el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 21 de febrero de 2010

21/ 02: NEKRODAMUS: EL DESPERTAR DEL DEMONIO


En general, queda bastante asqueroso que uno hable de su propia obra, pero a) la historieta que escribimos junto a mi hermano Diego ocupa apenas 12 páginas de las 128 que trae este libro, b) hoy es mi cumpleaños y me atribuyo el derecho de romper ciertas reglas y c) la vanguardia es así.
El núcleo de este libro (que arranca con un magnífico prólogo del maestro Fabio Blanco) lo componen ocho historietas que son aquellas con las que, en 1989, se relanzó a Nekrodamus después de casi 10 años de su última aparición. Se iniciaba así un ciclo de 54 episodios, considerados por los fans como los más logrados de toda la trayectoria del personaje. En estas historias (originalmente publicadas en la revista Skorpio a partir de 1990) nos reencontramos con otro maestro, Horacio Lalia, quien co-creara a Nekrodamus junto a Héctor Germán Oesterheld allá por 1975, y se mantuviera al frente de la faz gráfica durante los cinco años siguientes, en los que (tras la desaparición de HGO), la serie cambió demasiadas veces de guionista. El Lalia de 1989-90 es apenas un poquito menos barroco que el de los ´70, y por eso se lo ve más claro y más sólido en la faceta narrativa. Pero no sería Lalia si no nos sorprendiera con el trabajo inhumano que vemos en los fondos (nadie dibuja arquitectura gótica como Lalia), en los vestuarios y las armas de los personajes. O con el manejo de los climas sombríos y desoladores. O con el despliegue de texturas que realzan tanto el dibujo como los climas ya mencionados, a tal punto que la historieta logra transmitirnos sensaciones táctiles y olfativas, aunque sólo la miramos con los ojos.
Para esta época, Walter Slavich era un joven guionista de comics, para el cual escribir a Nekrodamus era una especie de sueño del pibe. Todavía faltaban algunos años para que se consagrara como un notable guionista de televisión, con éxitos como El Garante, Tiempofinal, Sin Código o Epitafios. Pero el pibe se aguantó la presión de jugar en Primera como los grandes de verdad. Nekrodamus y Gor, con sus personalidades perfectamente definidas desde las primeras páginas, viven historias profundas, coherentes y muchas veces MUY jodidas, en las que la aventura es una excusa para hablar del abuso de poder, la justicia, la memoria, el amor, la corrupción o la codicia. Nekro pasa a ser, más que un Dr. Strange con espada, un ajedrecista de lo sobrenatural. Un tipo frío, lleno de recursos, que siempre tiene un Plan B que el lector no ve venir. Rodeado de dos salvajes como Gor y el perro Lepra (otro hallazgo de Slavich) pareciera que no hay cómo ponerlo en jaque, pero esta etapa es, además, rica en villanos sumamente atractivos, con el poder (y la maldad) suficientes para que Nekro se las vea MUY dark en unos cuantos episodios realmente memorables y escalofriantes.
Y bueno, la historieta que escribimos con Diego fue casi un juego de cebados: leímos varias veces el origen de Nekro (tres episodios de 1975 con los que arranca la saga) y nos dimos cuenta de que estaba plagado de serias inconsistencias. Los personajes enunciaban sus intenciones y, cuando los resultados no se parecían a las mismas, nadie parecía notarlo. Nos pareció divertido llenar esos baches lógicos del guión de Oesterheld con un episodio que complementara a aquel origen (un jueguito que aprendimos de ídolos como Roy Thomas o John Ostrander) y así fue como a principios de 2005 le entregamos este guión a Horacio Lalia, sin estar muy seguros de que lo fuera a dibujar. Años más tarde, la historieta estuvo terminada y realmente el trabajo de Lalia superó todas nuestras expectativas. Se bancó como un duque páginas con mucho texto, páginas de nueve cuadros, muchísimas viñetas que requerían releer y redibujar escenas de los episodios de 1975… y a todo le puso una dedicación y un talento increíbles. O sea que no sólo nos dimos el gusto de meter mano en el origen de uno de los personajes más grossos de la historieta argentina, sino que además nos mandamos la herejía de “arreglarle” un guión medio rengo a HGO y encima fuimos recompensados con un laburo monumental de Horacio Lalia. Obviamente, alguien nos la va a cobrar carísimo en el más allá…

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Thalos va a editar las historias que faltan de Nekrodamus en tomo?

Andres Accorsi dijo...

No tengo idea, estimado Anónimo.
Sé que están por sacar un libro nuevo de Lalia, pero son adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe.
Le recomiendo consultar algún foro o página de la editorial...

Fernando Rocchia dijo...

Muy interesanter el blog...vendre seguido.

Andres Accorsi dijo...

Cuando quiera, estimado.
Los hinchas de Racing son especialmente bienvenidos.

Anónimo dijo...

FELIZ CUMPLEAÑOS!!!! LA VANGUARDIA ES ASI!
Lea The Lost Avenger.

oenlao dijo...

No hay duda que nekro, Lalia y ustedes son partN de la historia del a historieta.Y que fue un lujo haber hecho ese guion. Y que es posible que a los fan de Nekro les interese ese arreglo.
Pero ami el guion no me gusto como aventura aunque es un hito en esa historia. Parece una reseña tuya dibujada.

Andres Accorsi dijo...

Jajajaa! Qué forma elogiosa de bardearme!
Seh, en parte coincido con vos: es más un parche efectivo que una gran historia. Pero para hacer las dos cosas de un saque (y en 12 páginas) hay que ser John Ostrander, y ni Diego ni yo estamos a ese nivel.

Anónimo dijo...

LEPRA NO ES UN PERRO!! xD,UNA DE LAS MAS GRANDES HISOTERIETAS DE ARGENTINA ES SUPER MEGA EXELENTE,MERECE TENER SU SERIE ANIMADA.