Si estás acá desde el primer día, o si compraste el primer tomo de los libros que recopilan las reseñas de 2010, recordarás que este blog empezó, aquel lejano (y binario) 01/01/10 con un texto acerca del Vol.1 de Unknown Soldier. Recomiendo su relectura, antes de seguir adelante...
¿Ya está? Bueno, pasaron un poquito más de dos años hasta que finalmente pude retomar esta serie que tanto me interesó. Este tomo, además, es mejor que el primero. Es menos truculento, hay menos atrocidades, o por lo menos nos muestran gráficamente menos atrocidades. Tenemos muchos balazos, mucha minas que explotan y revolean gente por el aire, soldados de 13 años que se cagan a tiros, campos de concentración (ahora que Sala los puso de moda), cabezas mutiladas y clavadas en palos, muchas peleas a trompadas y cuchillazos y alguna torturita menor, casi sin importancia. Aún así, al lado del Vol.1, esto es casi digerible.
Lo más interesante es cómo Joshua Dysart logra concentrarse cada vez más en el desarrollo de personajes: tanto Moses, como su esposa (¿o viuda?), como Paul, como Jack Lee Howl adquieren nuevas dimensiones, nuevas y fascinantes aristas que los hacen más reales, más atractivos, hasta más cercanos, a pesar de la distancia geográfica y de contexto socio-político que –felizmente- nos separan de esta Uganda despiadada de 2002-2003. ¿A qué truco recurre Dysart para poder ahondar con tiempo y espacio en las personalidades de sus criaturas? Al más fácil: la decompresión del relato. Acá tenemos ocho episodios (más de 180 páginas de historieta) en los que pasa mucho menos que en las 140 del primer tomo, en el que había que presentar el universo donde transcurre la saga y era todo mucho más “palo y palo”. Por suerte, el guionista se desenvuelve muy bien en estas zonas más tranquis del relato: uno nunca se aburre y todo el tiempo se nota cómo cada escena más pausada o dialogada aporta un montón a crear clima y a definir mejor a los protagonistas de este kilombo e incluso al kilombo en sí, que para el que no lo vivió no es tan fácil de entender.
Por otro lado, este es un comic que trata acerca de la violencia salvaje, qué la genera y cómo detenerla. En ese sentido, el bajar un cambio, el dosificar más y mejor la violencia ayuda mucho a transmitir el mensaje que Dysart nos quiere transmitir. Cada estallido golpea más fuerte, duele más y cobra más peso en la trama si entre uno y otro hay escenas más tranqui y más desarrollo de los personajes y los conflictos. O sea que la menor profusión de machaca está muy bien capitalizada.
Por el lado del dibujo, tenemos a lo largo de casi todo el tomo al gran Alberto Ponticelli, un italiano muy versátil, que acá renuncia a su virtuosismo para adaptarse a la onda sórdida y hostil de la historia. Muy bien complementado por su colorista y compatriota Oscar Celestini, el Ponti deslumbra con la crudeza y la intensidad de su trazo, además de su habitual solvencia narrativa. Para el tramo final del tomo, un pase de magia vertiguesca y aparece un dibujante de la República Democrática del Congo (!), Pat Masioni, con un estilo que no desentona para nada con el de Ponticelli y un bonus track de lujo: los colores del español José Villarrubia, poeta del photoshop. Es el tramo más introspectivo y menos salvaje del tomo, y termina con un antiguo ritual de los Acholi (el pueblo en cuyo territorio se sitúa la mayoría de las escenas de Unknown Soldier), presentado con gran respeto y gran sensibilidad. Masioni emigró a Francia hace 10 años, pero igual está bueno memorizar su nombre y citarlo cuando alguien nos pregunte “Che, ¿qué onda Africa? ¿Hay historietistas africanos?”.
Predeciblemente, los altísimos riesgos que asumió Dysart a la hora de contar esta historia repercutieron en que la serie durara sólo 25 episodios. Los dos tomos reseñados cubren hasta el decimocuarto, o sea que me falta leer menos de la mitad. Prometo entrarle pronto a los dos tomos que me quedan.
lunes, 23 de enero de 2012
23/ 01: UNKNOWN SOLDIER Vol.2
Etiquetas:
Alberto Ponticelli,
Joshua Dysart,
Unknown Soldier,
Vertigo
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2 comentarios:
eso la mato a la serie para mi, es como vos decis, en el primer volumen fueron todos los tiros y las escenas de accion (la voz que tiene en la cabeza que le explica que hacer es genial) y en el segundo volumen se acordaron que tenian que meter un poco de contexto y termina siendo una publicidad de unicef con el tema de los niños soldados y el pibito dibujando una matanza con los crayones y buah buah buah....
Ayer se me vino otra de esas noches en las que el sueño ni pasa por mi barrio...los kilombos de laburo y demas complican y una vez mas me encuentro a las 5 de la mañana mirando las pilas y pilas de comics para ver que reelemos....y dos horas despues vuelvo a mirar el techo y a decir que comic de puta madre hicieron estos pibes!!! y si es que otra vez me lei Caballero Rojo...y como me gusta por favor...que fenomenos estos pibes que historia hermosa se armaron...que imposible se me hace no lagrimear con la muerte de Mariano...como esquivar la congoja de esa viñeta/poema con el caballero desauciado en una terrasa por su pena de amor....por dios...no se que sera de la vida de esos dos fenomenos, Mariano y Tony, pero si vos los ves Andres deciles que hoy a la madrugada, casi 12 años despues y conmigo pisando los treinta me volvieron a emocionar como la primera vez.
Pato.
Perdon por venirme a desahogar aca Andres pero no sabia donde mas ir....
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