el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 14 de noviembre de 2011

14/ 11: NORTHLANDERS Vol.3


Cuando reseñé el Vol.4 de Northlanders comenté que nunca había visto el Vol.3 y ni sabía qué traía. Bueno, ya me enteré, y la verdad es que el Vol.3 es un librazo de la San Puta. A diferencia de los otros tomos que había leído, no trae una saga extensa dibujada por un sólo artista, sino que reúne varias historias cortas (de uno o dos episodios), todas escritas por Brian Wood y con distintos dibujantes. Veamos.
Arrancamos con una historia de dos capítulos, maravillosamente dibujados por Dean Ormston, un británico al que los fans de Vertigo tenemos muy junado y con el que siempre es un placer reencontrarnos. Acá el personal trazo del británico (por momentos, una bizarra cruza entre Frank Quitely y Jeff Lemire) se ve realzado a niveles gloriosos por el color... que es obra del propio Ormston. Un hallazgo, sin duda, haberle permitido colorearse a sí mismo. El guión de Wood es áspero, incómodo, terrible y muy jugado al contrapunto entre los normandos y los sajones, con énfasis en las diferencias entre las religiones que ambos pueblos profesaban. No faltan las ingentes dosis de violencia, pero acá hay bastante sustancia, bastante elementos muy ricos para el análisis.
Le sigue un unitario, dibujado por el griego Vasilis Lolos, a quien había oído nombrar pero no había leído nunca. Acá me encontré con un verdadero salvaje de la pluma y el pincel, un tipo con un trazo fuerte, expresivo, al límite de perder el control, pero con una muy buena narrativa. A Lolos (y a los próximos dos dibujantes) los colorea Dave McCaig, con gran cuidado y gran énfasis en los climas. El argumento es sencillito: apenas un duelo entre dos campeones que luchan en defensa de sendos señores feudales. Pero Wood aprovecha para meter información sobre las costumbres vikingas, las técnicas de combate, las armas y demás datos que se ve que investigó a full y se le complicaba meter en las historias más ambiciosas.
La tercera historia también tiene dos episodios y es la mejor del tomo, no sólo porque presenta y desarrolla a tres personajes increíbles (Lif, Thyra y Grettr, tres normandas de una aldea en la que los hombres murieron combatiendo a los sajones), sino porque además la dibuja con mega-pilas el genio croata Danijel Zezelj, del que no me canso de hablar maravillas. Por suerte, el colorista McCaig entiende el claroscuro extremo del croata y lo complementa a la perfección: le suma vuelo, profundidad y belleza a un trabajo impresionante. El guión es complejo, intenso, repleto de momentos heavies, con un gran balance entre la machaca sanguinolienta y el desarrollo de personajes mediante notables bloques de texto y excelentes escenas intimistas. Es el tramo del libro con más texto, pero también hay varias secuencias mudas, donde Zezelj se carga al hombro la responsabilidad de llevar adelante el relato, con resultados tan impactantes como hermosos.
Y cerramos con otro unitario que en realidad es una especie de epílogo a la primera saga de Northlanders, la de Sven, y como aquella, está magníficamente dibujado por el italiano Davide Gianfelice. De los cuatro dibujantes, Gianfelice es el más fácil de colorear y McCaig aprovecha para lucirse, a full. El argumento –de nuevo- es muy chiquito, pero desde el guión, Wood despliega su categoría, su habitual crueldad y unos bloques de texto absolutamente brillantes. Espectacular broche de oro para la saga de Sven y para un recopilatorio de Northlanders que entra con holgura a la lista de los imprescindibles.
Qué increíble lo emocionante y alucinante que resulta el mundo de los vikingos visto por un yanki, un inglés, un griego, un croata y un tano...

2 comentarios:

Capitán Manu dijo...

El único tomo de Northlanders que tengo!!
También me pareció increíble, después de esto leí en unos scans espantosos la primer saga, la de Sven, y quedé recontra felíz.

Y coincido con vos en el color y el fuertísimo rol que cumple desde lo narrativo. Ahora, para mí, la mejor historia es lejos la segunda, la que dibuja Lolos. Me pareció que el dibujo era el más distinto a todo estilo a que estemos acostumbrados y que la idea de dedicarle dos números enteros a un sólo duelo de espada era la más ambiciosa del tomo en sí.
¿No te hizo acordar Lolos a nuestro Mosquito? Yo siempre soñé con ver historietas de aventuras dibujadas con estilos que vengan de otro palo...
Buenísima la reseña!!

Andres Accorsi dijo...

No, el que me hace acordar a Mosquito es Jeff Lemire.