pero no me animo a decir que sea peor. Simplemente me parece que Geoff Johns no pone el énfasis en aquello que a mí más me había gustado de los primeros episodios, que era esa mirada entre irónica e intimista a la vida cotidiana de Aquaman y Mera. Esta vez no hay vida cotidiana. Son siete episodios de palo y palo, 140 páginas de una historia que (como suele suceder en las historias de Johns) frena cada tanto para nutrirse de algún flashback, pero básicamente va para adelante, al combate entre todo o nada entre Aquaman y Black Manta.
Y si bien cambia bastante el tono, el guionista no desactiva los subplots que se habían insinuado en el Vol.1: de a poco se responden algunas preguntas clave acerca del hundimiento de Atlantis y se pone en tela de juicio la lealtad del Dr. Shin, ese personaje intrigante, que no sabíamos bien para quién jugaba. Todo eso está muy bien resuelto. Y la machaca también, aunque si no sos fan de la machaca te puede resultar un poco mucha. La verdad es que no recuerdo otro comic de Johns tan sanguinario, tan abiertamente volcado a la violencia, con héroes y villanos tan jugados a liquidar definitivamente a su adversario. Obviamente no mueren ni Aquaman ni Black Manta, pero el villano vende muy cara la derrota y queda planteada en términos muy tajantes una relación sumamente heavy, que seguramente dará pie a revanchas, recopas y recontra-copas en un superclásico extremo como pocos.
En el medio, y para que Manta logre algún tipo de victoria, Johns introduce a cinco personajes nuevos, que –nos enteramos ahora- fueron importantes en los primeros años de Aquaman, antes de que le pusieran ese nombre y conociera a los demás miembros de la Justice League. Son personajes a priori bastante chatos, bastante genéricos, aunque con el correr de las páginas y el oficio de mi clon perdido, uno mínimamente les toma cariño, sobre todo a Vostok y Ya´wara. De alguna manera, estos personajes cuasi-de relleno pegaron al punto de haber co-protagonizado con Aquaman una serie regular que duró 12 números y que todavía está saliendo en EEUU. Así que sospecho que la mayoría de los lectores vivieron la aparición de los Others como algo más que un injerto de retro-continuidad en la vida del King Arthur.
Lo más interesante, lo que me hace mantener intacta la fe en esta serie, es que de nuevo, y por motivos muy distintos a los del Vol.1, no parece un comic de superhéroes convencional. Acá está muy enfatizada la lucha con el villano, es cierto, pero la estructura no pasa tanto por ahí sino por la típica historia de “búsqueda del tesoro”, esa competencia (acá inflada con esteroides) por los objetos valiosos o poderosos, entre rivales que bien podrían ser Indiana Jones y el Coronel Dietrich o Scrooge McDuck y Flintheart Glomgold. Con muchas piñas, con mucha sangre, con personajes de la B Metropolitana (¿sigue existiendo la B Metropolitana? Bue, mirá a dónde vengo a preguntar…) que caen como moscas, pero todo respaldado por esa estructura, no la del héroe que salva al mundo de una amenaza X.
Esta vez Iván Reis, el dibujante titular de la serie, no se pierde ninguno de los siete episodios y hay que destacarlo, porque deja la vida. Con esa estética de mainstream finoli, a medio camino entre Bryan Hitch y Jim Lee, Reis crea imágenes impactantes en épocas y escenarios muy distintos, banca los trapos en la narrativa (aunque abusa un poquito de las viñetas widescreen) y se mata en los fondos, en las expresiones faciales y en las peleas. Tiene un entintador “oficial”, Joe Prado, al que él mismo y otros cuatro entintadores asisten en la ímproba tarea de generar todos los meses 20 páginas con este nivel de detalle, en los que no se ve una sóla tirada a chanta. El color de Rod Reis también se acopla muy bien con el dibujo de Iván, así que todo se ve muy prolijito, muy lindo. Para ser comic industrial y pochoclero, esto transmite una pasión y un compromiso poco frecuentes.
Lo más probable es que, una vez que Geoff Johns deje el timón de este barco, me baje. Pero por ahora, creo que me quedan un par de TPBs por delante con este equipo, que le está encontrando vueltas nuevas a un personaje que siempre me gustó y al que es muy difícil escribir bien. Espero capturar el Vol.3 en un futuro cercano.
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1 comentario:
Seguí entrándole, que después viene un crossover con la serie Justice League (Throne of Atlantis), que también escribe Johns para esos momentos, y deja muy bien parado todo lo que venía haciendo en Aquaman, y hasta levanta lo pobre que venía siendo Justice League hasta ese momento.
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