el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 6 de noviembre de 2017

NOCHE DE LUNES

Bueno, ya tengo un par de libritos más leídos, así que vamos con nuevas reseñas.
House of Hem no es una parodia de la famosa saga de Marvel, sino un recopilatorio de varias historietas (claramente en joda) realizadas por el maestro Fred Hembeck en los ´80 y ´90. Ah, y una de 10 páginas de Spider-Man realizada en este siglo que sólo había aparecido en soporte digital. La de Spider-Man, la de Hulk y las que Hembeck hizo para la revista Marvel Age están bien, pero en este recopilatorio funcionan como relleno, como complemento a dos historias largas que en su momento se editaron como one-shots.
Fred Hembeck Destroys the Marvel Universe (de 1989) es una historia larga en la que el ídolo nos muestra cómo un avatar de la muerte hace boleta a todos los personajes de Marvel de esa época, desde ignotos justicieros como Texas Twister y Blue Shield a los héroes más taquilleros de aquel entonces, que eran Spider-Man, Wolverine y Punisher. Las situaciones se resuelven por la via del humor físico, o del humor verbal, casi siempre de modo original y efectivo. Y para el final, Hembeck pega un salto metatextual y cierra el one-shot con un paso de comedia entre él mismo y Stan Lee, otro habitante del mundo real frecuentemente convertido en personaje de historietas.
Pero la papa más fina es, sin dudas, el one-shot Fantastic Four Roast (de 1982), una historieta escrita y bocetada por Hembeck, pero dibujada por una plétora de artistas de los que trabajaban en esa época en Marvel. Todos los héroes se reúnen para celebrar los 20 años del primer grupo de la editorial, y además de chistes muy graciosos acerca de Ben, Reed, Johnny y Sue, está el increíble atractivo de descubrir que cuando aparece Daredevil lo dibuja Frank Miller, cuando aparece Dr. Strange lo dibuja Marshall Rogers, a Power Man y Iron Fist los dibuja Kerry Gammil, obviamente hay muchas viñetas en las que los FF y sus enemigos aparecen dibujados por John Byrne, y colaboran también Mike Zeck, John y Sal Buscema, Bill Sienkiewicz, Joe Sinnott, Walt Simonson, Michael Golden y varios más. Hacía muchos años que este one-shot era difícil de encontrar, así que fue una reedición más que bienvenida para los fans de Hembeck, de los Fantastic Four, o de la Segunda Era Dorada de Marvel (1980-85) capitaneada por Jim Shooter, quien supervisó muy de cerca la realización de este especial.
A nivel dibujo, está buenísimo ver cómo Hembeck mejora notablemente con el correr de los años. Sin dudas la historieta más reciente (la de Spider-Man) es la que muestra un mejor nivel en el dibujo y sobre todo en la puesta en página y el armado de las secuencias. Si -como yo- seguís a Hembeck desde los ´80, no te podés privar del lujo de sumar House of Hem a tu biblioteca.
En pilón de libros argentinos editados en 2017 se filtró uno que apareció en Diciembre de 2016… puede fallar. Se trata de una breve novela gráfica (36 páginas) en la que Valentín Lerena y Roberto Fontana adaptan un relato de Liliana Bodoc titulado El Cuarto Hijo, un fragmento del libro Oficio de Búhos, que forma parte de la famosa Saga de los Confines.
Lo bueno: el relato de Bodoc le provee a Lerena un elenco poblado de por lo menos dos personajes interesantísimos, y de situaciones jodidas, extremas de verdad. Fontana capta muy bien el clima sórdido de la trama y ofrece páginas muy bien dibujadas, con un ritmo que muchas veces las adaptaciones de obras literarias no tienen, porque quedan prisioneras de los textos de los que parten. Esto, en cambio, es historieta en estado puro, y si no te aclaran que la trama está tomada de un cuento, jamás te lo imaginás.
Lo malo: los yeites que Fontana “toma prestados” de Enrique Breccia a veces exceden el ámbito de la influencia y se acercan peligrosamente al latrocinio. Y lo más choto: no sólo la adaptación de El Cuarto Hijo es muy corta… además termina abruptamente, en un momento recontra-crucial para el desarrollo de la trama. Me imagino que eso no será un capricho de Lerena y Fontana, sino que la autora del cuento también decidió terminarlo ahí… pero –la puta que los parió a todos- hay que ser muy garca para poner el “fin” justo ahí, en la escena más fuerte del relato. En definitiva, entre el final que parece más un coitus interruptus que un final y las escasas 36 páginas de historieta, el librito me dejó gusto a poco. Lo recomiendo sólo a los completistas de Lerena y Fontana, o a los talibanes de Liliana Bodoc que quieran tener TODO lo relacionado con la Saga de los Confines.
El jueves a la noche me estoy yendo a San Luis, pero no está descartado que antes de eso clave otro posts con nuevas reseñas. Gracias y hasta pronto.

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