Parecía que no, pero me
clavé nomás 10 entradas durante Febrero. Esta vez, con dos libritos que abordan
desde dos ópticas muy distintas la temática del humor, de la comedia basada en
la realidad cotidiana de gente común y corriente (o casi).
Arranco en 1998, cuando se
publica el Vol.70 de Betty and Veronica Double Digest, un librito de 196
páginas en un formato chiquito (16.5 x 12.5), parecido al de los tomitos de
manga pero a todo color y con papel no choto, pero tampoco de gran calidad. Me
encanta el formato, me parece genial para leer muchas páginas por poca guita de
cualquier historieta que no esté muy sobrecargada de texto ni tenga más de
siete u ocho viñetas por página. Los Double Digest de Archie Comics además eran
especialmente baratos, porque de las 196 páginas sólo SEIS eran material 100%
nuevo, generado para esta publicación. El resto son reediciones de muchísimas
historietas y chistes que van de media página a 11 páginas, con una amplia
mayoría de historias de cinco páginas. Lamentablemente, la única que incluye
créditos para los autores involucrados es "Party Anyone?", la historieta inédita
con la que abre el librito. En el resto del material, hay que jugar a “Adivine
quién Dibuja”.
En general, los dibujos
son muy buenos, muy competentes, con la información justa en cada viñeta,
personajes fácilmente reconocibles, muchísima atención a los detalles en
materia de peinados y vestimenta (se supone que el público mayoritario de Betty
y Veronica son chicas que se fijan mucho en eso) y sobre todo una narrativa
diáfana, cristalina, a prueba de idiotas. Varias cosas me llamaron la atención:
A) Si bien muchas de estas historias datan de fechas muy anteriores a 1998, no
se sienten especialmente anticuadas. O la moda de los jóvenes cambió poco, o
los comics de Betty y Veronica estuvieron varias décadas anclados en mismo
lugar en materia gráfica y de temas a tocar. B) Bajo el título englobador de
“Betty and Veronica” el tomito incluye un montón de historietas de Archie en
las que las chicas tienen roles secundarios, y también unas cuantas de Sabrina,
de Li´l Jinx y hasta de Josie & the Pussycats en las que la rubia y la
morocha ni aparecen. C) Pasadita
la mitad del tomo, aparece una historia corta (5 páginas) en la que –sin
ninguna explicación- Archie y sus amigos viven en la Prehistoria. Posta, no es
un sueño de Jughead, nadie se lo está imaginando, son cinco páginas en las que
esa es “la realidad”.
Y destaco dos historietas
que me gustaron mucho: “Meet the Gang”, en la que Pop nos cuenta uno por uno
quiénes son los integrantes del elenco de las series de Archie (esta habría que
incluirla en todos los tomitos a modo de introducción), y “Writer´s Cramp”, con
un par de vueltas de tuerca muy divertidas en apenas seis páginas. El resto,
nada, lo de siempre, todo muy light, muy para pibit@s de 11 años. No está mal,
pero no te leo más de 200 páginas de esto por año ni drogado.
Salto a Argentina, año
2019, cuando se publica Guapo, el nuevo trabajo de Ernán Cirianni, también muy
centrado en relaciones románticas, pero muy idas al carajo. Ya desde el dibujo
y la forma de rotular los diálogos queda claro que esto no es Betty y Veronica.
Ernán va a fondo con la temática sexual, mete escabio, drogas, escatología, no
le importa absolutamente nada. La gran mayoría de las historias son secuencias
que transcurren entre dos personas a puertas cerradas, muy basadas en los diálogos.
Casi obritas de teatro, similares a las de Copi pero más difíciles de
representar con actores porque en los relatos de Ernán el protagonista/autor casi
siempre pela un portentoso miembro viril que será manoseado, chupeteado o
introducido en algún orificio por las mujeres con las que interactúa.
Pero lo más interesante
(creo yo) no es el desparpajo estético de Ernán, ni la forma bestial de abordar
la temática del sexo. A mí lo que más me impactó cómo detrás de los excesos y
la salvajada, Ernán desliza un contenido filosófico riquísimo, de gran
profundidad. En los diálogos pre o post-garches, se habla del capitalismo, de
la utopía, de la alienación, de la violencia, de la marginación, de los deseos
y fantasías que reprimimos, de lo poco idónea que resulta la educación que nos
dan nuestros padres para salir a enfrentarnos a un mundo y una sociedad atroces
y despiadadas… Hay una bajada de línea muy pensada, muy bien insertada en un
contexto de risas y descontrol. Y eso hace que Guapo, además de hacerme soltar
estruendosas carcajadas me moviera a reflexionar acerca de temas espesos. Sin
duda, un plus alucinante.
Como siempre, la entrada a
la fiesta es un toque cara, porque te tenés que bancar todo tipo de
desprolijidades en el trazo y sobre todo en el rotulado. Pero es así, los fans
de Cirianni ya estamos acostumbrados, ya aprendimos a disfrutarlo así. Si eso
no te ahuyenta, con Guapo vas a ser muy feliz.
Nada más por este mes.
Gracias y nos reencontramos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.