el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 28 de enero de 2012

28/ 01: FURY: PEACEMAKER

Otra saguita de Nick Fury a cargo de Garth Ennis y Darick Robertson no era algo que uno fuera a dejar pasar fácilmente, y menos después de aquella que salió en 2001 en los albores del sello Marvel MAX (la reseñamos en Febrero de 2011).
Esta segunda saga, sin embargo, es bastante diferente a la anterior, por muchos motivos, principalmente 1) no es Marvel MAX, o sea que no hay puteadas, hay menos gore y la única escena de sexo está mucho más sugerida y 2) no transcurre en la actualidad, sino en plena Segunda Guerra Mundial, cuando Fury no era el capo de SHIELD, sino un valiente sargento de las tropas aliadas que le hacían el aguante a Hitler. También hay diferencias más sutiles. La que más suma es que acá Ennis no se plantea en ningún momento el mestizaje de géneros. Este es un comic 100% bélico, sin espionaje, sin elementos sobrenaturales, sin superhéroes y –lo más importante- sin un sólo chiste.
Ah... te empezó a gustar, no? Es que hasta los más férreos detractores de Ennis tienen que reconocer que, cuando se mete a fondo con la temática bélica y deja afuera los chistes, el irlandés es un acorazado insumergible. Peacemaker es una historia dura, áspera, y mucho más creíble que casi cualquier otra ambientada en el Universo Marvel. Ese detalle no es menor: esta saga está tan en continuidad que hasta revela cómo el viejo Nick perdió el ojo que le falta. Y aún así es un detalle. No es lo importante, porque este es un comic de Garth Ennis, no de Roy Thomas, y la intención no es encarar un retcon minucioso del pasado de Fury. De hecho, a los Howling Commandos apenas si se los menciona al pasar.
Acá, Fury comparte el protagonismo con un grupito de soldados británicos con una misión: eliminar como sea al Mariscal de Campo Stephen Barkhorn, el más brillante estratega de la jerarquía militar de la Alemania nazi. Y ahí se disparan –a falta de uno- tres dilemas éticos complejos e incómodos, a los que Ennis les saca un enorme provecho. Primero, Barkhorn le perdonó la vida a Fury tras una estrepitosa derrota de los yankis en Túnez. ¿Da para matarlo? Segundo, a Barkhorn le tocó presenciar atroces crímenes de lesa humanidad perpetrados por los nazis en Rusia y se indignó tanto que –dicen- planea matar al mismísimo fuhrer. ¿No es mejor dejarlo vivo y que cumpla con su propósito? Y tercero, ponele que Barkhorn o las tropas de Fury matan a Hitler y se termina la guerra: ¿qué hacemos? ¿Qué hace un tipo como Fury cuando no hay guerra? Este último dilema estaba bastante presente en la miniserie anterior, y acá vuelve con todo. Claramente, Ennis concibe a Nick como un enamorado de la guerra.
La trama está un poquito estirada (el primer episodio, sin ir más lejos, no aporta absolutamente nada) pero estos tres dilemas la hacen espesa, inquietante, tensa. Por supuesto, cada tanto irrumpe la acción y los combates entre los panzers alemanes y los bravos soldados aliados le prenden fuego a la página con una violencia zarpada y realista a la vez. Pero (como en la recordada Unknown Soldier), todo se resuelve con diálogos y en el último episodio. Ahí, recién ahí, aparece la mala leche característica de Ennis, y es sumamente bienvenida.
El dibujo de Robertson está muy por debajo de otros trabajos suyos. Tenía dos entintadores que eran garantía: Jimmy Palmiotti (que lo acompañó en la saga anterior de Fury) y Rodney Ramos (que lo entintaba en Transmetropolitan). Aún así, el dibujo (no la narrativa, que es óptima) derrapa miles de veces. Hay viñetas lindas, que parecen de Robertson inspirado, o de Joe Kubert, o de Tim Truman, o de John Severin, y después hay unos abortos infumables que parecen de esos verduleros de Image de principios de los ´90. No sé por qué, pero acá Robertson no logra ni en pedo mantener un nivel sólido y parejo a lo largo de las 144 páginas de la obra.
Lo cual no es óbice para recomendarla a full, porque el guión es excelente. Si sos fan de Ennis, del comic bélico o de Nick Fury, internate entre las líneas enemigas para capturar esta historieta que vale la pena, y mucho.

8 comentarios:

r dijo...

Andres y demas lectores del blog. ¿Cuales son las etapas mas recomendables de Nick Fury?

Andres Accorsi dijo...

Claramente lo de Jim Steranko.
Y la saga de Marvel MAX de Ennis y Robertson.

Unknown dijo...

Hace poco lei lo de steranko y es de no creerse. Los guiones no son nada del otro mundo, están al nivel promedio de lo que hacian en marvel alrededor del 70, pero lo que hace visualmente el tipo te deja en un estado de viaje lisergico.
Lo mismo ese par de numeritos que hizo de los x-men en los 60, que son una locura psicodelica.

Reznor dijo...

Cuando sale la pelicula escrita y dirigida por el Sr. Ennis, Andres?

Andres Accorsi dijo...

No sé, maestro. Yo soy fan de la historieta, no del cine, y nunca estoy demasiado al tanto de las idas y vueltas por Hollywood de los personajes de historieta, principalmente porque no me interesa...

José A. García dijo...

Si participó en la Segunda Guerra como soldado... ¿cuántos años se supone que tiene Fury? ¿85?

Entiendo eso de que los personajes no envejecen y la explicación de siempre, pero en una de esas 'actualizaciones' de los personajes, ¿por qué no cambian la guerra en la que participó o los hechos históricos que lo rodean? Si, Ok, los yanquis "ganaron" esa guerra y perdieron en Corea y en Vietnam, en Afganistan y en Irak, pero ¿no pueden inventarse nada más actual? ¿O es que Marvel no se los permite a los guionistas?

En fin, es una inquietud que no necesita respuesta porque no es de las que no me dejan dormir. Pero bueno...

Saludos

J.

Andres Accorsi dijo...

Hay una explicación bastante coherente de por qué Fury dejó de envejecer alrededor de los 45-50 años. No me la acuerdo, pero existe.

LFKO dijo...

Fury se injecta anualmente una sustancia conocida como "Infinity Formula", que lo mantiene joven. De no hacerlo, se muere de viejo.

Con respecto a la actualización de los personajes, Warren Ellis actualizó el conflicto en el cual Tony Stark recibe la herida en el corazón, de Vietnam a la reciente guerra en Afganistán.