el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 10 de febrero de 2018

BLACK PANTHER

Si sos negro, Marvel hizo esta película para vos. Si estabas harto de que las películas de superhéroes fueran comedias repletas de chistes, Marvel hizo esta película para vos. Si te copan las historias dramáticas, fuertes, con una mezcla entre tragedia shakespereana, machaca a todo nada, naves y locaciones futuristas y un toque de misticismo (o sea, si sos fan de La Casta de los Metabarones, por ejemplo), Marvel hizo esta película para vos.
A lo largo de 135 minutos, el director Ryan Coogler nos propone sumergirnos en un film que se parece poco al resto de las películas del Universo Cinemático de Marvel. La trama de Black Panther requiere un tono más serio, por momentos más solemne, más protocolar (recordemos que esto viene de Civil War, donde presenciamos la muerte de T´Chaka, rey de Wakanda y padre de T´Challa). La sucesión al trono de una nación africana que a simple vista parece pobre pero esconde las maravillas tecnológicas más zarpadas de este y otros mundos no es algo para ser resuelto a la ligera, y eso lo tienen muy presente los guionistas de Black Panther. También se nota que tienen bastante a mano los comics, sobre todo la etapa de Reginald Hudlin, que creo que es la que más se ve reflejada en la cinta. En general, es más popular la etapa de Christopher Priest (o la actual, con Ta-Nehisi Coates al frente), pero de los aportes de Priest, a Coogler y su equipo sólo les interesa el agente Everett Ross, a quien enfocan desde otro lado, para que no sea el personaje gracioso y nabo de la historia.
Ya escuché a más de uno putear porque T´Challa aparece como un personaje sin dobleces, demasiado noble, demasiado perfecto y poco expresivo. Bueno, muchachos, cualquiera que sea fan de la Pantera sabe que en los comics el personaje funciona así. De hecho, en la peli es un poquito menos frío, menos cerebral que en los comics. Y como en la etapa de Hudlin, el guión reserva un montón de escenas magníficas para Shuri, que levanta chapa como para protagonizar tranquilamente sus propias películas.
Otro logro de Black Panther es que se banca el desafío de meter tres villanos, algo que suele estropear las pelis de superhéroes, o que obliga a los guionistas a reducir a por lo menos un villano a un rol tan menor que resulta insultante (acordate de Rhino en aquella peli de Spider-Man). Acá el truco consiste en convertir a uno de los tres enemigos de T´Challa en un… oponente, un adversario, que cuando las papas queman posta, no descarta alinearse con el bando que más le conviene, que (en la segunda mitad de la película) es el de los buenos. No quiero dar muchos detalles pero sí, vas a ver el momento en el que los gorilas se hacen peronistas. El villano encubierto, el no obvio, resulta infinitamente obvio para cualquier fan de los comics de Black Panther, pero la verdad que no jode en lo más mínimo, porque es realmente atrapante la forma en que la peli lo reversiona y le da otro significado a su cruzada contra T´Challa.
Decorados, trajes, armas, efectos especiales… todo es majestuoso e hiper-original. Las peleas son fabulosas, los efectos especiales te detonan el ojete y la persecución de autos… probablemente sea la mejor que recuerdo haber visto en una pantalla. Allá por los ´90, se podía hacer películas íntegramente ambientadas en Africa y encargarle la música a Elton John o Phil Collins. Hoy, si hacés eso te linchan, así que en la banda de sonido hay infinitos raperos y hip-hopetes que no me emocionan para nada. Por suerte hay varios tracks que juegan a recuperar la música folklórica del continente negro, y ahí sí, hay maravillas también para los oídos.
Sin un personaje canchero, sin un actor hiper-carismático, sin chistes, sin bizarreadas demasiado over the top, con un palo brillante y certero contra el impresentable Donald Trump, casi sin conexión con el resto de las pelis de Marvel (recién en la última escena post-créditos alguien se acuerda de que Bucky había quedado encanutado en Wakanda), Black Panther te caga a palos durante 135 minutos que no se hacen largos, en absoluto. Y hasta se da el lujo de terminar con un sacudón tremendo al status quo del Universo Marvel al que los guionistas de los comics no se animaron nunca.
Ahora que DC tiene que estrenar un largometraje protagonizado en soledad por un héroe segundón que ejerce también como monarca de un reino oculto a los ojos de la Humanidad, en el que además (se comenta) aparecen tres villanos, le recomiendo a los guionistas de Aquaman que vayan a ver Black Panther 45 ó 46 veces y tomen nota. Si van por este lado, llegan a buen puerto, seguro.
Aguante La Casta de los Metabagrone.

3 comentarios:

DZ2042 dijo...

nose si es mala o no... lo que si es aburrida... muy...

Nahuel2017 dijo...

Que capo Andrés totalmente de acuerdo a mime encanto .

marc dijo...

Ami me aburrió mucho..La verdad.