el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 28 de abril de 2016

DOS ANTOLOGIAS

Ya se me había pasado un poco el vicio de comprarme todos los años el libro de The Best American Comics, pero me quedaba un hueco en la colección: me faltaba el tomo de 2007, que era medio la figurita difícil, supongo que porque el coordinador era Chris Ware. Finalmente lo conseguí, y en un par de días me lo liquidé.
Me animo a decir que es el más flojo de los Best American Comics que leí. Por un lado, me la baja lo obvio: los fragmentos de obras más extensas. Acá hay muchas páginas de Fun Home (de Alison Bechdel, ver reseña del 07/05/10), muchas de Shortcomings (de Adrian Tomine, ver reseña del 17/04/11) y otras tantas de Black Hole, de Charles Burns. Ah, y unas paginitas de Wimbledon Green (de Seth, ver reseña del 27/09/14). Eso por nombrar sólo obras que yo ya había leído, porque el libro también ofrece fragmentos de otras obras más largas que no conocía y que me convencieron poco y nada. También había leído en revistitas la historieta de Beto Hernández, la brillante Fritz After Dark.
Y después me encontré con algunas cosas copadas que no conocía: lo más gracioso del tomo es una historia corta de Robert Crumb y Aline Kominsky-Crumb, dibujada a cuatro manos, como los Dirty Laundry Comics que vimos el 18/03/16. También me divertí mucho con No Midgets in Midgetville!, de Kim Deitch, un autor con el que generalmente me cuesta conectar. Y con la historia corta de Art Spiegelman, que en apenas cuatro páginas da una cátedra de autobiografía. La otra pulenta del libro son las páginas (apenas once) del maestro Ben Katchor, genial como siempre. Y entre el material decente, que zafa decorosamente, rescato las páginas humorísticas de Ivan Brunetti y el extenso relato de Dan Zettwoch acerca de la inundación que sumergió a Louisville en 1937.
El resto se divide en cuatro categorías: a) virtuosos sin alma, b) tipos y minas que dibujan más o menos bien pero no tienen nada para contar, c) tipos y minas que cuentan cosas más o menos interesantes pero dibujan para el orto y d) crotos impresentables que se las dan de rupturistas o de poetas del comic y no tienen la más puta idea de guión, dibujo y narrativa. Son muchos nombres y el libro les dedica muchas páginas a estos muchachos y chicas, algunos de los cuales tienen trabajos mejores seleccionados en los tomos posteriores de esta colección y otros realmente no tienen forma de figurar en nada que se llame “The Best…” nada.
Para completar, ya estoy cerca de terminar de leer todo el material editado en Argentina durante 2015 y de ese pilón saqué otra antología, el Vol.4 de Quimera. De ahí me gustaron el guión (no tanto el dibujo) de Mauro Bueno, el clima del unitario de Leonel Palermo y Pablo Ayala (que tiene bastante para mejorar en cuanto al dibujo) y dos historietas que me cerraron a todo nivel: el unitario de Roberto Barreiro y César Carrizo (muy ingenioso y estéticamente muy estimulante) y el de Alejandro Aragón, acá mucho mejor que en trabajos suyos que había visto anteriormente, con buen ritmo, buenos diálogos, buenos climas y personajes con los que me gustaría reencontrarme en futuras historias. Complementan un informe sobre el mítico fanzine Kapop! y una entrevista a Renzo Podestá que no explota del todo el impacto que suelen tener las declaraciones del ídolo cuando ve un micrófono cerca. Pero en general, lindo número de esta publicación rosarina.
Para la próxima prometo avanzar un poco más con el material argentino editado en 2015 que me queda pendiente, que ya es muy poco. Mientras tanto, te cuento que el sábado 7 de Mayo voy a estar con una mesa repleta de papa fina en la feria Rocketbooks (Francisco Acuña de Figueroa 1264, de 14 a 19 hs.), los días 14 y 15 voy estar con mi mesa en Dibujados (Teatro Mandril, Humberto Primo 2758) y el finde del 28 y 29 voy a estar en Montevideo Comics, el evento comiquero más power de esa hermosa ciudad. Obviamente en la web hay data mucho más completa de cada una de estas movidas. Gracias y hasta pronto.

