el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 8 de enero de 2017

TARDE DE JOVENES A LA DERIVA

Voy medio lento con las lecturas porque estoy luchando contra un libro muy largo, y además estoy leyendo un texto sobre historieta que me tiene totalmente hipnotizado. Cuando lo termine, seguro lo voy a comentar en este espacio.
Arranco en 2001, en la pequeña editorial AiT/PlanetLar, donde Brian Wood, después del moderado suceso de Channel Zero (ver reseña del 26/12/12), da un paso importante en su carrera como “guionista que no dibuja”: después de una olvidable temporada en Marvel, vuelve a crear una historia totalmente original, esta vez junto al ignoto dibujante Brett Weldele, y de nuevo en la temática de “jóvenes a la deriva” que tanto resultado le había dado. Couscous Express es una novela gráfica de 70-75 páginas, no mucho más, que arranca para el lado de la comedia costumbrista, amaga con virar para el lado de la denuncia social y termina como una historia de gangsters que se recontra-cagan a tiros, mezclada con romance. Y con comida árabe.
Como siempre, Wood la descose con la construcción de los personajes. Incluso el villano, que casi no habla, está perfectamente definido. Enseguida te das cuenta de que es un hijo de mil putas irredimible, más malo que el gobierno que le saca los medicamentos a tus abuelos si cobran más de $ 8500 de jubilación. La historia avanza a un ritmo ni pachorro ni frenético, y deja espacio para que se luzca el verdadero amor de Wood: la ciudad de New York. El dibujo de Weldele adolesce de una cierta falta de fondos, o del uso de fotos para reemplazarlos, pero tiene una frescura, una síntesis y una fuerza expresiva muy notables, con momentos en los que me hizo acordar a genios como Guy Davis, Chris Bachalo o Ted McKeever. Couscous Express no fue un hitazo ni mucho menos, así que capaz que lo encontrás en oferta y lo pagás menos de lo que vale una porción de humus en cualquier restó árabe de Buenos Aires.
Me voy a Japón, donde me espera otro de los grandes especialistas en contar historias de “jóvenes a la deriva”. El glorioso Inio Asano reunió en el tomo llamado El Fin del Mundo y Antes del Amanecer diez relatos cortos protagonizados por chicos y chicas con problemas y sentimientos muy reales. Uno de ellos le sobró de What a Wonderful World!, aquella colección de historias cortas editadas en dos tomos que vimos allá por Febrero de 2010. Y otro (el más largo) es un remixado de tres episodios de una serie que empezó pensada para durar varios tomos, pero –veletazo mediante- quedó ahí y se convirtió en un unitario extra-large.
Asano es (lejos) el que mejor hace el truco de resolver los fondos con fotos retocadas, el que los hace ver más lindos, mejor integrados a su grafismo, Por supuesto que Tezuka, Ishinomori y todos los senseis que les enseñaron a los mangakas más jóvenes a buscar la síntesis y omitir detalles se retuercen en sus tumbas cada vez que sale un libro de Asano, como Yrigoyen y Alfonsín cada vez que abren la boca Ernesto Sanz o Gerardo Morales. Pero Asano no es un mangaka común, sino un virtuoso pasado de rosca, que en pocos años logró desarrollar su propio universo visual y hasta su propia narrativa, su propia gramática de este lenguaje al que llamamos historieta.
Las historias del tomo transmiten ilusión, angustia, sueños incumplidos, nostalgia, a veces ironía, a veces desazón. Pongo por encima del resto el tramo de Domingo, 6:30 de la Tarde protagonizado por el papá de los hermanos Esono (un personaje complejísimo, clásica víctima del capitalismo salvaje que considera a los seres humanos engranajes de una maquinaria) y Tokio, la historia del joven mangaka que vuelve a su pueblo rural para reencontrarse con sus compañeros de la escuela primaria. Pero si te gusta el estilo anti-épico de Asano, ese superpoder (que comparte con Adrian Tomine) de ponerle fin a los relatos donde vos menos te lo imaginás, ese tono intimista que se esfuerza por no caer en la sensiblería, estoy seguro de que todas las historias te van a llegar. Y si no, no importa: disfrutá del dibujo, que es majestuoso.
¿Ya dije que es muy injusto que en Argentina haya tres editoriales que publican manga y ninguna ofrezca este tipo de tomos, con varias historias autoconclusivas de algún autor grosso? Bueno, si ya lo dije lo repito, total el público se renueva, como dice la nonagenaria fascista sicaria de Magnetto. Hasta acá llegamos por hoy y nos reencontramos ni bien tenga más libros leídos.

7 comentarios:

Damián dijo...

Comparto tu crítica, hacen falta ediciones locales de tomos de manga autoconclusivos como este de Asano.

Diego Prósperi dijo...

También comparto, puesto que en este caso, parece que nos hallamos ante «papa finísima».

Releí el posteo de Inio Asano en la sección "Desde adentro" en Comiqueando on-line y me tomo la licencia de transcribir un fragmento:

[...] un tanto preocupante es que los lectores japoneses se están acostumbrando mucho a la simplificación, no les gustan las historias difíciles. Los editores nos piden que el dibujo sea atrapante, que dibujemos a los personajes con diseños atractivos, aunque sean muy sencillos, para que más gente se sienta empujada a leer el manga. [...]

Supongo que es más fácil hacer cosplay de Naruto, Cowboy Bebop o Gantz que de personajes como los de Inio Asano (o de Adrian Tomine).

Quizá todo entra por los ojos, aún para los responsables de editar manga en estas locaciones...

Ad Astra dijo...

¿El tomo, editado por Ivrea, "Historias de un espejo" de Rumiko Takahashi no cumple los requisitos de "[...] tomos, con varias historias autoconclusivas de algún autor grosso"?

Andrés Accorsi dijo...

Sí! Y está muy bueno! Queremos muchos más de esos, en lo posible sin esperar otros 17 años, que fue lo que tardó Ivrea en editar un tomo de hsitorias autoconclusivas.

Zambrano dijo...

ja! yo tambien iba a nombrar historias de un espejo. creo que tambien publicaron uno de historias cortas de takehiko inoue. Lo que pasa es que nos hace falta otra editorial de manga: una que se centre en publicar material adulto de manera prolija y con regularidad. Porque no tiene sentido putear a ivrea que para bien y para mal, ya tienen una onda definida que dificilmente va a cambiar.

Zambrano dijo...

y cuando digo material adulto no me refiero a lo que ivrea parece entender por adulto (o sea sangre y tetas)

Ad Astra dijo...

Coincido, pero dudo que surja alguna editorial con esa línea. Por ahora me muero de envidia viendo algunos títulos que publica Norma, ECC, Milky Way, Tomodomo y Ponent Mon en España y me conformo con leer en digital.