el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 10 de mayo de 2024

VIERNES GÉLIDO

Primeros días de frío posta en Buenos Aires y bueno... le metemos calor a las reseñas. En 2020 salió un séptimo tomo de Criminal, la gran serie de Ed Brubaker y Sean Phillips, esta vez en Image, y con dos historias autoconclusivas en las que se repite un mismo truco: el protagonista lee historietas y los autores interrumpen el relato troncal para mostrarnos páginas de esas historietas, que funcionan como homenaje a las revistas setentosas en blanco y negro, básicamente Savage Sword of Conan y Deadly Hands of Kung-Fu. Más allá de disfrutar de los malabares visuales que realiza Phillips para evocar de alguna manera el estilo gráfico de esas historietas, no es un truco que aporte demasiado. En la primera historia, el comic que lee Teeg Lawless tiene una resonancia bastante lograda con lo que le pasa en "la vida real", una metáfora que ya había conseguido Alan Moore en Watchmen, con la historieta del pirata náufrago. En la segunda historia, lo que Tracy lee en la historieta no tiene nada que ver con la trama en la que se ve envuelto, pero por lo menos la trama es bastante mejor que en la primera mitad. Porque es importante señalar que este tomo de Criminal no está ni por asomo al nivel de los seis primeros en lo que se refiere a los guiones. Las dos historias son menores, y la primera ni siquiera tiene demasiado atractivo más allá de la violencia con la que se maneja Teeg cuando se ve atrapado en un territorio hostil como es la cárcel. La segunda levanta un poco la puntería, primero porque las situaciones que nos presenta Brubaker son más atípicas, segundo porque hay un cierto misterio, preguntas que los autores nos obligan a hacernos a los lectores, que vemos todo el tiempo un pedacito de lo que está pasando, no el cuadro completo. Y tercero por la calidad de los diálogos, realmente magníficos. Incluso con dos historias por debajo de su promedio habitual, Brubaker está a años luz del típico guionista mainstream simplemente por ese manejo insuperable de los diálogos y de cómo generar clima con los silencios y con los bloques de texto, donde su prosa brilla hasta cuando intenta no hacerlo. Entonces, si bien este tomo de Criminal es prescindible, y se puede dejar afuera de ese bloque superlativo compuesto por los seis primeros tomos, acá hay algunos puntos altos. Por supuesto arriba de todo está el dibujo de Phillips, acá en tres estilos distintos y con la posibilidad de -en las páginas en las que homenajea a Conan- salir de su zona de confort (que es la ambientación urbana del Siglo XX) para dibujar paisajes, armas y locaciones muy distintas a las habituales. Uno a esta altura compra sin chistar cualquier cosa que diga "Brubaker y Phillips", pero bueno... si te querés poner un poquito más exigente, filtrar algo de lo que producen estas dos bestias, acá tenés un tomo que se puede dejar pasar sin sentir que te falta algo fundamental para tu biblioteca, o tu vida.
Retomo la lectura de historieta argentina con un libro que salió hace muy poquito, para la Feria del Idem. Allá por el 18/10/18 me tocó reseñar un álbum en el que el maestro Tatúm (santafesino radicado hace muchos años en España) adaptaba varios relatos de Ambrose Bierce. Esta vez la consigna es la misma, pero a partir de cuentos de Horacio Quiroga, de esos que transcurren el norte de la Mesopotamia argentina. Bajo una tapa horrorosa, que te pide por favor que NO compres el libro bajo ningún concepto, en Tacuara Mansión tenemos las adaptaciones de cuatro relatos del mítico escritor uruguayo, tres de los cuales no conocía. Como ya me pasó otras veces, me encuentro con que los argumentos de los cuentos de Quiroga me parecen chotísimos. El que adapta Tatúm en la primera historieta (la que da título al libro) es una anécdota muy menor, muy estirada, que se soporta solo porque los dos personajes principales tienen personalidades muy extremas y nunca sabés cómo pueden terminar. La segunda es la más interesante, porque explora a fondo la forma en la que (hace un poco más de un siglo) se extraía la madera de los bosques del Noreste argentino, y se la enviaba a las distintas ciudades a través del río Paraná. Ahí hay un retrato muy certero de esa actividad (repleta de peligros e injusticias para los laburantes), muy bien trasladado a la historieta por Tatúm. La tercera historia es otra anécdota larga, con un conflicto que en un pasaje se pone intenso, pero que se desploma como un castillo de naipes cuando Quiroga la remata de la manera más pelotuda que te puedas imaginar. Y la cuarta historia es una nueva adaptación de "A la Deriva" (vimos otra el 26/05/11), un cuento cuyo argumento es "a un hombre lo pica una víbora venenosa y se muere". En serio, no pasa nada más, ni hay ningún otro elemento dramático más que la agonía del pobre tipo. O sea que, para que Tacuara Mansión tenga sentido, te tiene que gustar el dibujo de Tatúm. Y a mí la verdad que me gusta bastante, incluso en esta etapa de su carrera, en la que está más sereno, menos salvaje que en los ´80, cuando te detonaba las retinas con esas historias cortas, mucho más experimentales, que publicaba de vez en cuando en El Víbora o Cairo. Me parece que le juega un poco en contra tanta preponderancia de los colores ocre y verde, pero es lógico, porque las historias están ambientadas en lugares donde hay bosques, barro y un río color marrón. Pasás rápidamente las 100 páginas del libro, y parece que todo fuera del mismo color, porque realmente son poquísimas las viñetas donde tenemos rojos, azules o amarillos. Fuera de eso, el autor deja el alma en estas páginas, donde dibuja cosas realmente complejas, detalles mínimos en casas, selvas, plantas... y además se las ingenia para presentar de modo ameno largas secuencias en las que solo hay gente hablando. Tacuara Mansión ya tuvo ediciones en varios países de Europa, con lo cual es muy loable que Ediciones de la Flor lo haya sumado a su catálogo para que se pueda disfrutar también en el país donde nació Tatúm y donde transcurren las historias que imaginó Quiroga. Nada más, por hoy. Nos vemos el lunes a partir de las 22:30 hs en el canal de YouTube de Comiqueando, donde vamos a estar festejando en vivo los 30 años de la aparición de la revista. Gracias y buen finde.

2 comentarios:

Mayonesa dijo...

Criminal es también el nombre de un gran tema de Fiona Apple.

Milo Garret dijo...

Estoy de acuerdo. Ese tomo no está a la altura de los anteriores, pero lo que dibuja Sean P, mamita