Hoy nos tocó un hermoso
día de otoño en la Ciudad de la Furia, y tuve la suerte de disfrutar un rato de
aire libre. Pero vamos a lo importante (sí, y todo) que son las reseñas.
Sigo adelante con la
lectura del coleccionable de Nippur de Lagash, que en este Vol.12 me permite
descubrir episodios de esta mítica serie publicados en 1972 y 1973 que no había
leído nunca. Este tomo tiene sólo cinco historias: cuatro a todo color
dibujadas por Ricardo Villagrán y una sola en blanco y negro, dibujada por
Sergio Mulko. Pot supuesto todas escritas por Robin Wood.
Se ve que Mulko no leía la
revista que se publicaba a todo color, porque le toca dibujar una aventura en
la que Nippur se reencuentra con Hattusil, y lo dibuja tan distinto a como lo
dibujó Villagrán en la primera aparición, que si los textos no dijeran
claramente “este Hattusil”, pensaríamos que se trata de otro jorobado. El
episodio con Mulko y Hattusil es realmente olvidable, así que vamos con los
otros cuatro. De los cuatro que dibuja (como los fuckin´dioses) Ricardo
Villagrán, la primera es otro guión muy trillado, salvado por la magia de los
bloques de texto. El segundo me dio vergüenza ajena hasta que en las últimas
dos páginas, Robin encuentra una vuelta de tuerca ingeniosa que resignifica lo
anterior y hace que la historia zafe decorosamente. El tercero está bastante
bien, porque introduce una novedad: la minita linda en vez de ser víctima u
objeto del deseo de dos tipos (algo que ya vimos en chotocientas aventuras de
Robin), en “La Noche de Dafar” es la villana, sin piedad y sin miramientos. Una
garca manipuladora a la que Nippur termina ubicando a cachetazos para después
prenderle fuego a su posada con ella adentro. Hoy este episodio no se podría
publicar.
Y el tomo cierra con “Las
Flores de las Montañas”, un episodio que no está narrado en primera persona por
Nippur, sino que combina bloques de texto de un narrador omnisciente, con el
relato de un mendigo que le cuenta a unos pastores una historia de cuando
Nippur tenía… 15 años, ponele. No es precisamente lo mejor que escribió Wood
con este personaje, pero tiene el atractivo de que acá vemos al prócer de
Lagash enamorarse por primera vez y matara a un hombre, también por primera
vez. Robin y Villagrán le dan a la historia un tono triste, melancólico, muy
bajonero. Por suerte en los bloques de texto florece la prosa del paraguayo
descendiente de australianos, con un vuelo lírico encomiable. Voy a frenar un
poquito con Nippur, para mechar algunas historietas de autores argentinos más
recientes, y para no aburrirme. Pero acá también, vamos a volver.
Salto a Suiza, año 2013,
cuando Thomas Ott, maestro de los maestros, genio y figura, publica Dark
Country, un comic levemente basado en un largometraje que por supuesto no vi ni
veré jamás. Dark Country, la historieta, es sublime. Tiene un único problema,
que es que al ser 54 páginas de narrativa sin textos, sólo con dibujos, se lee
muy rápido. Todo lo demás es maravilloso, como mínimo. La idea, la tensión que
genera el desarrollo, el giro del final, el clima, y sobre todo el dibujo de
Ott, que es fastuoso.
Visualmente esto es
irresistible. Cada enfoque está perfectamente elegido, las secuencias están
armadas con un ritmo infernal, pensadas para meterte adentro de esta historia
fatídica, de sordidez y desesperación. A esto sumémosle el virtuosismo técnico
de Ott, su espeluznante dominio de los materiales y del pulso, como para
redondear una propuesta gráfica demoledora, que por supuesto (como en cualquier
obra del suizo) justifica por sí sola la compra del librito.
No puedo decir una palabra
más acerca de de Dark Country sin riesgo de spoilear, y creeme que leer esto
sabiendo cómo termina le resta un poco (o un mucho) de gracia a la experiencia.
¿Está todo jugado a un final impactante? No, para nada. Thomas Ott garantiza
momentos de tremenda fuerza emotiva en muchos momentos distintos del relato.
Posta, ´nuff said. Esto hay que comprarlo, leerlo y atesorarlo de una, sin
hacer preguntas.
Sin otro particular,
saluda a uds. atentamente el autor de este blog, que regresará pronto con
nuevas reseñas.