Era obvio: no me podía aguantar mucho tiempo sin caer en el segundo tomo de esta serie con la que tanto me cebé. Y lo bien que hice: la saga de Joe Hill y Gabriel Rodríguez no hace más que mejorar.
El único personaje importante que en este tomo come banco de suplentes es Nina, la mamá de los hermanos Locke. Pero es casi lógico, porque Hill suma varios personajes al elenco y a todos los desarrolla a full. Y sin descuidar en lo más mínimo a los tres hermanos, al tío Duncan (otro personaje logradísimo), al villano (que crece hasta ocupar el centro del escenario) y a Ellie Whedon, que en el primer tomo apenas participaba y en este cobra tanta chapa que incluso tiene sus propios personajes secundarios, uno más logrado que el otro: su madre, una vieja jodida y mal llevada (de cuya muerte conocemos todos los detalles) y Rufus, su hijo autista, tal vez el más notable hallazgo en materia de caracterización.
En este tomo también queda más o menos clara la estructura que el gauchito Hill plantea para la serie: acá todo gira en torno de una llave, la que abre las mentes, así como en el Vol.1 tenía bastante peso (aunque menos, porque lo central era la presentación del elenco y los conflictos principales) la llave que te permitía “teleportarte” a donde vos quieras. Está bastante claro que el tercer tomo va a explorar las posibilidades que brinda la llave de los géneros (que te permite pasar de varón a mujer y viceversa) y así hasta llegar a la misteriosa y ominosa llave Omega.
Los misterios sobrenaturales en torno a la casa, las llaves y el regreso de alguien que debería estar muerto (Lucas Caravaggio, alias “Dodge”) se vuelven más complejos, más espesos, y a la vez se explican cada vez mejor. En este segundo arco, Hill encuentra el espacio para meter flashbacks que explican cosas importantes de las que vimos en el Vol.1 y por supuesto, siembra un montón de puntas para los tomos posteriores. Las enormes e incomparables ventajas de poder trabajar a largo plazo y sin un límite de páginas previamente fijado, explotadas al mango por un guionista que con inteligencia y sutileza (pero sin esquivar el gore, la violencia y los momentos al límite) teje una trama que revela de a poco su verdadera (y cautivante) complejidad.
Y parte de la gracia es hacer que te olvides de que la trama se va a resolver alrededor del sexto tomo. Hill quiere que te pongas nervioso ahora, que sufras ahora, que ames a estos personajes ahora, conmoverte ahora con la relación entre Ellie y Rufus, con la pareja homosexual, con la pareja interracial pero de 1967 (cuando ese tema era espinoso y jodido como los debates sobre el aborto), con la inocencia de los hermanos Locke... y lo mejor es que lo logra. Siempre está latente el suspenso, la curiosidad del lector por saber más, nunca está la sensación de “bah, esto es relleno, para estirar un TPB más, porque hasta el Vol.6 no cierra nada”. Acá cada página (incluso las que no tienen texto) derrocha onda y suma muchísimo a la historia y a tu vínculo con lo que Hill te quiere contar.
Parte de la responsabilidad le cabe a Gabriel Rodríguez, que acá mantiene intacto su muy buen nivel. Idóneo en la comedia costumbrista, destacado en la acción, correctísimo en la construcción de los climas, excelente a la hora de diseñar un elenco numeroso y diverso, el chileno deja la vida en cada viñeta y logra una proeza no menor: van a penas dos tomos y ya resulta absolutamente imposible imaginarse un episodio de Locke & Key con otro dibujante que no sea Rodríguez.
Una familia en problemas, una casa repleta de secretos y unas llaves que abren mucho más que simples puertas son los ingredientes principales de este auténtico manjar. Entrale con confianza y, si podés, empachate.
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3 comentarios:
Es terrible ser el hermano del dibujante de Locke & Key, porque nadie te cree cuando dices que es excelente.
Muchas gracias por creerme a pesar de todo, jajaja.
Saludos desde Chile!
Gracias a vos por la recomendación!
Me hice un gran favor a mí mismo por creerte!
Yo anduve viendo algo por la web y la verdad que pinta muy bien esto, y ya que hablan de recomendaciones, en mi caso seguiré la de Andrés y le entraré a esto.
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