el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 24 de marzo de 2010

24/ 03: VICTOR


España siempre fue un mercado difícil para el legendario Robin Wood. No sólo tiene poca obra editada en la península, sino que esta ha sido mayormente ninguneada o incluso vilipendiada por amplios sectores del público español. Sin embargo, a principios de los ´90 fue en España donde vio la luz uno de los mejores trabajos de su extensa carrera, La Expedición Maldita (junto a un inspiradísimo Lito Fernández), y donde en 2008 debutó la novela gráfica que hoy nos ocupa, y que una vez más nos muestra a un Wood que le escapa a los mecanismos de la producción adocenada (que domina como pocos) para embarcarse en una aventura autoral marcada por el riesgo.
Víctor lleva a Robin a un terreno en el que nunca había trabajado antes: el cuento de hadas dark, ese subgénero que tiene como referente ineludible a Nightmare Before Christmas. Esta obra encaja tan bien en ese contexto, que acá se podría publicar como El Extraño Mundo de Víctor y facturar fortunas. Víctor es una fábula ambientada en una ciudad crepuscular en la que el héroe menos pensado (un loser consumado que en pocas páginas se gana la lástima antes que la simpatía del lector) va a liderar un cambio radical, una verdadera revolución, en la que van a triunfar valores como la alegría, la belleza, la justicia, la solidaridad y –cómo no- el amor.
La aventura en sí misma transita caminos sinuosos, por momentos más jugados a la comedia, por momentos más ominosos, hasta llegar a una conclusión que no es obvia ni mucho menos. Los lectores muy acostumbrados al Wood de Columba probablemente se pierdan en algún recoveco de este laberinto, porque la verdad es que esto se parece poco al típico producto del ídolo. Sobre todo porque hay pocos cuadros por página, poco texto y un ritmo narrativo totalmente descomprimido. Lo cual no significa que en las 47 páginas que ocupa la historia pasen pocas cosas. Ni ahí, pasan MUCHAS cosas, y Wood se las ingenia para definir convincentemente a cuatro o cinco personajes y a llevarlos a un final coherente y redondo.
Lo más raro que tiene Víctor es, sin dudas, el dibujante. Se trata de Juan Rubí, un diseñador gráfico catalán que saltó a la fama por la creación de una línea de muñecos y merchandising en base a un personaje llamado Dkiller Panda. Esta es su primera historieta y se nota bastante. Rubí tiene un estilo personal, lindo, atractivo, con mucha onda Cartoon Network y alguna reminiscencia al glorioso Jhonen Vasquez. Maneja muy bien el color y sus efectos de photoshop realzan muchísimo el clima sombrío y melancólico que predomina en la historia. Pero le falta mucho en materia de ritmo, le cuesta muchísimo plasmar las escenas de acción y tampoco ofrece nada nuevo en materia de encuadres y composición de las viñetas. Obviamente le sobran herramientas para ilustrar cuentos infantiles, pero en historieta, donde lo más importante es la narrativa, se lo nota todavía un poquito precario.
Por supuesto, estos son “peros” de lector veterano, purista e hinchapelotas. Ofrecele esta historieta a los más chicos, vendésela como un cuento de hadas, y se van a volver locos. Van a amar a Víctor y a su galera y les va a importar muy poco si la narrativa de Rubí está un poquito cruda o si Robin no se mete tanto en la psiquis de los personajes como lo hace en Dago o Savarese. Como en los buenos cuentos de hadas, en Víctor la simplicidad no se traduce en oquedad, ni la ternura en ñoñez. Una cosa es escribir de forma sencilla y accesible y otra muy distinta es apelar al mínimo denominador común. Robin Wood lo sabe muy bien y lo demostró demasiadas veces.

4 comentarios:

oenlao dijo...

bien vendido pero no se si compro. Mas adelante, puede ser..

Andres Accorsi dijo...

Jajajaja... No confunda reseña con aviso publicitario, estimado Oenlao. Si esto funcionara como mecanismo para impulsar las ventas de los libros, habría muchos sponsors y yo ganaría un billete en vez de hacerlo 100% de onda...

ARIEL AVILEZ dijo...

LO BUENO DE ROBIN ES QUE TODAVÍA SORPRENDE.
SE AGRADECE ESPECIALMENTE LA DATA ACERCA DEL DIBUJANTE: NO TENÍA IDEA ACERCA DE DÓNDE HABÍA SALIDO.

Anónimo dijo...

SE LO PUEDE CONSEGUIR AQUÍ?