No habrá ninguno igual, no habrá ninguno. Miguel Brieva ya se ganó una chapa que en el ámbito de la historieta y el humor es más difícil de ganar que la de genio: Brieva es inimitable. Quien trate de imitarlo, enseguida quedará en evidencia como un clon choto de Brieva, o a lo sumo como “el Brieva del Nacional B”. Conocido en Argentina por Dinero (que se editó allá por 2007), este monstruo desarrolló con los años mucho más que un estilo. Lo de Brieva es una fórmula, una ecuación compleja, en la que el estilo es apenas un factor más. Y lo más lindo es ver funcionar esa fórmula.
Esta fastuosa edición de Random House/ Mondadori arranca con Muvirecor, una serie de tiras realizadas por Brieva para la revista Cinemanía. Son apenas 20 tiras protagonizadas por Mario, un pibe cinéfilo que empieza atrás del mostrador de un videoclub y termina envuelto en un bizarro proyecto para filmar un cortometraje clase Z en el que participan su novia, un robot y el fantasma de Stanley Kubrick. Esto es MUY gracioso (sobre todo la primera parte, en la que Brieva dirige sus dardos a la producción cinematográfica) pero casi pueril en comparación con lo que viene después.
La gran masa del libro está compuesta por El Otro Mundo, nombre que engloba los trabajos de Brieva para el mítico semanario El Jueves. Y ahí es donde la cosa se pone heavy. Sí, más heavy que en Dinero, si es que eso era posible. Acá se desata una tempestad del humor más cáustico y corrosivo al que te podés llegar a exponer. Dentro de la Fórmula Brieva, uno de los elementos centrales es la bajada de línea, en su vertiente más tremenda. Y ahí va, a satirizar con el cuchillo entre los dientes los más variados aspectos del capitalismo salvaje, el consumismo pelotudo, las falsas creencias y los engaña-pichanga que sostienen a instituciones tan afianzadas como la familia, la religión o la democracia.
La víctima favorita de Brieva es, sin dudas, la publicidad. De hecho, parte de su fórmula consiste en presentar sus chistes (a veces mini-historietas) en forma de publicidades apócrifas, en las que exagera apenas un toque el tono de las que hoy nos bombardean sin piedad (y sin más intención que la de hacernos comprar porquerías que no necesitamos). Y como la publicidad recurre casi siempre a gente que se muestra feliz (por consumir, por poseer), el contraste con la crueldad y el patetismo que “vende” Brieva en sus avisos es absolutamente devastador.
Cuando no trabaja sobre el modelo de la publicidad, Brieva mira con su lente maligno a los documentales, los programas de concursos, los noticieros... Su “otro mundo” es, inequívocamente, el que inventa la tele para tener a la gilada controlada, estupidizada, atemorizada o ansiosa de gastar guita en boludeces, según los horarios en los que la enciendas.
Por encima de su asco hacia los políticos, los publicistas, la manipulación mediática y la payasada retrógrada de curas y milicos, Brieva tiene su verdadero ancho de espadas, que es la pasmosa calidad de su dibujo. Si el capitalismo salvaje ya te ganó la pulseada y te convirtió en un subnormal que sólo piensa en comprarse la nueva consola, el nuevo celular, o lo que mierda sea que está de moda esta semana, igual te van a quedar los ojos. Y si tenés ojos, por imbécil que seas, te vas a conmover con el dibujo de este genio del pincel nacido en Sevilla. Ese es otro elemento en su fórmula: la estética retro corrompida por sutiles toques de los dibujantes de MAD, de Robert Crumb, en alguna medida Charles Burns o Daniel Clowes... toda gente de mierda que nos mostró lo mal que huele el Sueño Americano cuando se lo deja tres días fuera de la heladera. Y el talento con el que banca esa elección estética, claro.
El Otro Mundo es un viaje de ida, mal. Te vas a reir en voz alta, te vas a sentir compelido a pensar y de pronto te vas a replantear miles de cosas en las que no habías reparado, con una mezcla de carcajada y dolor, porque el humor de Brieva duele. Entre todas las contradicciones que desnuda El Otro Mundo, me quedó picando una grossa: Qué loco que un autor tan comprometido con la militancia anti-capitalismo salvaje publique en Random House/ Mondadori, un hiper-conglomerado multinacional controlado por un puñado de garcas inescrupulosos e insaciables como esos a los que Brieva masacra en casi todos sus chistes...
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6 comentarios:
hola andres te puedo hacer una pregunta ? me podes decir algunas librerias o comiquerias especificas donde pueda conseguir los 2 volumenes de 365 comics por año vi algunas como las de las ateneo y otros locales de comics on line pero no las tenian en el catalogo te lo agradeceria mucho
Hola Andrés! Solamente quería comentar que el planteo del último párrafo de tu post, si bien propone una pregunta válida, también probablemente se responde a sí misma: supongo que Brieva se nos ríe en la cara diciéndonos, quizá, que él también pertenece a ese Otro Mundo, pero que sin embargo hace lo que se le canta. O sea, el sistema cultural a veces tiende a fagocitar este tipo de expresiones estético-críticas simplemente para hacernos creer que hay posibilidad de elección, pero depende del autor si compra esa fagocitación y por ende se autocensura o no... No sé, cada vez que charlo con alguien y ese alguien me dice "sí, es un zarpado, pero publicó el libro en tal o cual lado" siempre me acuerdo de Marcuse, quien escribió El hombre unidimensional (una de las críticas más atroces hacia la cultura capitalista de los 50 y 60s) siendo bancado por The Rockefeller Center... domesticación o no, el entuerto está ahí, esperando que lo leas y juzgues por vos mismo adónde estás parado. Saludos!
Anónimo, acá no publicitamos comiquerías, pero si te fijás en el post del 27/09/11 vas a encontrar una lista bastante completa de los locales donde deberían conseguirse sin dificultad los dos tomos de 365.
Andrés, se consigue en las comiquerías locales? Leí Dinero en su momento y me partió la cabeza. Sabés si hay más cosas editadas de Brieva?
Saludos.
No, Rodrigo. En Argentina no hay otras cosas de Brieva editadas.
Y este libro es español. Acá no lo vi nunca. Me lo compré en Lima, donde estaba a un precio bastante razonable.
De Brieva hay material en la SudaMery-K! N°2, en la sección "El Extranjero" (tiene algo de lo publicado en Dinero y creo alguna cosita más, pero no lo recuerdo) y unas páginas en la Ex-Abrupto N°3 (que estoy casi seguro, no está en Dinero).
Habría que ver si en alguna Cábula! de Ernán Ciriani hay material, porque al menos la portada de uno de sus números lleva una ilustración suya.
A mi Brieva me gusta mucho, pero admito que conocí antes el humor político de Parés en la Barcelona, y por lo tanto, no lo creí tan "corrosivo" al español. De todos modos siento que tiene una definición ideológica mucho más clara que nuestro crédito local y sus recursos son diferentes. El tipo se adueña de manera magistral de las formas publicitarias, no diría trastocando su sentido sino poniendo de manifiesto los mecanismo que subyacen y los fines que persigue.
Saludos.
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