el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 14 de enero de 2012

14/ 01: DC COMICS PRESENTS JLA: HEAVEN´S LADDER

Cuando se editó originalmente Heaven´s Ladder (en 2000, creo) salió como una novela gráfica en tamaño gigante, tipo esos libros que hacían Paul Dini y Alex Dioss. Por supuesto no me la compré, porque me molesta ese formato. Sin embargo escuché buenas críticas, por eso ahora que salió en la colección de TPBs para pobres de DC, me la pedí de una.
Y la verdad que buenas críticas... la pindonga. No confundamos calidad con grandilocuencia. El guión del maestro Mark Waid es todo lo ambicioso que puede ser un comic de la JLA y más. Al lado de Heaven´s Ladder, toda la etapa de Grant Morrison es una pelotudez pedestre, una luchita insulsa contra ladrones de bancos de la B Metropolitana. Acá se manejan conceptos mucho más complejos, de dimensiones cósmicas zarpadas, pensados para desafiar la imaginación incluso de los lectores muy curtidos en esto de las sagas superheroicas. Hasta ahí, joya.
Pero, ¿alcanzan estos conceptos para dar sustento a un buen guión? Estoy entre el “no” y el “hasta ahí nomás”. El primer problema es uno muy típico de esta etapa de la JLA: no hay desarrollo de personajes. Que va de la mano con otro: hay demasiados personajes. Los siete grossos más Plastic Man, Steel y Atom. Diez héroes para 72 páginas significa que varios de ellos apenas logran mojar el pancito en el tuco. Están porque tienen que estar, por una cuestión de chapa, pero el aporte de cada uno (salvo Atom) es mínimo y todos eran perfectamente reemplazables por la JSA, los Titans, los Avengers o los X-Men.
Otro punto flojo: los mecánicos cuánticos se robaron no menos de 25 planetas. ¿Hay alguna explicación para que sólo la Tierra tenga héroes que intenten desentrañar este misterio y luchar para recuperar su planeta? No. Los héroes de los otros mundos (con Adam Strange a la cabeza) colaboran con la JLA una vez que los terrícolas pusieron en marcha el plan para resolver el conflicto. Y por supuesto, el traidor, el que complica todo al final y genera la hiper-machaca a todo o nada, también tiene que ver con la Tierra.
Recién cuando irrumpe este personaje (a 20 páginas del final), el guión pela algo así como un antagonista. Hasta ahí, había meros obstáculos, nimios, intrascendentes, sin peso real en la trama, que apenas generaban peleas pelotudas para rellenar viñetas. Boludeces sin las cuales este podría haber sido un comic sin superhéroes, un capítulo grosso de Star Trek, ponele. La machaca del final es el único tramo de la novela que justifica la participación de estos tipos con superpoderes. Y dura 10, 11 páginas, no mucho más. O sea que los hallazgos del guión están más en la concepción que en el desarrollo mismo de la obra. Y al ser Mark Waid el guionista, sabés que hay garantía de buenos diálogos.
De todos modos, el gancho era el dibujante, Bryan Hitch, que a partir de su laburo en The Authority se había convertido en una estrella imbatible. Acá lo vemos pelar a full, decidido a aprovechar las posibilidades del formato gigante para devastarnos las retinas con fondos, figuras y caras laburadísimas. Si te gusta el dibujo realista, esto te va a emocionar. El laburo de Hitch también está muy bien apuntalado por el entintador Paul Neary y la colorista Laura Depuy, que despliega una gama de efectos digitales tan vasta como sorprendente.
Para llenar las 100 páginas, viene como complemento el número 1.000.000 de Green Lantern (de 1998), también dibujado por Hitch con bastante onda, bastante dinamismo, pero mucho más jugado a la figura humana (al resto le da mínima bola) y entintado con menos sutileza por Neary y Andy Lanning. El guión de Ron Marz es tan flojo como cualquier otro guión de Marz de esa época, con el agravante de que está todo muy enganchado con una mega-saga acerca de la cual se nos brinda muy poca información. Y por si fuera poco, termina en “continuará”.
Si descubriste a Bryan Hitch a raíz de su paso por The Ultimates, seguramente te va a cebar tener esto, que es justo anterior. Si sos fan incondicional de la JLA “icónica” seguro lo tenés. Y si sos fan de Waid, sabés que tiene un montón de trabajos más interesantes (y más merecedores de tu billete) que este, que sin ser un desastre, se queda un poquito a mitad de camino.

1 comentario:

dibujante dijo...

Mark Waid , Bryan Hitch . Compro .