el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 5 de diciembre de 2012

05/ 12: TRES SOMBRAS

Era inevitable. Tantos amigos y colegas me hablaron bien de Cyril Pedrosa que en algún momento iba a terminar internado en alguna de sus obras. Me quemaron la gorra mucho, durante mucho tiempo, y aún así creo que no estaba preparado para tanta magia.
La historia de Pedrosa no es muy original: un dibujante entrenado y curtido en las lides de la animación que un día decide probar suerte en la historieta y la rompe. Hasta ahí, es un cuento muy repetido. Lo distinto, lo impredecible, lo inexplicable, es el virtuosismo de este francés que cumplió hace poquitos días los 40 años. Pedrosa viene de la factoría Disney y le sobra el oficio para dibujar en esa onda amistosa, sencilla, en un punto careta. El tema es todo lo demás que esta bestia sabe hacer. En Tres Sombras, Pedrosa opta por el blanco y negro y muestra su dominio apabullante de todas las técnicas que se pueden explorar en blanco y negro: lápiz sin entintar, tinta, plumín, pincel seco, carbonilla, hojas negras raspadas con gilette, texturas logradas con esponjas y cepillos... todo vale para ponerle imágenes a esta historia. Por momentos, el dibujo es tan, pero tan alucinante, que el guión pasa completamente a un segundo plano.
Es increíble cómo un tipo tan, pero tan dotado para el dibujo, se aviene a contar algo, a poner todo ese talento desmesurado al servicio de un relato, en vez de simplemente dibujar. Pero bueno, si cuenta historias Lorenzo Mattotti, si contaba historias el Viejo Breccia, quiere decir que estas tienen una magia a la que no se pueden resistir ni siquiera las máximas deidades del lápiz y el pincel.
Con ese trazo fantástico, versátil, fresco, atento a los climas y a los detalles, Pedrosa se embarca en una extensa aventura de casi 270 páginas. Que se leen como si fueran 100, porque la narrativa está muy descomprimida y el autor elige ser muy escueto a la hora de los textos. Tres Sombras es la historia de Louis, un padre dispuesto a todo con tal de salvar a su hijo Joachim de un peligro fatal. Es un hombre que decide hacer todos los sacrificios que hagan falta para enfrentar, para torcer a un destino siniestro que amenaza, ominoso, el futuro de su hijito. No quiero dar ninguna precisión acerca del guión, porque me parece que se disfruta mil veces más si uno no tiene la menor idea de qué puede pasar ni por qué. Digamos simplemente que si la querés leer como una “de aventuras” también se la banca, si bien tiene un mensaje, un trasfondo infinitamente más profundo, más trascendental.
El clima de Tres Sombras rápidamente te atrapa, te envuelve, te intoxica. Cuando te querés dar cuenta, estás adentro de esta fábula alucinante y vivís y sufrís y te reís con Louis y Joachim, que son los personajes mejor trabajados dentro de un elenco en el que abundan los hallazgos. La historia avanza con un ritmo impecable hacia un final totalmente impredecible, impactante, conmovedor. Si esto no te pega, si no te sensibiliza, si no te deja boquiabierto aunque sea 15 segundos, difícilmente pertenezcas a la raza humana. Estamos ante una Historieta Perfecta, un torbellino de talento puesto al servicio de un relato cautivante y emotivo, imposible de olvidar. Repito algo que ya dije: Pedrosa es un dibujante imbatible, un genio, un monstruo, un poeta del lápiz, el pincel y la carbonilla. Y aún así, eligió poner su dibujo al servicio de una historia. Una historia que, felizmente, le hizo justicia a tanta maravilla visual. Cyril Pedrosa, amigo viñetófilo. Otro autor al que conviene seguir hasta las entrañas mismas del Averno...

2 comentarios:

Rodrigo López dijo...

Esta obra es achacantemente maravillosa.

Mauro Vargas dijo...

No se puede dejar de leer, te metes a full, los trazos te llevan pareciera tan fácil como dibuja...

Hay que conseguir "Portugal" los previews que vi me cebaron mucho, ahí el máquina este la rompe con el color.