el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 16 de junio de 2012

16/ 06: TRANSMETROPOLITAN Vol.8

El octavo TPB de Transmetropolitan no se diferencia en nada de sus antecesores. Darick Robertson dibuja en un muy buen nivel, siempre al filo del grotesco, con gran despliegue y lucimiento en algunos episodios y con trucos bastante ingeniosos para dibujar menos en otros episodios. Warren Ellis, por su parte, despliega primero una saguita en tres partes bastante impactante, en la que pasa algo bastante jodido, y después dedica tres episodios a contar –con un ritmo más pausado que el de costumbre- las consecuencias de eso grosso que pasó en la trilogía que abre el tomo.
Acá finalmente se empieza a resolver el subplot de la enfermedad de Spider Jerusalem, mientras que el otro subplot, el de la guerra sin cuartel entre el periodista kamikaze y el Presidente de los EEUU, avanza bastante poco. No quiero explicar de qué va la historia de tres episodios, porque la idea de Ellis es sorprendernos. De hecho, no había ni el más mínimo indicio en los tomos anteriores de que podía pasar algo así en el mundo en el que está ambientada esta historia. Pero mirá qué turro lo que nos cuenta Ellis en los tres episodios que funcionan como epílogos:
En el primero, Spider se entera (junto con los lectores) cuál es su enfermedad y qué posibilidades tiene de curarse. En el segundo, Spider y sus sucias asistentes consiguen un nuevo bunker y el ídolo vuelve a confrontar con el Presidente Callahan, en una conferencia de prensa. En el tercero, nos enteramos de más consecuencias jodidas de lo que pasó al principio del tomo, mientras Spider y el Presidente empiezan a orquestar sus próximas movidas. Fin. 66 páginas para eso. Y algunos chistes, y varios diálogos ingeniosos. ¿No será poco?
Nos acercamos al final, y en vez de acelerar, Ellis ralentiza el relato. ¿Qué onda? ¿Querrá sorprendernos con un abrupto cambio de ritmo? ¿O estará estirando asquerosamente un puñado muy acotado de ideas? Porque esta vez no hay radiografía social, no hay runfla política, no hay nada, eh? Solo eso que te conté recién y un subtexto (particularmente atractivo si vivís en Argentina) acerca de la guerra entre el gobierno y los medios de comunicación y cómo unos y otros tratan de comprarse, co-optarse o en última instancia, eliminarse el uno al otro. ¿Quién la tiene más larga? ¿El periodista talibán de la verdad, o un hijo de puta al que votó mucha gente pero no tiene reparos en cagarse en nadie? ¿Y cuánto está dispuesto a enchastrarse el supuesto héroe para desenmascarar al villano? Ya nos enteraremos en los dos tomos que faltan. Por ahora, no tengo mucho más para decir sobre este tomo en particular. Ah, sí. No más Vertigo hasta Julio, a ver si diversificamos un poquito.

2 comentarios:

Reznor dijo...

Ayer Andres estuve en comics enla cima en mardel, y estuvieron haciendo una charla Olivetti y Risso. Dos capos, hasta dibujaron y todo. Me dijo que va hacer algo de 100 balas con Lono de protagonista para el aniversario de Vertigo, a pedido de Dc. Los dos fueron muy amables con el publico, y rescate un dibujo de cole (100 balas) y un dibujo de punisher. La verdad que dos capos. Les dibujaron a todos los presentes que les pidieron. La muestra espectacular, como todo lo que hace Claudio Herrera.

Andres Accorsi dijo...

Cuánto grossor! Acá en Lima se espera con mucho entusiasmo la llegada de Olivetti, que es una de las figuras de la convención que arranca el viernes.