el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 10 de julio de 2010

10/ 07: LOS ULTIMOS DIAS DEL GRAF SPEE


Hoy mato dos pájaros de un tiro: por un lado retomo mi recorrida por el comic de los países hermanos, y por el otro tengo una excusa para desear en voz alta que la selección uruguaya le rompa bien en orto a la alemana en el partido de esta tarde.
En Uruguay, como en Chile, el estado otorga fondos concursables a los proyectos de mejor nivel artístico. Desde que existen los fondos, los ganan sistemáticamente los miembros del Grupo Belerofonte, que son básicamente el guionista/ editor Rodolfo Santullo y el dibujante Matías Bergara. En 2008, los fondos les permitieron convertir en un hermoso álbum esta excelente novela gráfica que es Los Ultimos Días del Graf Spee.
Tal como el título nos permite suponerlo, se trata de un relato ambientado en 1939, cuando el buque alemán Graf Spee llega al Río de la Plata y echa anclas en Montevideo, hostigado por los cañonazos de la armada británica. Eso ya de por sí reviste el suficiente interés como para bancar un buen relato, pero Santullo va más allá y lo sazona con elementos de ficción, para lograr lo que mejor le sale: una aventura en la que la imaginación va a fondo, pero 100% verosímil. La trama que propone Santullo envuelve a los verdaderos marinos alemanes y los verdaderos políticos uruguayos con espías, diplomáticos, femme fatales y hasta un arquitecto que termina por convertirse en el protagonista de la novela. Los personajes de José Arenales y Claire están perfectamente construídos, al igual que el del capitán Hans Langsdorff, máximo oficial a bordo del buque alemán, que se debate entre la obediencia al Reich y sus deberes para con sus tripulantes. Lo de Santullo se parece mucho a lo que hacía Osvaldo Soriano en sus mejores novelas. Incluso, como Soriano, se anima a quebrar la notable tensión dramática con momentos más distendidos, casi con aire de comedia, y logra que el guión se mantenga agazapado, siempre listo para que estalle el conflicto final, que el lector uruguayo conoce de memoria, ya que el hundimiento del Graf Spee en las costas de Montevideo es uno de los hechos más destacados en la historia del país vecino, acerca del cual se han escrito toneladas de textos.
Otro acierto de Santullo es que sus personajes no cuentan la historia: la viven. No los llena de diálogos en los que explican lo que pasa, ni por qué cada uno hace lo que hace. Un texto previo a la historieta nos presenta el marco histórico y a los protagonistas de la historia, y después, ya fue: cada uno interpreta su rol con total naturalidad y sin dar demasiadas explicaciones.
Esta economía en los textos es uno de los tantos elementos que juegan a favor del lucimiento del dibujo, al igual que la poca cantidad de cuadros por página. Y Matías Bergara no desaprovecha en lo más mínimo las posibilidades de lucirse. Acá lo vemos en plena consolidación de su estilo, al que podríamos definir como una mezcla entre Jacques Tardi y Juan Sáenz Valiente, pero con los grises trabajados como Alberto Breccia en Perramus: con aguadas, esfumados, la línea negra convertida en gris y muchas veces ausente, reemplazada por masas de distintas tonalidades aplicadas con el pincel. La narrativa es clara y potente, como en Sáenz Valiente y Tardi, y sobre el final los primeros planos se van haciendo cada vez más expresivos, hasta llegar a niveles dignos de José Muñoz. El resultado es sencillamente delicioso.
Los Ultimos Días del Graf Spee combina rigor histórico con vuelo creativo y una gran belleza plástica. Y pone allá arriba a una obra gestada en un país que llevaba muchos años sin producir historietas de primer nivel. Por suerte, con Santullo, Bergara, Renzo Vayra y algunos nombres más, el comic uruguayo atraviesa un muy buen momento a nivel calidad, que ojalá se traduzca en un crecimiento genuino del mercado editorial y del consumo del propio público uruguayo, cuyos gustos parecen conectar más y mejor con el comic japonés o norteamericano. Aguante la Celeste!

1 comentario:

oenlao dijo...

excelente historieta!!!!Y buena reseña.