miércoles, 20 de abril de 2016

CUATRO TEAM-UPS ARGENTINOS/ EXTRANJEROS

Hoy tenemos un post temático, centrado en cuatro trabajos de sendos dibujantes argentinos, en equipo con cuatro guionistas de cuatro países distintos.
Arranco con el Vol.1 de Dan the Unharmable, escrito por el maestro David Lapham y dibujado por Rafael Ortiz, hoy radicado en Francia. Esto tiene varias características típicas del sello Avatar: tetas, gore y un dibujo realista, a veces un poco frío. Pero lo interesante, lo distinto, es que se trata de una comedia, una aventura en joda, con tiros, persecuciones, piñas, explosiones, garches y violencia desmedida. Me hizo acordar bastante a Lobo de Alan Grant, o a Dicks de Garth Ennis. La trama está bien llevada, no está ni estirada ni apretada y tanto el protagonista como algunos secundarios están muy bien trabajados por Lapham desde el guión, que cumple los objetivos de shockearnos en algunos pasajes y arrancarnos una carcajada en otros. No es una obra trascendental, se puede vivir perfectamente sin leerla jamás y de hecho no creo que me caliente demasiado en buscar los tomos posteriores. Está bien para pasar un rato y para apreciar la notable evolución de Ortiz que hoy –cuatro años después de Dan the Unharmable- dibuja infinitamente mejor que en estas páginas.
Aram el Armenio es una colaboración entre el español Abel Alves y nuestra Majox, publicada el año pasado por el sello uruguayo Dragón Comics. Se trata de una aventura simple, clásica, con buenos y malos, ambientada en la época del genocidio armenio, cuando los llamados “Jóvenes Turcos” decidieron que los armenios eran una raza inferior e indeseable y los empezaron a matar sistemáticamente. Alves maneja muy bien la data histórica y sabe aplicarla a una historia chiquita, para que funcione como marco y no como reemplazo del guión. Majox se luce en las expresiones faciales y corporales y cuida muchísimo el verosímil en una notable recreación de edificios, uniformes, armas y vestidos de hace 100 años. La complementa muy bien el color de otra argentina, Lara Lee, a quien vimos el 12/08/15 coloreando a su novio, Carlos Aón. Pese a algunos puntos en común, Aram el Armenio no va a ser nunca Maus principalmente porque es mucho más breve (70 páginas) y porque elige contar una epopeya casi unipersonal, por encima de la crónica de la época y de la bajada de línea, que también están y están muy bien puestas.
Otra historieta basada en hechos reales es Tupamaros: La Fuga/ 1971, obra del guionista uruguayo Roy y la dibujante mendocina Lauri Fernández, la misma dupla de Regulación 0.75 (ver reseña del 03/01/15). Este trabajo tiene el atractivo de ver a Lauri sumar el color a su arsenal de recursos expresivos. El dibujo está muy bien de punta a punta del libro, y el guión… es interesante. Roy elige no bajar línea política y concentrarse en lo insólito, lo asombroso, lo hollywoodescamente espectacular de la fuga masiva de presos (políticos) del penal de Punta Carretas. A los hechos que son de público conocimiento (sobre todo si sos uruguayo), Roy le suma muy buenos diálogos y se las ingenia para darle dinamismo a algo tan parsimonioso como unos presos que cavan un túnel durante meses, con la mayor de las carpas para que no se aviven los guardias de la cárcel. Si sos fan de Pepe Mujica, acá lo vas a ver joven y en un rol muy distinto al habitual.
Y termino con un team-up entre el británico Peter Milligan y el rosarino Leandro Fernández, publicado por Vertigo entre 2014 y 2015. The Names tiene bastante de thriller financiero (ese extraño subgénero tan popular en Francia) pero además tiene machaca de alto impacto, con tiros en la cara, patadas, piñas y cuchillazos a granel. Y un elemento fantástico: una especie de virus informático que cobra vida y empieza a atacar a los programas que usan los capos de la timba financiera para mover fortunas en el circuito de los bancos, las bolsas de valores y las cuentas ocultas en paraísos fiscales (no sé si te suenan). La trama involucra a asesinos seriales, comandos paramilitares, un pibe genio cuyo cerebro opera con una lógica 100% matemática, una mujer que fingió su muerte para insertarse en el (oscurísimo) corazón de la matufia financiera y una chica entrenadora de crossfit y experta en artes marciales dispuesta a desentrañar y vengar la muerte de su marido. Es una historieta muy ganchera, en la que pasan cosas fuertes todo el tiempo, con ideas muy atractivas, un enfoque muy original (no esperábamos otra cosa de Milligan), un clima de aventura recontra-vibrante y excelentes dibujos de Leandro. Y re-da para continuarla, aunque ahora la dupla está con otro proyecto en Image.
Para la próxima, prometo entrarle a las últimas publicaciones aparecidas en Argentina en 2015. La seguimos pronto.

