el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 20 de mayo de 2011

20/ 05: FANBOY


Esta es una miniserie del milenio pasado, que yo como buen salame leí recién hoy. Depende por dónde le entres, Fanboy puede ser varias cosas distintas, y eso habla de su riqueza y su complejidad.
Por ahí lo querés leer como un meta-comic, como una historieta que habla de historietas. Ahí te vas a volver loco, porque Mark Evanier y Sergio Aragonés no sólo hablan de historieta: también bajan una línea muy grossa respecto de un montón de temas relacionados con cómo se lee la historieta, cómo se consume, cómo se produce y cómo es vista fuera del ghetto. De la caza de brujas de los años ´50 a la fiebre del coleccionismo hueco y ridículo de los ´90, los autores exploran cada tópico con aguda y con certera mala leche.
También le podés entrar como si fuera una versión yanki de Kingyo Used Books (reseñamos el Vol.2 hace poquito): un slice of life que transcurre en buena medida dentro de una comiquería, a la que Aragonés y Evanier pueblan con la típica fauna comiquera yanki, a través de estereotipos bastante obvios, pero no por eso poco atractivos, o poco logrados. El protagonista, Finster, es un personaje perfectamente construído, con quien el lector rápidamente se identifica (incluso a pesar suyo), para vivir junto con él sus “aventuras”, pero sobre todo sus sueños y anhelos (crear tu propia historieta y que sea un hitazo, levantarte a la minita más linda del curso, en fin…). Claro que Finster hace trampa: es el único que sabe que es un personaje de historieta y, por ende, rompe a menudo la cuarta pared para hablarle directamente al lector. Ahí ya nos alejamos años luz de la consigna de Kingyo Used Books, pero creeme que igual el recurso garpa a full.
Otra forma de engancharte con esta obra es encararla como un tributo de Aragonés y Evanier a la historia y la chapa de la DC, o incluso al revés, como un tributo de los grandes historietistas de fines del milenio pasado a los autores de Groo. Lo cierto es que, en muchas secuencias del libro, los personajes de Aragonés comparten viñetas con dibujos de grandes próceres de todas las épocas, como Dick Sprang, Russ Heath, Gil Kane, Neal Adams, Mike Grell, Frank Miller (que vuelve a dibujar al Dark Knight!), Dave Gibbons, Jerry Ordway, Steve Rude, Jordi Bernet, Bill Sienkiewicz, Wendy Pini, Phil Jimenez y varios más. Los invitados dibujan secuencias que suceden casi siempre en la fértil imaginación de Finster, que obviamente leyó más comics de DC de los recomendables para su salud mental. Imaginate lo grosso que hay que ser para crear una historieta en joda acerca de un geek comiquero y que todos estos tipos acepten dibujarla, y hasta te dejen que tus personajes se superpongan sobre sus dibujos. Bueno, Aragonés en EEUU es así de grosso. Y obviamente hay que ovacionar también a Tony Bedard, que fue el coordinador que hizo posible que todas estas bestias ensamblaran su trabajo a la perfección.
Hay dos cositas mínimas para criticarle. Primero, está un poco forzada la interacción entre Finster y los personajes de DC, especialmente en los primeros episodios. Uno viene cebado con el slice of life y de pronto te lo interrumpen para una pelea cósmica con Green Lantern que, por más que la dibuje Gil Kane, desentona un poquito. Igual la aparición más al pedo de héroes de DC es la de la JLA, dibujada sin ganas por Brent Anderson. Para el final, los episodios con Batman y Wonder Woman están mejor planteados.
Y lo otro: es un comic MUY pro-DC. No sólo porque hay palos bastante duros a Marvel y a Image (muchos justificadísimos), también porque transmite la sensación de que todo lo importante, todo lo definitivo en la industria del comic de los años ´30 para acá, pasó en torno a los comics de DC. Está también el tributo a William Gaines (de la E.C.), pero claro, lo identifican sobre todo con la revista MAD, que hace ya muchos años es parte de DC.
El resto, excelente. Una gran comedia protagonizada por un geek del comic, con buenos personajes secundarios, temas más que interesantes para los que nos cebamos con cualquier cosa que tenga viñetas, humor, sociología, algo de machaca, misterio, romance y la participación especial de una legión de Monstruos Sagrados del dibujo, por si fuera poco con Sergio Aragonés, que –como siempre- se dibuja la vida. No te lo pongo en la lista de los comics imprescindibles, pero sí de los que se disfrutan a full.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabes si hoy se puede conseguir en algun lado sin tener que encargarla afuera?
Gracias y felicitaciones
Alfonso

Andres Accorsi dijo...

Ni idea... Yo me la encargué afuera...

Eibel dijo...

Acá en Argentina se conseguian la edición de Vid...

Anónimo dijo...

Uh, cuanto hace que lei esto, era chico, y en esa epoca todavia pensaba en releer cosas en vez de agarrar algo nuevo (pensar que en una epoca no leia de todo, ni siquiera todo de superheroes, hasta en una epoca leia solo Spiderman, hasta el punto de que empece a leer Xmen por Onslaught, que loco eso).

Me parecia muy genial, y aunque en si creo que nunca vivi algo como lo que muestra Finster (mis gustos para las mujeres han demostrado ser contra la corriente y en algunos casos muy extraños y bizarros, por lo que nunca tenia el problema de verme atraido por las "lindas" del curso). Y lamentablemente creo que no sabia tanto de DC cuando lo lei, pero posteriores relecturas me hicieron disfrutarlo mas, tal vez ahora le encuentre aun mas cosas que antes.

El numero de Batman es totalmente el mejor, creo que los ultimos tres como mencionas son los menos forzados y mas interesantes (la aparicion de la JLA es realmente bochornosa).

Error Macross.