el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 21 de agosto de 2010

21/ 08: SWEET TOOTH Vol.1


Hace unos meses, cuando me tocó comentar The Nobody, veía en Jeff Lemire a un autor en un gran momento, a 15 centímetros de crear esa obra maestra que lo pusiera para siempre en el panteón de los grossos de verdad. Bueno, la espera fue brevísima: acá está esa obra. Sweet Tooth es un trabajo absolutamente consagratorio y si hoy no está todo el mundo hablando de Lemire (no sé, ni me fijé qué dice la muchachada en los foros) es porque la editorial, los comerciantes o los lectores tienen un serio retraso mental. Esto es una aplanadora, de verdad.
La onda es explicar poco y mostrar mucho: la historia es el típico relato post-apocalíptico del EEUU devastado, pero los motivos no están claros. Pareciera ser que una plaga fuera de control mató a la inmensa mayoría de la población, y ahora unos pocos supervivientes se las rebuscan entre las ciudades repletas de muertos y pestilencias. Otra consecuencia de la plaga letal fue el nacimiento de unos pocos chicos, con rasgos de distintos animales, a los que se conoce como “los híbridos”. Como estos son inmunes a la/s enfermedad/es que causaron el holocausto, todo el mundo los quiere capturar, estudiarlos, o directamente robarles los órganos y la sangre. Nuestro protagonista, Gus, es un chico-ciervo que vivió muchos años en una cabaña en un bosque, sin contacto con ningún ser humano excepto su padre. Pero la peste se va a llevar al papá de Gus y, obviamente, este va a entrar en contacto con otros sobrevivientes. Uno de ellos, el duro e implacable Sr. Jepperd, será el co-protagonista, por lo menos en este primer arco de la serie.
Lemire explora lo menos posible las causas de la muerte de casi toda la población, y mucho menos las causas de la mutación que hace que exista un chico con astas y orejas de ciervo. Le interesa mucho más trabajar sobre Gus, su relación con su padre y el contraste entre el ingenuo niño del bosque y el recontra-heavy Sr. Jepperd, una especie de Rutger Hauer con mala onda, al que no le tiembla el pulso a la hora de golpear o boletear a nadie que se le ponga en su camino. Y acá es donde Sweeth Tooth saca chapa de clásico, en el desarrollo de estos dos personajes complejos, delineados con pocas palabras y muchas secuencias definitivas, de esas que no te olvidás nunca más.
La trama, además de varios misterios, nos ofrece una muy buena dosis de acción, mucha más (y más violenta) que en los trabajos previos de Lemire y la verdad es que resulta increíble lo sólido que se muestra en la acción y la machaca este pibe, que jugaba de local en las historias tranqui, parsimoniosas, casi pachorras, dominadas por los climas y las pausas. Acá hay pausas, climas y silencios de tremenda elocuencia, pero también hay unas piñas, unos escopetazos y unos garrotazos que te van a helar la sangre, mal.
El final del tomo es absolutamente maligno. Lemire te calza el continuariola justo en el momento en el que pasa algo que es lo que estás todo el tomo deseando que no pase. El que aguanta 15 minutos sin leer lo que sigue (en comic-books, en scans, como sea) tiene un témpano en el corazón digno de un amalgam entre Riquelme y toda la raza vulcana. El dibujo de Lemire está incluso mejor que en The Nobody, con alguna puesta en página arriesgada y todo, y el color corrió por cuenta de José Villarubia, el poeta del photoshop que engalanaba con sus colores las páginas de la mítica Promethea, o sea que este grosso del claroscuro no tiene nada que temer. Por el contrario, Villarubia aplica tonalidades y texturas con gran criterio y aporta muchísimo para que Sweet Tooth sea un comic que, sin resignar crudeza ni power visceral, resulte hermoso de mirar.
¿Por qué el padre de Gus afirmaba que su hijo tiene nueve años, si la plaga se desató hace siete? ¿Por qué nunca vemos a la mamá? ¿Cómo murió realmente toda esa gente? ¿Qué motivó la aparición de los híbridos? ¿De qué la juega realmente el Sr. Jepperd? Sólo Jeff Lemire tiene las respuestas y nos las va a revelar en los futuros tomos de esta serie que ya está entre las absolutamente imprescindibles (y las que muy probablemente no pasen jamás del número 20, como suele suceder cada vez que me cebo mal con una serie nueva).

12 comentarios:

Berliac dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Berliac dijo...

Canadiense tenía que ser. Un maestro de veintipocos.

Anónimo dijo...

mmm, no se si es tan bueno, prefiero leer tres tomos de diogenes y el linyera

Lucho dijo...

La originalidad de Lemire es lo que hace que Sweet Tooth valga la pena.

No me emocionó tanto como a vos.
Pero, no se puede negar que lo mejor del comic desde hace años aparece en la linea Vertigo.

Anónimo dijo...

sigo prefiriendo a Diogenes, me parece mas original que esta mamarrachada, si es por longevidad, hay miles de comics longevos como Blondie , que apestan...asi que te pido por favor lucho que no engañes con ese discurso, saludos

Anónimo dijo...

Suena interesante, habría que ver, aunque el dibujo de la reseña se ve mas o menos, gracias por la recomendación. En mi vida oí hablar del título, claro que todo esto de los comics apocalipticos estaba de moda en los 60-80, Heavy Metal, Kamandi, la película del planeta de los simios, como que me suena a eso.

Andres Accorsi dijo...

No, Anónimo, no tiene la onda del post-apocalipsis de los ´70 y ´80. El planteo es similar, pero el enfoque y el desarrollo no son los obvios.
No esperes el enésimo clon de Mad Max o el Planeta de los Simios, porque nada que ver.

Booster dijo...

Me pareció muy bueno Sweet Tooth, Jeff Lemire me encanta, lo que no entiendo es cómo puede hacer este tipo de cosas y ahora está por relanzar el Superboy, por que hace esto, por la plata o porque realmente tiene algo que contar de este personaje, aparte DC no creo que le de libertad creativa y que le deje hacer lo que él quiera con el personaje. Que decís Andrés?

Saludos

Andres Accorsi dijo...

Obviamente sospecho que lo de Superboy lo hace para pagar las expensas... Y me preocupa, porque me hace sospechar que no está ganando un buen billete con Sweet Tooth, que es lo que uno quiere que siga haciendo varios años más...

Anónimo dijo...

A mi en realidad me parecio una mezcla entre The Walking Dead y Lost..

Amadeo dijo...

por suerte, y contrario a las expectativas, a sweet tooth le está yendo bastante bien en ee.uu. de hecho es una de las pocas series de vertigo que GANÓ lectores entre el primer número y el último. y pareciera que DC lo banca a full al muchacho.

a mi me cabe que se meta con los superheroes, pero si le va a meter onda, si es otro de esos casos de indies escribiendo robin por el billete, la verdad que un bajón.

dcllanto dijo...

Andrés, Lemmire es un groso, si, si, este comic tiene una onda muy parecida a The Road, la novela del grosisimo de Cormac Macarthy, de la que hicieron la peli, más que nada por el vijae por una tierra desvastada, aunque de distinta forma.