el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 26 de abril de 2012

26/ 04: CORAZONES ROLLIZOS Vol.1

Esto me lo compré por lo raro: un autor al que no conocía, alemán radicado en Francia, que arma una antología de relatos cortos (cinco en este tomo y cinco en el Vol.2) con onda de comedia urbana, actual, y protagonizados por chicas gordas. Sí, las rellenitas, las entradas en carnes, esas eternamente discriminadas por no parecerse a las chicas de los afiches publicitarios, esas que sufren en silencio por esos tipos que sólo les dan bola cuando todas las flacas los mandaron a cagar.
Jean-Paul Krassinsky se sumerge en el mundo de las chicas gordas, pero tranqui, sin ir al extremo. En ninguna de las historias aparecen esas gordas gigantescas, que ocupan casi dos asientos en el bondi. Las de Krassinsky son gorditas light (valga el oxímoron), pensadas para no desagradar. De hecho, son las heroínas de todas las historias. En todos los remates, las gordas quedan bien paradas y terminan por darle una lección a los varones que las seducen en plan “mesa de saldos” o a las flacas que las basurean. Con bastante ingenio y sin romper nunca el verosímil, Krassinsky le da a cada corazón rollizo un final bastante feliz.
La primera historia es la más cómica, donde menos importa explicar racionalmente lo que pasa. Gana el disparate y gana bien. La segunda es medio border, es casi una advertencia: acá la protagonista es bastante jodida. Tiene motivos, claro, pero igual es jodida. La tercera es la más dramática si se quiere, la menos festiva a pesar de que tiene secuencias muy graciosas, sobre todo las protagonizadas por Axelle, la amiga de la gordita protagónica, que tiene menos tacto que la Venus de Milo. La cuarta es flojita, predecible, sin ningún condimento que la destaque.
Y la quinta es la mejor escrita. “Sandy” parece seguir los lineamientos convencionales de “pibe ganador usa a la gordita copada de pañuelo para llorar y de yegua para galopar sólo cuando su novia titular –y flaca- le corta el rostro”, pero en las últimas viñetas pega un vuelco magnífico, rematado con fina ironía por Krassinsky. Sobre el final está, claramente, la historieta más atractiva (iba a decir “redondita”, pero sería una redundancia) del tomo.
Nada de esto es fundamental, aclaremos. No encontré en Krassinsky a un nuevo ídolo al que sumar al panteón (ya más superpoblado que Tokyo) de los Dioses del Noveno Arte. Sus historias tienen cosas lindas, la última me encantó, pero no me cambió la vida ni mucho menos. Lo que más me interesó fue, claramente, el enfoque, la consigna. Después, la ejecución... no está mal. Y por supuesto me parece chota la decisión de Glénat de respetar a rajatabla el formato francés y publicar estas 10 historietas en dos tomos y no en uno sólo, que sería mil veces más coherente.
A nivel dibujo, Krassinsky es correcto, aunque no se termina de decidir. Por momentos va hacia la línea clara, por momentos quiere ensuciar como Blain y Blutch, hay personajes más caricaturescos y otros más realistas... una mezcla que al principio suena medio rara y termina de cuajar más cerca del final del tomo. Como tienen bastante peso (cuac!) la temática romántica y las emociones, es imprescindible que los personajes se expresen con fuerza y con onda, sobre todo en los primeros planos. Eso a Krassinsky le sale bastante bien. En sus mejores viñetas, sus personajes tienen la expresividad de los de Gerard Lauzier o de Frederik Peeters. Como todo álbum pensado para el mercado francés, tenemos muchas viñetas por página y un festival de fondos recontra-laburados. Y una novedad, sumamente bienvenida: Krassinsky inventa una nueva forma de mostrarle al lector que un personaje está borracho. En la página 52 (dentro de la destacadísima “Sandy”) experimenta con un recurso visual que yo jamás había visto y que le sale perfecto.
“Lo importante es lo de adentro”, dijo Jack el Destripador, y Krassinsky baja línea en el mismo sentido. Su fin último, más que impactar con historietas devastadoras es –sospecho- que no vuelvas a ver con los mismos ojos a las chicas que ostentan unos kilos de más. En ese sentido, recontra-cumple.

2 comentarios:

Celestina dijo...

Para que acá no te quedes sin comentarios acá, yo compré los dos tomos gracias a este post. En cuanto los lea, te digo que me parecieron :)
¡Gracias!

Andres Accorsi dijo...

Muy bueno!
Ojalá te gusten!