sábado, 14 de agosto de 2021
9 al 15 de AGOSTO
Sepan disculpar si la sreseñas de hoy no están muy inspiradas, pero la verdad es que tengo la cabeza 100% en otra cosa. Bah, en realidad 85% en llegar con las fechas a la salida del nº3 de Comiqueando Digital, y el 15% en otras cosas.
Allá por 2010, en los albores de este blog, me tocó comentar el primer tomo de la antología Flight, publicado en su momento por Image. Después de ese enorme éxito, Kazuo Kibuishi siguió al frente de la antología, pero se la llevó a la editorial Villard, que publicó varios tomos más. Hace poco conseguí muy barato el Vol.6, también compuesto de historias cortas de autores poco conocidos, y ahí me quiero meter hoy.
La primera historia, a cargo de Michel Gagné tiene dos problemas: es muda y es muy larga. Pero lo que cuenta está bueno y el dibujo es hermosísimo, así que no jode que ocupe muchas páginas, ni tampoco hacía falta el texto para entender y disfrutar la trama. Por ahí era más lindo contarlo con movimiento y sonido, en un dibujo animado. Pero así como está, está muy bien. La segunda historieta, a cargo de JP Ahonen, tiene un dibujo correcto, un color excelente y diálogos y situaciones muy graciosas. Es una comedia costumbrista, con pinceladas de delirio y mala leche, muy lograda. La historieta que aporta Kazuo Kibuishi está mejor dibujada que muchas de las páginas que nos ofreció en la saga de Amuleto, y con el color al mismo y espectacular nivel. El guion es una aventurita menor, no exenta de una cierta onda pulp. Después tenemos otra comedia disparatada y con un humor original y eficaz, a cargo de Graham Annable, un muchacho que curte la misma estética que Ernán Cirianni, pero un poco más prolijo.
Dead at Noon es otra historieta 100% muda, esta vez un western narrado y dibujado como los dioses por Rodolphe Guenoden, seguramente el más grosso de los autores cuya existencia descubrí gracias a este tomo. La de Phil Craven está buena, pero es muy cortita, no llega a sacarle provecho al clima que trata de crear. Después tenemos ooootra historia muda y muy jugada a los climas, a cargo de Cory Godbey. Se me hizo larga, pero el dibujo es realmente maravilloso. Andrea Offerman también aporta una historia muda muy bien dibujada, y lo mismo se aplica a Rad Sechrist, con la diferencia de que este es MUY capo en el armado de las secuencias y el manejo del timing. La de Bannister y Grimaldi es otra comedia con buen ritmo y no mucha sorpresa, bastante bien dibujada. Justin Ridge propone una comedia bizarra con elementos de terror y romance, protagonizada por animalitos, que no está mal. Me gustó mucho también la de Richard Pose, una historieta 100% apuntada al público infantil, pero con un dibujo y un guion impecables. La más flojita del tomo es la historieta de Kean Soo, que procedo a saltearme, y me voy a las dos últimas: una de superhéroes mitad en serio/ mitad en joda a cargo de Steve Hamaker, bastante digna aunque poco novedosa. Y una última historieta para chicos, donde el guion y el color están bastante por encima de los dibujos, todo obra de Mike Dutton.
Bastante buen promedio, por suerte. Si encuentro más tomos a buen precio, seguiré acumulando más Flight en la biblioteca.
Y me queda poco espacio para hablar de otra antología, en este caso de un único autor: El Hombre Tótem y otros héroes extraordinarios recopila varias historietas cortas escritas, dibujadas y coloreadas por Quique Alcatena, originalmente aparecidas en la web en Tótem Comics (aunque hay una que creo haber visto en Fierro). En estas aventuras, Alcatena se queda con un pedacito de la estructura de los comics de superhéroes: la forma en que se plantea el conflicto entre buenos y malos. Y todo lo demás lo recrea a su imagen y semenjanza: los personajes, los poderes, las ambientaciones y hasta la forma que se resuelven estos conflictos, no tienen nada que ver con las fórmula tradicionales de DC, Marvel, etc..
Acá hay referencias literarias, musicales, pictóricas… claramente lo que menos le interesa a Alcatena son las peleas entre héroes y villanos. La emoción pasa por otro lado: por la imaginación sin límites, el homenaje a los maestros del género (muy emotivo el que Quique le hace a Steve Ditko) y por la magia desenfrenada del dibujo y el color, que lo muestran al prolífico maestro argentino en un nivel apabullante. No solo la imaginación de Alcatena no tiene límites, sino que tampoco los encuentra cuando tiene que llevar al papel estos desbordes, porque la mano logra plasmar a la perfección todas y cada una de sus ocurrencias, con una exhuberancia y una belleza difíciles de describir y de comprender. Seguramente los guiones no tienen la profundidad ni la gravedad de las sagas más extensas que Quique crea junto a Eduardo Mazzitelli, pero la idea también es esa: ir para otro lado, descontracturar, largar la piña en otra dirección, como cantaba Virus. En este libro, Alcatena demuestra que también con historias más simples se puede inspirar para crear universos complejos, tanto en lo visual como en el menú de símbolos, guiños y referencias para el lector más culto. Lo único que no me gusta es que las letras y los globos son enormes y tienen mucho peso gráfico en cada página. No llegan a eclipsar ni el impacto ni el placer que causan los dibujos, pero un poquito más chicos, quedarían mejor.
Y nada más, por hoy. Gracias por tanto, perdón por tan poco, y será hasta el finde que viene.
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3 comentarios:
Ya viste the suicide squad? Cuando sale reseña? Yo pense que te habian invitado al pre estreno como de costumbre
No, no sé si no hubo función de prensa, o si hubo y no me invitaron. La vi en una cueva de piratas en la web. Y en esos casos no escribo reseñas.
Y que te pareció? A mi me entretuvo mucho, que ya es mucho decir
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