el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 3 de abril de 2010

03/ 04: ESSENTIAL DAREDEVIL Vol.4


Este es el típico comic que no sirve ni para envolver las papas. O por lo menos lo sería si no fuera porque la gran mayoría de los números aquí recopilados (75 al 101) están dibujados por el genio, el prócer, el insuperable Gene Colan. A veces con entintadores de lesa humanidad, es cierto. Un Syd Shores o un John Tartaglione, como para que no creas que vas a leer una obra maestra si de casualidad hojeás el comic antes de leerlo. Pero casi todos los números nos muestran a Colan entintado por quien mejor lo entiende y lo complementa: Tom Palmer. La dupla Colan-Palmer es probablemente la mejor dupla dibujante-entintador del comic yanki de los ´70 y verlos reproducidos en blanco y negro magnifica sus innumerables virtudes. Acá no están tan afilados como en Tomb of Dracula, pero se nota con toda claridad que hay dos monstruos de inmenso talento que además de llenar X páginas por mes (o bimestre) se preocupan por brindar un producto de calidad, un comic visualmente atractivo, elegante, potente y por momentos hasta profundo.
O por lo menos todo lo profundo que puede ser un comic con guiones tan malos como lo de esta etapa de Daredevil. Uno se fuma (no sin esfuerzo) 26 números al hilo y cuando cierra el libro no sólo envejeció 45 años, sino que no le termina de quedar claro qué leyó, ni por qué, ni mucho menos en qué pensaba Marvel cuando allá por 1971-73 publicaba esto y encima lo vendía. Excepto los últimos tres números, todo lo demás está escrito por Gerry Conway, quien sucedió a Roy Thomas, quien a su vez sucedió a Stan Lee. En la misma época Conway escribía un título infinitamente más exitoso que este, que era Amazing Spider-Man. Tal vez por eso nadie le metió una patada en el orto cuando leyó lo que hacía en Daredevil. El Daredevil de Conway es un típico producto de la Verdul Age, un superhéroe chato y a la deriva, prisionero de la fórmula ridícula que exigía que en todos los números aparecieran peleas de no menos de diez páginas, sin importar si servían o no para avanzar hacia algún lado.
Las dos o tres cosas que Conway parece querer contar no tienen que ver con DD, sino con Matt Murdock y su frustrada relación con Karen Page. Es una telenovela rara, llena de desencuentros, que termina con Karen en brazos de otro tipo (el manager que la guía en su meteórica carrera como actriz, esa que los que leímos Born Again sabemos cómo termina, o mejor dicho cómo acaba) y Matt termina con Black Widow, simplemente porque Marvel suponía que si sumaban otro personaje protagónico a la revista, por ahí levantaban las ventas. Pero lo peor que tiene la telenovela de Matt y Karen no es que termina mal, sino que todo el tiempo se ve interrumpida por peleas intrascendentes entre DD y algún villano pedorro.
Para darle un corte más claro al tema de Karen, en el n°87 Conway hace que Matt y la Viuda se muden a San Francisco, lo cual es una movida bastante osada para un comic de esta época. Además en Frisco no están los villanos de Spider-Man, que era con los que se peleaba DD cada vez que necesitaba subir las ventas. Pero no te preocupes, que Elektro también hace las valijas y agarra para el Oeste… Este segundo tramo, ya sin los sub-plots de Matt Murdock, es desgarrador. Se suceden unos villanos impresentables, el tira y afloje en la relación entre Matt y Natasha es patético y todo va hacia una nada, mínimamente condimentada con alguna revelación sobre el pasado de la Viuda que importa poco y nada.
Sobre el final se va Conway y llega Steve Gerber, que se va a esforzar para que el próximo Essential tenga un poco más de onda, aunque no va a poder contar más que en un par de numeritos con la chapa infinita de Gene Colan, que es la que hace que este libro vaya a la biblioteca y no a la basura. Este es un material duro de tragar incluso para los fans del Cuernitos. Si alguna vez Matt arma una runfla con Mephisto para borrar de un plumazo varios años de su continuidad, seguro borra estos.

3 comentarios:

oenlao dijo...

Es muy interesante lo que decis de los personajes secundarios en la entrada anterior, tambien dijiste que Pratt con pocas palabras los desarrolla. Esa exigencia tambien la tenes para los comics americanos? como este POR EJEMPLO.

Andres Accorsi dijo...

Sí, claro. Parte de lo que hace mediocrón al Daredevil de Conway es que no tiene buenos secundarios. A Foggy lo usa poco, a Karen demasiado (pero es un personaje chatísimo) y los pocos que agrega (en la etapa de San Francisco) son poco interesantes.
Es muy difícil hacer un buen comic sin buenos personajes secundarios...

Logan San dijo...

Si, son el alma de casi todos los comics, las excepciones son pocas... Comics como Batman por ahí no son tan dependientes de ellos (aunque depende de una nutrida y fresca galería de villanos), pero Superman, Spider-Man, Thor, Hulk, Iron Man, Wonder Woman, etc, no sería nada sin un buen grupo de personajes secundarios.