el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 24 de noviembre de 2010

24/ 11: HUMANILLO


Esta puede ser historieta argentina o latinoamericana, como más te guste. Yo la mando como latinoamericana, porque si bien el autor nació y vive actualmente en Argentina, y el libro está editado acá, casi todas las historietas están realizadas por Jorge Quien (que así dice llamarse el autor) durante los muchos años que vivió en la hermana república de Chile. De hecho, muchas de las historietas que componen esta antología (sí, otra antología!) fueron realizadas para revistas y libros del país trasandino.
Otras no nacieron por encargo de ninguna publicación, sino que Quien las realizó para hinchar las bolas, por amor al arte, para exorcizar andá a saber qué demonios. Y eso es lo mejor que tiene esta recorrida por las historietas de Jorge Quien: la sensación de juego, de experimentación, de vale todo, de vamos a ver qué onda esto. Quien es artista visual y su aproximación a la historieta es necesariamente distinta a la de la mayoría de los autores, que se ganan la vida escribiendo y dibujando comics. Quien, en cambio, viene a divertirse un rato, a probar cosas raras que este lenguaje le permite probar y los otros que maneja, por ahí no.
Estamos frente a un gran dibujante. Un tipo que arma muy bien cada viñeta, que dibuja en varios registros, que domina una gama muy amplia de técnicas (aguadas, crosshatching, claroscuro, etc.) y que además le da a todo un toque muy personal. El problema no menor es que se nota demasiado que Quien trabaja casi siempre sin guión y si leés hace un tiempo este blog, ya sabés que acá nos gustan las historietas CON guión. Y que por bueno que sea el dibujo, si no hay guión la historieta tiene menos chances de ganarse mi aplauso que Quilmes de quedarse en primera.
No es intolerancia, para nada, porque leo historietas sin guión, no las descarto a priori. Y si están bien dibujadas, lo digo, y si tiene buenas secuencias también. Pero habiendo taaaantas artes en las que se puede lucir la gente sin nada para contar, ¿por qué hacer historieta? Digo, si te copa la imagen, transmitir cosas locas con tu dibujo y demás, ¿no te da para pintar cuadros, o dibujar sin viñetas ni diálogos? Algunas de las historietas de Quien tienen –seamos justos- sanas intenciones narrativas. A veces prosperan, otras no. Y también tiene ideas que no cuentan nada, pero que funcionan al presentarlas en secuencia de imágenes (como Sinónimos). Pero muchas historietas se quedan en el vuelo poético, en proponerle al lector simplemente sentir, no entender ni engancharse con un relato.
No digo que esté mal, porque –repito- hay muy buenas ideas y excelentes dibujos. Pero para mi gusto, eso no alcanza para que una historieta esté buena. Así como aplaudo el dibujo, la sensibilidad, las intenciones, la búsqueda de Quien, también me lo imagino en historietas con guionista y digo “la puta madre, qué talento desaprovechado”. A Quien le sobran los recursos para convertirse en un historietista genuino. Ojalá los ponga en práctica. Tiene una gran ventaja sobre el resto de los artistas que vienen de las artes visuales, y es que no parece considerar a la historieta como un campo menor, ni como un escalón a subir para llegar a lo que realmente le interesa. Por el contrario, se lo ve cómodo, suelto, compenetrado. Le falta convencerse de que puede vivir de su trabajo como historietista y empezar a pensar (que imaginación le sobra) cómo transformar esa enorme creatividad y esa solvencia gráfica en historias más fuertes, más redondas, más atractivas para los que leemos comics por los guiones.

2 comentarios:

alejandroutn dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con el tema del guión. Es más, para mi, un comic con un dibujo horrible (no me gusta para nada el Chas Truog de Animal Man) se salva con un guión bueno (como sucede con Morrison en el mismo comic, que la descose). No sucede lo mismo al revés. Para nada.

Jorge Quien dijo...

Estimado Andrés
Aunque tarde, no quería dejar de comentar la reseña de Humanillo. Primero que nada, gracias por tus palabras! Es un gusto ser parte de los 365, gran emprendimiento en materia de comics. También quería hacer algunas precisiones en relación a la convivencia en el volumen de historietas experimentales y narrativas. Cuando hablas de las primeras y dices “muchas historietas se quedan en el vuelo poético, en proponerle al lector simplemente sentir, no entender ni engancharse con un relato”. Yo diría que no es que “se queden”, sino que simplemente son lo que son, no existe la pretensión del relato; son intentos de generar sensación, reflexión (no tanto un “sentir” abstracto). Esto no implica “no entender ni engancharse”, pues pretendo ciertamente que el lector entienda y se enganche, pero por otras vías; a veces más gráficas que textuales, otras más textuales que gráficas, pero siempre en algún grado de combinación. Historietas como La Biblioteca en el Baño, Sinónimos, Impresiones bio-gráficas o Pájaro Shit (por nombrar las que pudieran resultar más áridas) no son intentos de llegar a nada, son lo que son, y hay que leerlas en su contexto. Por otro lado, Humanillo contiene también historietas narrativas, personajes ocasionales y pequeñas aventuras. El tema es que son breves, pues el concepto del libro va por ahí, una reunión de historietas cortas de distintas épocas. Por eso no estoy de acuerdo cuando dices “algunas de las historietas tienen sanas intenciones narrativas”, porque no son “intenciones” sino mi forma particular de narrar (aunque no lo creas, algunas historietas tienen un “guión” previo al dibujo, pero ¿cuál es la definición de “guión” sobre la que estamos discutiendo?). Con todo, para mí no es un problema trabajar sin guión, todo lo contrario, por eso lo declaro abiertamente, porque también es una forma de trabajo, no es el “camino fácil”. Hace poco leí en una antología del año 2007, compilada por Chris Ware, una maravillosa historieta realizada por un autor en momentos en que sufría una fiebre muy alta; no “dice” mucho, pero está buenísima. En este sentido, me gustaría acercarte el libro Vichoquien, la experiencia más extrema que he emprendido en condiciones anormales de trabajo. Por otro lado, es cierto cuando dices que tengo el desafío de generar una historieta con mayor desarrollo de temas y personajes (recojo aquello con gusto, estoy en eso) ¡y convencerme de que es posible vivir como autor de comics! Pero para esto espero no tener que tranzar mi propia forma de hacer historieta. Un abrazo.