el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 6 de agosto de 2010

06/ 08: SILVER SURFER: REQUIEM


Y, es un clásico: viernes a la noche, Requiem.
Bienvenidos a una historieta perfecta. Más triste que ser macrista y bilardista, pero perfecta.
Esta vez no puedo ni abrir la boca sin spoilear, así que vamos de frente: en el primer episodio el Surfer descubre que se está por morir, y en el cuarto y último, muere. De verdad. No sé si esta historia está o no en continuidad (tiene el loguito de Marvel Knights, así que por ahí no), pero contra todos los pronósticos, termina con la muerte de quien alguna vez fuera Norrin Radd, el valiente que se sacrificó para salvar al planeta Zenn-La de la voracidad de Galactus. Uno (que es fan del Surfer) hasta último momento espera que alguna entidad cósmica marveliana, o aunque más no sea el fantasma de Jack Kirby, aparezca y le diga “No, maestro, vos no te podés morir. Tenés otra chance para volver y seguir dando cátedra”. Pero no. Llega el final del tomito y la vida del Silver Surfer se acaba para siempre. Por lo menos para mí. Esta historia me emocionó tanto, que juro solemnemente nunca más leer un comic donde aparezca el Surfer. Sin saber que era posterior a Requiem, leí una (In Thy Name) que me encantó. Pero ya fue. Para mí, el Surfer murió acá y murió con toda la gloria que se merecía un personaje así, con más de 40 años de chapa a cuestas.
El guión es obra del maestro J.M. Straczynski, pero no tengas duda de que es una historia que a Stan Lee le hubiese encantado escribir, aunque debe haber sufrido más que yo al leerla (si la leyó, andá a saber…). Es un guión pausado, con clima de despedida, con muchísimas emociones y varios momentos en los que la poesía le gana por goleada a la epopeya. La aparición de los Fantastic Four no suma mucho (ya me quedó claro que no son la especialidad de “Stratosky”), pero la del Dr. Strange y especialmente las de Spider-Man y Galactus me pusieron los pelos de punta. Spidey (con quien Stratosky contó excelentes historias antes de derrapar alrededor del séptimo TPB) es el co-protagonista del segundo episodio, en el que prácticamente no pasa nada. Pero Peter y Mary Jane son los elegidos por el guionista para despedir al Surfer de la humanidad, para decirle lo que todos le querríamos decir a un tipo que hizo lo que hizo por nuestro planeta. Y el regalo que le deja el Surfer a los humanos es inconmensurable.
El Tordo (viejo compañero en los Defenders) aparece un toquecito, para despedir a Norrin Radd cuando este abandona definitivamente la Tierra para ir a morir a su Zenn-La natal, en otra secuencia conmovedora. Que es apenas un pedacito de un tercer episodio devastador, donde el Surfer, casi con el último aliento, hace en dos remotos planetas lo que Marvel nunca permitió que hiciera en la Tierra. No te lo cuento, quedate tranquilo. No es algo sorprendente, ni limado, sino demasiado lógico para un comic de superhéroes. Y el capítulo final, de nuevo en Zenn-La, con su amada Shalla-Bal y su antiguo trompa Galactus, está narrado por otro viejo conocido, al que tampoco vamos a deschavar. Y es sencillamente majestuoso. De hecho, si todo Requiem fueran esas 23 páginas, también lo recordaríamos por siempre como un comic genial.
Por si faltara algo, todo esto lo ilustra con mano maestra el gigantesco croata Esad Ribic (del cual ya leímos una de Loki vs. Thor y una en la que Namor hace como que aparece, pero no). En el primer episodio tiene algunos dibujos y algunas secuencias memorables, pero a partir del segundo, ya parece poseído por el poder cósmico del Surfer y se manda unas animaladas memorables. El tercer capítulo, con las naves de guerra y los aliens, casi parece de Juan Giménez. Y el cuarto, con los minutos finales del Surfer y el adiós emocionado de Galactus y de toda su raza, nos muestra a un Ribic sutil, finoli-finoli, que combina grandilocuencia y lirismo para hacer vibrar de emoción a cada puto átomo de cada puto lector. Grosso en serio.
Si creías que la ochentosa muerte del Capitán Marvel era el más hermoso bajón que te podía esperar leyendo un comic de la Casa de las Ideas, preparate, porque acá Straczynski y Ribic suben la apuesta (y la calidad) a niveles siderales. Requiem es una joya inenarrable, aunque los guionistas y editores la barran abajo de la alfombra y sigan mandando nuevas historias del Surfer como si nada.

5 comentarios:

Raptor Plateado dijo...

El silver Surfer siempre a sido uno de mis personajes de comic favorito la verdad es la pura lay!!

Preva dijo...

Coincido, la historia es excelente y Ribic es una vaca sagrada de la actualidad.

Anónimo dijo...

Me lo pido.

Patricio dijo...

Y a lo mejor es un final de esso tipo the ehnd , the Wolverine, Punisher, o Thanos, así que el Surfer vuelve. Si le pueden sacar 50 centavos vuelve, volvió Bucky no va volver el Surfer. Y , en menos tiempo, seguro. Al Capitan Marvel lo mataron y dejaron muerto porque entre otras cosas no vendía, no tenia titulo propio hacía dos años. Con todo, la historia se ve buena voy a hacer lo posible por conseguirla. No porque este fuera de la continuidad importa mucho desde el Dark Knight y antes de él, saludos y ojála que recuperes la mayor cantidad posible de historietas del aguacero, una pena amigo.

Fernán dijo...

junto a adam warlock y thanos, el ss es "él" personaje de marvel. lo despido con cariño tb. épicos los dibujos, el guión genial salvo el tercer libro q podría obviarlo. y me hubiera gustado un diálogo más frontal con galactus antes de la despedida. pero los dibujos lo dicen todo. aplausos para requiem.