el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 18 de mayo de 2011

18/ 05: DAYTRIPPER


Qué loco que hayamos leído una de las mejores historietas latinoamericanas de todos los tiempos en una edición de Vertigo. Pero bueno, esto es así, todos los días hay sorpresas.
Daytripper es una obra maestra, seguramente el mejor comic de autores brasileños que leí en mi vida. Es –hasta ahora- el trabajo más importante de los Gemelos Fantásticos, Fábio Moon y Gabriel Bá, y es tan bueno que desafía la capacidad de análisis y de explicación. En cada uno de sus 10 episodios nos encontramos con un mismo protagonista, Bras de Oliva Domingos, en distintas etapas de su vida. Pero no es la biografía de Bras, son fragmentos de la vida de este periodista especializado en escribir obituarios, que sueña con triunfar como novelista. Lo más alucinante es que cada episodio termina con la muerte de Bras. Lo vemos morir a los 76 años, a los 11, y un montón de veces más en medio de esos dos extremos.
Pero las muchas muertes de Bras son apenas un brochecito, el toque final, la guinda en el postre de cada episodio. Lo más grosso, lo que eleva a esta historieta al status de joya es lo que sucede en cada episodio y –sobre todo- cómo nos lo cuentan Moon y Bá. Las historias de Bras son slice of life puro. Tienen algo de comedia, algo de tragedia, romance, humor, poesía, ternura, desazón, algún pequeño misterio… pero siempre dentro de un registro mucho más cercano al de Adrian Tomine que a la historieta de acción y aventuras. Todo transcurre en el Brasil actual, magníficamente retratado. A pesar de estar publicado en EEUU, en Daytripper los tipos y minas tienen nombres brazucas, está clarísimo que los textos que escribe Bras están en portugués y que las ciudades y pueblos por los que deambula la historia son todos de verdad, y todos forman parte del Coloso de Sudamérica. Y como en la realidad, quedan cabos sueltos. Historias de amor que no llegan a concretarse, secretos que no se llegan a revelar, actitudes raras de amigos o parientes que uno nunca llega a entender… porque claro, al final de cada capítulo pasa la muerte, se lleva a Bras de modos inesperados, y todo queda ahí, trunco, a medio madurar o a medio resolverse.
También como la vida real, los conflictos que presentan los Gemelos Fantásticos en estas historias son tirando a light. Nunca está en juego el destino de la Humanidad, ni mucho menos. Son conflictos de bajísima intensidad, como los que vemos en las historias cortas de Jiro Taniguchi, por ejemplo. Lo grosso es cómo nos los muestran, cómo Moon y Bá logran meternos en la piel de Bras, vivir su vida, sufrir y disfrutar con él. A través de diálogos y secuencias magistrales, nos vamos involucrando más y más, hasta sentir que su amigo, su mujer, sus padres, su hijo, no son sólo suyos sino también un poquito nuestros.
El dibujo es alucinante. Los Gemelos dibujan mezclado, y sólo a veces se nota qué viñetas son de Gabriel y cuáles de Fábio. Entre los dos se arma una amalgama muy, muy atractiva, donde vemos cositas de Dupuy y Berberian, de David Lapham, de Joann Sfar, Jeff Lemire y Will Eisner, entre otros. Pero el punto más fuerte es –claramente- la narrativa, donde los Gemelos prueban de todo y aciertan siempre. Cada escena dura lo justo, los flashbacks están perfectamente colocados, las transiciones son brillantes, las secuencias mudas se te impregnan en las retinas, las secuencias oníricas son flasherísimas… Todo está pensado para que te sumerjas a fondo en la historia de Bras y sientas que lo conocés de toda la vida. Y por si faltara algo, el colorista es un favorito de este blog: el insuperable Dave Stewart, que se complementa con los Gemelos de un modo increíble para realzar desde su paleta todos los climas del guión y hacer un aporte fundamental cada vez que los dibujantes nos proponen colgarnos a mirar un paisaje, un pueblo, una puesta de sol.
De la mano de un tipo que vive de las muertes de otros, Moon y Bá le cantaron a la vida. Al amor, la amistad, los sueños, la dignidad. Como esas películas de mierda en las que Meryl Streep, Susan Sarandon o Glenn Close se mueren de cáncer, pero bien, con onda. No sé si en Brasil los fans le darán a Gabriel y Fábio la bola y el reconocimiento que se merecen. Por suerte, en EEUU ya tienen la chapa suficiente como para que les editen trabajos como este, que es –repito- un comic imprescindible para los amantes de la historieta de autor honesta, jugada, profunda, que se anima a soñar y que –además de entretenerte- te seduce, te conmueve y te invita a volar. Daytripper es una joya del comic latinoamericano actual, un clasico instantáneo del que se va a hablar mucho, siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito Andres, tu reseñas son de los mejor, ya tengo en mi lista comprarme Stigmata, Daytripper, Sabor a menta y 100 bullets Vol.13.
Te felicito, tu blog me abre el panorama cada dia del mundo de la historieta, de forma increible, ojala nunca dejes el blog y a ver cuando sale el segundo volumen.
Un fuerte abrazo, Matias A.

Andres Accorsi dijo...

Gracias, Matías.
El segundo volúmen va a salir a fines de Agosto.
Y el blog algún día se va a terminar. No lo voy a seguir toda la vida (creo).