el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 2 de agosto de 2010

02/ 08: 100 BULLETS VOL.8


Bueno, ahora sí. Se acabaron los prólogos, se acabó la modorra, se acabó la onda de sembrar plots para cosechar más adelante. La mítica serie de Brian Azzarello y Eduardo Risso inicia su segunda mitad con un cambio de ritmo asombroso, un mega-broli con nueve episodios en los que pasan muchísimas cosas y se explican muchísimas más.
Pero guarda, que la explicación no es “Hola, soy Lono. Antes era uno de los Minutemen del Agente Graves y trabajaba para el Trust. Ahora soy un chabón heavy que bla-bla-bla”. Para nada. Azzarello no quiere cobrar barato, no le cierra hacer todo el esfuerzo él (y Risso) y que el lector coma la papita ya masticada. Acá todo es ambiguo, oscuro y para cazar cómo viene la mano hay que prestar muchísima atención. Los flashbacks van y vienen, la mitad de los personajes miente más que Macri y hay que estar muy, muy concentrado para seguir la historia por tantos vericuetos. Lo bueno es que de a poco, va quedando claro que estamos ante UNA historia y que todos los personajes a los que vimos hasta ahora van a terminar por confluir. La guerra entre el Trust de las 13 familias que gobiernan el mundo y su ex-empleado, el Agente Graves, está por estallar y ahora sí, los protagonistas tienen que elegir bando y bancarse esa elección.
Este tomo arranca con un episodio fundamental, el 50, en el que uno de los ex-Minutemen que sigue vivo explica nada menos que el origen secreto del Trust y su célula de justicia interna. Y de ahí nos vamos a New Orleans, para una saga extensa, ocho episodios en los que reaparece Wiley Times (a quien habíamos visto en un gran unitario, allá por el Vol.6), otro ex-Minutemen que ahora se reactiva y se enreda en una historia 100% troncal, en la que cobran muchísimo protagonismo Dizzy Córdova y sobre todo Shepherd, cuyo rol en la runfla se empieza a entender mucho mejor. Sobre el final, trágico, tenso, desesperante, un volantazo imprevisto va a cambiar radicalmente el curso de lo que veníamos viendo hasta ese punto, y ahí sí, todo encaja mejor y se encauza hacia el momento que estábamos esperando, que es el de la confrontación frente-march entre el Trust y la alegre muchachada de Graves.
Nada de lo dicho hasta acá le hace ni la menor justicia al trabajo de Azzarello, a su particular forma de llevar las tramas, a su manejo de los tiempos, a su inigualable oído para los diálogos, a la solvencia con la que presenta y define a decenas de personajes en cada arco y a la profundidad que les brinda no sólo a los protagonistas. En esta saguita ese laburo de personajes secundarios alcanza la cima con Martin, el trompetista genial y deforme al que todos apodan Gabriel. Lo que hace Azzarello con él es brillante y a la vez no tiene perdón de Dios.
Y lo de Risso, como siempre, está más allá del Bien y del Crack. A mitad de camino entre José Muñoz y Steve Dillon, el cordobés-rosarino encuentra un espacio donde expresarse con una contundencia infrecuente en el comic actual. Las miradas, el lenguaje corporal, los estallidos de violencia, todo es impactante y todo está perfectamente graficado. Hay en este arco varias minitas super-power y Risso recurre a figuras manarescas y trompitas altuneanas, pero sin renunciar nunca a su propia impronta visual. Pero lo más zarpado lo vemos en la construcción de las secuencias, varias de las cuales merecen pasar a la historia. La escena de Wylie y Martin en el pantano, una vez que zafan de sus captores, se tiene que usar en las escuelas para enseñar qué carajo es una historieta. El flashback que narra el fin de la relación entre Wylie y Rose también, es un clásico. Si eso no te pone los pelos de punta, tenés un témpano en el corazón de proporciones riquelmeanas.
100 Bullets, muchachos. 100 números, dos autores, cientos de personajes, infinitos corchazos, miles de diálogos filosos, de chistes groseros, de conspiraciones, traiciones y pases de facturas manchadas con sangre. Una gloria del Noveno Arte cuya segunda mitad –por lo menos en el arranque- cumple y dignifica mucho de lo que prometía la primera mitad.

4 comentarios:

F!X dijo...

Andres, paso a contarte que tanto los blogs de Comiqueando como el de Komikku y este ya son parte de ComicBLOG.com.ar

Saludos y felicitaciones por este laburazo de reseñar un comic por dia o__0

Andres Accorsi dijo...

Muy bueno! Gracias!

Anónimo dijo...

Gordo, respecto a The new Frontier ¿Es un comic para el disfrute de cualquiera, o tenés que estar bien metido en el universo DC? A mi me encanta el dibujo de Cooke, y soy ultra fanático del universo DC animado, pero no soy experto en todo lo que es la Golden Age, la Silver Age, la Porong Age, etcétera.

Andres Accorsi dijo...

El comic es brillante. Probablemente si sabés muuucho de la historia de DC pesques y disfrutes detalles que de otra forma se te escaparían, pero nada fundamental para el desarrollo de la trama.
Es un comic excelente en todo sentido.