domingo, 10 de abril de 2016

ACA ESTOY DE VUELTA

Hacía varios días que tenía ganas de postear en el blog, pero por una cosa u otra lo venía postergando. Pero bueno, ahora estoy tranqui en casa, falta una hora para el partido de Racing, así que vamos con las reseñitas que tenía pendientes.
Ya mencionamos alguna vez que una de las tendencias más interesantes del 2015 fue que se publicara en Argentina bastante comic europeo. En esa tendencia se inscribe Grotesque, hermosa edición en libro de una historieta del italiano Sergio Ponchione, que se conoció primero como una miniserie de tres comic-books en Fantagraphics y después se editó con éxito en Italia. Sin ser Historieta Perfecta, Grotesque tiene un montón de puntos a favor: la originalidad, la forma en que se construye el misterio, el vuelo poético y hasta metafísico de las ideas, los distintos niveles del relato, la forma extraña y eficaz de combinar todo esto con la aventura… Alguna vez alguien comparó a Grotesque con la Doom Patrol de Grant Morrison y coincido bastante: son bichos de la misma especie. En la faz gráfica tenemos a un Ponchione inspiradísimo, que impacta con su manejo del trazo, de las texturas y la aplicación de los grises, en un estilo que nos remite a genios como Elzie Segar, Victor Moscoso, Basil Wolverton, Giorgio Carpinteri y Ralph Reese. Más la impronta personal del propio Ponchione, que va mucho más allá de reciclar yeites de los maestros ya enumerados. Grotesque te propone una experiencia de lectura intensa, limada, repleta de sorpresas y giros que jamás te ves venir, como corresponde a un gran comic de perfil 100% autoral, imposible de encasillar.
Después de publicarse en Facebook y en una revista uruguaya, llegan al libro las historietas con las que Gustavo Sala abordó el tema del amor. Recopiladas con el título de El Amor Enferma, acá tenemos más de 80 historietas de una sóla página (casi siempre dividida en cuatro viñetas) en las que el creador de Bife Angosto afloja un poquito con los rockeros hechos mierda, las mutaciones bizarras y las porongas que hablan, para incorporar a su repertorio la siempre vigente temática del amor. Celos, obsesiones, amores no correspondidos, rupturas, ausencias, amores no asumidos… De todo eso y mucho más, Sala saca un jugo muy rico, porque lo combina con sus habituales dosis de delirio, grosería y mala leche. No te digo que lloré de risa como con otras obras del ídolo marplatense, pero me encantó verlo agarrar para otro lado (el detalle de que todos los personajes sean animales antropomórficos es genial) y aluciné con el dibujo, gracioso, sólido y muy bien resuelto en espectacular blanco y negro. Muy recomendable y muy regalable a minitas que no consumen el material más extremo de Gustavo.
Ya cerca de terminar de leer todo lo que se publicó en Argentina en 2015 (o por lo menos lo que me llamó la atención), le entré al Vol.10 de Términus, donde me encontré con buenos trabajos de Fernando Baldó, Bruno Chiroleu, Diego Simone (que reversiona un cuento al que Carlos Giménez ya había convertido en una historieta perfecta), la tríada Barreiro-Ferrúa-Santana, Gastón Flores y Sergio Tarquini, Iñaki Aragón y Pato Delpeche, y a riesgo de ser injusto, quiero destacar dos historietas por sobre el resto: la de Rodolfo Santullo y Damián Couceiro (el nuevo dibujante de las Teenage Mutant Ninja Turtles) y la historia muda de Rafael Ortiz (del que estoy por empezar a leer uno de sus trabajos para Avatar). Las dos tienen como ancho de espadas una calidad de dibujo asombrosa, pero además tienen buenos guiones y excelentes ideas a la hora de plantear la narrativa.
Y ya está. Tengo leído un libro más (de dibujante argentino y guionista inglés), pero lo aguanto para la próxima tanda de reseñas. Nos seguimos leyendo, y viendo por YouTube en el canal de Comiqueando, que está en https://www.youtube.com/channel/UC5_90mASHzDLxhDVQgAHGQw. Ahí te podés suscribir para no perderte ninguno de los videos que vamos subiendo. ¡Arrivederci!